La novela Flipper (Paisanita Editora, 2016), de Enrique Decarli, invita a dar una vuelta por las azarosas conexiones que la mente traza frente los acontecimientos irremediables. La muerte lenta de un padre pone en carne viva los sentimientos y pensamientos de un protagonista que parece haber vivido adormecido por la rutina de las emociones básicas. Con un estilo breve y directo, Decarli propone una historia realista vista desde lo más profundo de sus personajes.
Sobre el autor
Enrique Decarli nació en Buenos Aires, en 1973. Es abogado y músico. Desde 2008 dicta talleres de lectura y narrativa. Algunos de sus relatos fueron publicados en diferentes revistas. Es autor de los libros de relatos: Desde la habitación del sur (Quito, Libresa, 2009), Big Bang (Buenos Aires, Textos Instrusos, 2013), Jauría (Eloisa Cartonera, 2014) y Bengalas (Paisanita Editora, 2014).
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El movimiento impredecible de los recuerdos
Pocas cosas hay más irremediables que la muerte (quizás el amor). Enrique Decarli propone en Flipper (Paisanita Editora, 2016) un viaje lento pero ágil, como si fuera una procesión calculada, a la muerte de un padre y el sacudón de emociones y recuerdos que eso puede despertar en un personaje que hasta ese momento vivía la vida de forma rutinaria y sin grandes complicaciones mentales.
Fiel al nombre de esta breve novela, el autor describe de manera fresca y desconstracturada distintos momentos que saltan de un lado a otro, con un manejo muy delicado de la temporalidad y la construcción de cada escena, permitiendo que el lector pueda sentirse parte de la marea agridulce de recuerdos y urgencias que el protagonista, junto a su familia más cercana, debe afrontar durante la larga enfermedad del padre y su obvio fin.
Decarli muestra una vez más su habilidad narrativa en Flipper al no caer en psicologismos o lagunas en las que el tema elegido a contar invita a introducirse y que quitarían dinamismo al curso de la historia. Con frases cortas que recuerdan a un reloj marcando cada segundo, la historia va sucediendo delante de los ojos del lector y éste solo tiene que estar atento a las embestidas y movimientos bruscos que los distintos recuerdos pueden provocar, llegando a producir un interesante collage de momentos pasados, presentes y futuros.
En ese sentido, el ambiente gris que va recorriendo a toda la novela se llena de pequeñas luces, a través de fragmentos humorísticos e irónicos que alimentan los diálogos y escenas en la que los personajes se ven inmiscuidos. Una amputación dolorosa de piernas, en Flipper puede verse desde la tragedia y el humor negro que cada día trae encerrado dentro suyo; algo así como la vida misma. Y es por eso mismo que el lector tiene que estar atento para no dejar que cada movimiento lo confunda hasta el punto de ver su propia historia personal relatada en la primer novela de Decarli.
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