Joaquín y Julián Azulay son dos hermanos argentinos que nacieron en una familia con tradición surfista. Julián es arquitecto; Joaquín es licenciado en Administración y fue jugador de fútbol profesional. Ambos comparten la pasión por este peculiar deporte: el surf. Esa fue la excusa perfecta para encarar una serie de expediciones que desembocaron en una productora de cine independiente (Gauchos del Mar), y en un puñado de documentales que retratan la riqueza de esas experiencias vividas por los hermanos a lo largo de sus viajes.
En el marco del Green Film Fest que se llevará a cabo durante el mes de agosto en el complejo de Cinemark Palermo, se estrenará la última producción de los Gauchos del Mar: Península Mitre, la tierra olvidada. Este documental narra una expedición inédita hecha a pie durante 53 días y con 35 kg. en sus mochilas, por la punta más oriental de la provincia de Tierra del Fuego: una zona completamente virgen e inhóspita, donde no vive casi nadie; allí permanecen unas pocas personas que han elegido este particular modo de vida, pese a las hostilidades climáticas y las dificultades de acceso.
En el marco del Green Film Fest se estrenará la última producción de los Gauchos del Mar: Península Mitre, la tierra olvidada. Este documental narra una expedición inédita hecha a pie durante 53 días y con 35 kg. en sus mochilas, por la punta más oriental de la provincia de Tierra del Fuego.
Para alcanzar la meta de las inmensas olas, ellos deberán enfrentar múltiples desafíos (y muy sabiamente optan por hablar de “desafíos” antes que “barreras”): incomunicación total, hostilidad climática, aridez en el camino, escasez de alimento. Pero nada detuvo a los hermanos Azulay, que encararon este proyecto con el firme propósito de inspirarnos a la osadía e invitarnos a proteger el medio ambiente (nuestra casa) y aquellas zonas privilegiadas del mapa como Península Mitre que, gracias a la mano destructiva del hombre, corren serio peligro.
Este documental está narrado en primera persona (del plural) y, si bien nos muestra todo desde el particular punto de vista de los hermanos, no se obtura la perspectiva de la propia naturaleza, con sus grandes virtudes y sus serias vulnerabilidades. Tuvimos la oportunidad de entrevistar a los hermanos Joaquín y Julián Azulay, y esto es lo que nos traen después de haber vivido esa gran aventura.
– ¿Cómo fue que surgió la idea de realizar la expedición y el documental? ¿Cuál fue la semilla?
– Al volver de Isla de los Estados en 2013, cuando filmamos nuestro segundo documental Tierra de Patagones, vimos que la punta de Tierra del Fuego tenía una combinación muy atractiva de montañas, bosques, ríos, acantilados, playas y mar… y sin dudas pensamos que podría haber buenas olas. A partir de ahí se empezó a gestar el proyecto de hacer una expedición documental allí.
– ¿Cuales fueron los principales objetivos al momento de encarar el proyecto?
– Los principales objetivos fueron: realizar la expedición completa, documentar una región desconocida de Argentina y encontrar nuevas olas. Pero luego nos dimos cuenta que todo eso no tenía el peso de conservar el lugar, y por eso armamos la petición para sumar firmas solicitando la protección de Península Mitre.
– ¿Con qué desafíos de realización se encontraron a la hora de hacer este documental? ¿Con qué dificultades se toparon en la expedición misma a lo largo del viaje? Me pareció interesante la distinción que hacen entre desafíos y barreras.
– Los desafíos fueron el duro clima y el terreno, las pocas comidas, el frío y -sumado a esto- había que sacar energía para filmar una nevada, una lluvia, una caminata o una cena a la noche después de un día muy cansador…
– Esto es algo que ustedes le preguntan a Paty en el documental [uno de los habitantes de la Península], pero ahora se los pregunto a ustedes: ¿Qué es hacer patria?
– Hacer algo por tu país, por tu prójimo, para dejarle algo a los demás. Patria no es alentar en un partido de fútbol…
– ¿Qué es lo que jamás podrían haber previsto, pese a que vemos un viaje muy bien organizado y planificado, sin demasiadas decisiones libradas al azar?
– Allá no se puede prever nunca el clima y tampoco las olas… y la convivencia tampoco, porque allá a uno le puede salir su peor versión.
– ¿Qué fue lo que más los sorprendió en términos de lo accidental, lo no previsto?
– El accidente de Julián, ahí entre todos sacamos adelante la expedición al quitarle peso a él.
– ¿Cuál fue el mayor aprendizaje en el transcurso de la expedición?
– El conocerse más a uno mismo y a la naturaleza, respetarla en su máxima expresión.
La naturaleza es la que estaba antes de que llegáramos y es la que va a seguir estando cuando nos vayamos, por eso hay que cuidarla para los que vienen.
– ¿Cuáles fueron las sensaciones que les despertó haber estado tan lejos de la (quizás mal llamada) «civilización»?
– Creo que estábamos tan contentos haciendo lo que nos gusta que no nos despertó nada nuevo, sólo la idea de que es necesario valorar la naturaleza en su estado natural.
– Después de esta experiencia, ¿cómo conciben a la naturaleza en su relación con el hombre?
– La naturaleza es la que estaba antes de que llegáramos y es la que va a seguir estando cuando nos vayamos, por eso hay que cuidarla para los que vienen.
– ¿A qué atribuyen la definición de la Península Mitre como una tierra olvidada? ¿Por qué creen que -tal como dice Paty- es una tierra que está condenada a quedar virgen? ¿Creen que esta es una batalla ganada por la naturaleza, una victoria sobre las pretensiones humanas?
– Es una tierra olvidada porque en la década de 1950 y antes también, el hombre intentó «civilizar» la zona con estancias, factorías de lobos marinos, aserraderos de madera y otros negocios que no fueron sostenibles en el tiempo debido a acceso, clima y distancias… Ojalá que sea una batalla ganada y que así lo entiendan desde la gobernación de Tierra del Fuego para declararla un Área Natural Protegida como pide la ley, y luego que llegue a ser un Parque Provincial o Nacional.
Es una tierra olvidada porque en la década de 1950 el hombre intentó «civilizar» la zona con estancias, factorías de lobos marinos, aserraderos de madera y otros negocios que no fueron sostenibles en el tiempo debido a acceso, clima y distancias… Ojalá que sea una batalla ganada y que así lo entiendan desde la gobernación de Tierra del Fuego para declararla un Área Natural Protegida.
– Julián es arquitecto; Joaquín es licenciado en administración y fue futbolista profesional. ¿Qué tomaron de sus respectivas formaciones a la hora del viaje?
– La formación, disciplina, educación y experiencias nos hicieron quienes somos ahora; creemos que todo suma en su conjunto para la preparación de estas expediciones.
– ¿Qué fue lo que más extrañaron de la Península al regresar a la ciudad?
– Al volver extrañamos la tranquilidad de Península Mitre.
– ¿Qué esperan producir en los espectadores con este documental?
– Concientizarlos de la importancia de mantener lugares vírgenes en el mundo.
– ¿Cómo describirían a los pobladores de la península y por qué creen que eligieron esa particular forma de vida?
– Sencillos y tranquilos, tal como es el lugar.
– Si tuviesen que definirse ustedes mismos a partir de esta experiencia, ¿cómo lo harían?
– Aprendimos mucho y nos conocimos en situaciones extremas. Fue una experiencia inolvidable.
– Si tuviesen que decirle a un posible espectador por qué debería ver Península Mitre, ¿qué le dirían?
– Van a ver una aventura real con el objetivo de proteger esa área desconocida de Argentina en la punta más al este de Tierra del Fuego.
