El martes 6 de septiembre se estrenó en Nün Teatro Bar (Juan Ramírez de Velasco 419) el unipersonal Margarita, basado en la novela de Marguerite Duras El amante de la China del Norte, con adaptación de Gustavo Lista e interpretación de Desirée Salgueiro. La pieza está inspirada en la trama biográfica de Duras, en el universo femenino propuesto en la novela y en el gran amor que marcó su vida y obra. Charlamos con el director y la actriz antes del estreno de esta puesta, que puede verse todos los martes a las 21 hs.
— ¿Cómo fue que surgió la idea de hacer esta obra basada en la novela El amante de la China del Norte de Marguerite Duras?
Desirée Salgueiro: — La idea se remonta a algún tiempo atrás y surgió a partir de algo completamente diferente. Yo venía haciendo algunos numeritos en varieté y vi un video muy antiguo de un striptease muy teatral que hacía una actriz; no llegaba a ser un desnudo completo. Ahí pensé que hacer algo erótico en el marco de un varieté podía ser una buena idea. Así empezó todo, y terminó en esto que… nada que ver, pero que conserva algún condimento de ese erotismo. Yo quería hacer un monólogo que tuviese esa tendencia erótica, pero como no soy escritora, me puse en contacto con Gustavo a través de algunos amigos en común y, después de varias asociaciones, di con el material de Marguerite Duras. No sólo le llevé El amante [novela de la autora], sino toda la obra de Duras y le dije: “A ver qué hacés con esto”. Después él –como dramaturgo– eligió los puntos sobre los que quería centrarse.
Gustavo Lista: — Como la dramaturgia es mi trabajo, siempre en primera instancia yo doy el sí y después veo qué es lo que puedo aportar. Recuerdo haber leído El amante durante mi adolescencia (quizás un poco pasada), pero recordaba más la película; cuando la vi me había parecido una versión oriental de Lolita, desde el lugar del prejuicio.
— ¿Y cómo te reencontraste con ese material a lo largo del proceso creativo?
GL: — Cuando tuve que encarar este trabajo, volví a leerla con otros ojos y descubrí no sólo la ficción sino también el mundo de quien lo escribió, porque la novela es bastante autorreferencial de su propia vida y de sus vivencias durante la adolescencia. Entonces había que abordar la obra desde su propia mirada, desde su experiencia personal. A partir de ahí , tomó dimensión todo ese universo de la femineidad desde donde está escrita la novela, ese gran amor que la marcó por el resto de su vida. Su mirada sobre el amor y de qué manera marcó toda su obra y su vida ese amor con el amante de la China del Norte, porque al fin de cuentas es ese el eje central de la historia. Esa mirada y las cicatrices que ese gran amor dejó en Marguerite fueron algunos de los elementos que me motivaron a trabajar en esta obra.
Cuando tuve que encarar este trabajo, volví a leer la novela con otros ojos y descubrí no sólo la ficción sino también el mundo de quien lo escribió, porque la novela es bastante autorreferencial de su propia vida y de sus vivencias durante la adolescencia.
— ¿Cómo se perciben a ustedes mismos hoy, después de haber transitado el proceso de concepción y ensayo de la obra?
GL: — Bueno, después de dos años de trabajo, tenemos algunas canas más y ya no somos tan lozanos y juveniles.
DS: — Fue un proceso largo con algunas interrupciones en el medio.
GL: — Yo fui papá; “soy”, mejor dicho (risas). Desirée tuvo algunos trabajos en cine, así que por esas cuestiones tuvimos que parar. Pero, en mi caso, noto un cambio de mirada hacia el mundo femenino. A partir de la lectura y de la selección del material que queríamos mostrar en el escenario, empecé a notar esa mirada peculiar sobre todas las cosas, que es la de la propia Marguerite Duras, la de una mujer; a pesar de que cuando uno la ve en videos y entrevistas, no parece ser el ícono socialmente legitimado de lo femenino, porque es una mina que te habla grueso, que siempre está fumando. Pero todo lo que ella dice y escribe goza de una profunda femineidad que quizás yo no había podido ver antes y que reencontré a partir de este trabajo.
DS: — Sí, y también convengamos que es una obra muy femenina, que el personaje protagónico es una mujer que habla sobre el amor (y nada más femenino que eso), que está inspirado en Marguerite Duras pero que también se sale de ella y de su obra, porque al fin de cuentas se trata de Margarita como una inspiración. Y en nuestra construcción tenemos una dramaturgia que está realizada por un hombre –que es Gustavo– y a su vez está dirigida por un hombre, para mostrar un mundo femenino, y eso es complejo e interesante en sí mismo.
— ¿Cómo fue el pasaje desde la literatura hacia la dramaturgia y el proceso de retomar y apropiarse de ese material literario? ¿Cuáles fueron los aspectos que decidiste priorizar para llevar adelante esta puesta y cuáles descartaste?
— GL: En lo que refiere al descarte, puede decirse que hay varios momentos. Yo escribí una obra en la que, desde el momento en que la empezamos a ensayar, descartamos un montón de cosas para la puesta porque la escenificación que hace la autora era muy ostentosa. Tengamos en cuenta, además, que se trata de una obra en el circuito de teatro independiente.
— Y ahí aparece el despojo como un buen recurso para contar, ¿no?
DS: — Sí, por supuesto. Va a ser una puesta muy despojada, pero al mismo tiempo muy poética y estética.
GL: — Aprovechando que soy diseñador de luces, buscamos desde la iluminación y desde una escenografía bastante mínima, recrear esos mundos de Marguerite. Y, para continuar con el tema de la adaptación, yo escribí una obra que después sufrió un montón de cortes (el último fue hace una semana), y muchos tenían que ver con repeticiones o con fragmentos que resultaban interesantes a la hora de la lectura, pero no de la interpretación. Son dos lenguajes diferentes; la dramaturgia está hecha para ser representada, entonces tenés que contar con ciertos ritmos y tiempos que son muy distintos a los de la literatura. Pero, en líneas generales, la adaptación estuvo enfocada en ese cúmulo de sentimientos por el que transita el personaje de la novela: fracaso, melancolía, nostalgia… Entonces todo lo que aparecía en el libro que tuviese que ver con la representación de esos sentimientos, fue lo que tomé a la hora de profundizarlos. Y, como decía Desirée, no estamos haciendo la vida de Marguerite Duras, sino que nos basamos en su obra, nos inspiramos en ella, tomamos como punto de referencia su novela, pero es un personaje creado por nosotros con pinceladas de ese universo regido por el amante.
No estamos haciendo la vida de Marguerite Duras, sino que nos basamos en su obra, nos inspiramos en ella, tomamos como punto de referencia su novela, pero es un personaje creado por nosotros con pinceladas de ese universo regido por el amante.
— Teniendo en cuenta que se trata de un unipersonal, ¿cómo trabajaste desde tu lugar la construcción de este personaje: Margarita?
DS: — Para trabajar este personaje, tuve que hacer constantes analogías. Yo había estado trabajando durante mucho tiempo con un personaje que me era mucho más cercano; este es todo lo contrario a mí, al menos en este momento de mi vida. No me siento próxima a lo que está viviendo el personaje, por eso tuve que recrearlo todo. Fue muy complicado, pero por suerte eso desde la dirección estuvo bien apoyado, porque Gustavo siempre me llevaba hacia el mismo lugar como para que pudiera salirme de mi zona cómoda. Además, estoy incursionando en un terreno totalmente nuevo para mí: el unipersonal. Es la primera vez que hago uno. Así que fue un trabajo muy intenso, no sólo en los ensayos, sino todos los días. Después del estreno, va a ser algo distinto, porque el trabajo se completa en el encuentro con el público. Por ahora es un entrenamiento constante, todos los días, con el piano (porque en una parte de la obra toco el piano), entonces son cosas muy exigentes que requieren que uno esté a la altura de la obra.
— ¿Con qué obstáculos se encontraron en el camino?
GL: — Bueno, hay que decir que el primer obstáculo siempre es el dinero: para hacer una obra necesitás ensayar, y para ensayar necesitás un lugar. Alquilar un lugar para seis meses de ensayo (que sería lo ideal), tres veces por semana es imposible si no tenés una productora atrás o si no contás con alguna clase de subsidio. Mucho más si somos dos. Esa fue la primer barrera, así que empezamos a ensayar en la casa de Desirée.
DS: —Somos dos laburantes y hacemos lo que podemos… (risas)
GL: —Y además es cierto eso de que toda crisis se transforma en algo productivo, porque mucho de lo que hay en la actual puesta parte de ese lugar donde ensayábamos, de los elementos que teníamos a mano. De alguna manera, esos recursos fueron los padres de lo que se va a ver en escena; por supuesto que todo eso mutó para hacerlo atractivo.
—¿Cómo llegaron a la sala del NÜN Teatro Bar?
GL: — Bueno, yo hace mucho tiempo que trabajo en teatro y por suerte eso me da la posibilidad de tener las puertas abiertas de muchos espacios, sin tener que pasar por la instancia de presentar una carpeta, porque en la mayoría de los casos ya conocen mi trabajo. Además yo trabajo en el NÜN como operador de luces en algunas obras, así que eso me permitió llevar el proyecto.
— Y la obra va a estar los martes a las 21 hs., ¿cierto? Es un desafío llevar a la gente, ¿no?
DS: — Va a ser un desafío total porque somos tres (con Aldana González, que es la asistente de dirección). Se trata de un unipersonal y de alguna manera se hace difícil la difusión y la convocatoria. Pero creo que desde ese lugar, aquellos a quienes les interese y sientan curiosidad por una obra inspirada en el universo de Marguerite Duras, van a acercarse.
— Y para retomar algo de la temática de la obra, ¿cómo trabajaron el erotismo y esta relación entre el hombre y la niña, que en nuestra cultura sigue siendo un tabú?
DS: — Básicamente se trabajó desde el amor.
GL: —Sí, y también desde la poesía. Es bastante poético todo lo que ocurre.
DS: —Claro. La obra no está encarada desde un lugar necesariamente político, aunque después cada uno genere su propia conclusión de eso. No sé qué es lo que le puede pasar al público con eso.
GL: —Muchas de mis marcaciones de dirección estuvieron orientadas justamente a salir de esa posible mirada antifeminista, porque tratándose de un tipo grande y una chica se corría el riesgo de caer en el lugar de decir: “Cómo se aprovechó él de esta situación”. Y en realidad si leés la novela y la escuchás a Marguerite hablando de ese amor, es otra cosa: es amor sólo que con una diferencia de edad y una posterior desilusión. Todos los componentes de erotismo decidimos trabajarlos desde la madurez del personaje a sus treinta y tantos años, no desde la niñez.
— ¿Qué esperan producir en los espectadores con esta propuesta?
DS: — En realidad primero uno espera… ¡que vengan! Segundo: generar algo. Cada ser tiene sus propias reacciones, sentimientos y gustos, así que no se puede esperar una única cosa. Y después, yo creo que hemos creado una atmósfera en la cual este personaje vive una historia y unos recuerdos para que el público pueda viajar a través de las sensaciones.
GL: — Yo lo que espero siempre es que el público se entretenga, pero no tomando entretenimiento como risa, sino como disfrute de la pieza. En segunda instancia, si genera otro tipo de consecuencia, como querer indagar un poco más en la obra de esta autora, ir y comprar El amante, escribir en un blog inspirándose en lo que vieron o cualquier otra manifestación, mucho mejor. Pero lo primordial es que les guste el cuento: la propuesta dramatúrgica, la interpretación de Desirée.
–Si tuviesen que decirle al posible espectador por qué debería ver esta obra, ¿qué le dirían?
GL: —No sé si esto resulte de lo más convincente pero… trabajamos mucho.
DS: — Navegamos bastante para llegar a este resultado final. Y con el público va cambiando la obra, se enriquece todo el proceso.
FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA
Título: Margarita
Actuación: Desirée Salgueiro
Guión y dirección: Gustavo Lista
Asistencia de dirección: Aldana González
Funciones: Martes 21 hs.
NÜN Teatro Bar (Juan Ramírez de Velasco 419, Villa Crespo)
Localidades: $150