En la cultura actual, los híbridos abundan y pocas veces causan sorpresa. Sin embargo, Un palito ortega por cada millón de tucumanos hambreados (Añosluz, 2014) de Fernando De Leonardis propone un libro extraño que juega con la mixtura de géneros y que desafía a la corriente poética actual. ¿Cuál es el lado poético de ensayar? ¿Se puede escribir una poesía que reflexione más tiempo que el recomendable en la vertiginosidad que propone la cultura contemporánea?
Sobre el autor
Fernando De Leonardis nació en Vicente López, Provincia de Buenos Aires, en 1972. Es sociólogo, escritor, editor de libros y crítico periodístico de literatura, música y sociedad. Publicó los volúmenes Entre la tristeza y la nada y otros incidentes e intervenciones textuales de ultraizquierda (Casi Incendio La Casa, Buenos Aires, 2010), Diamantina (Milena Caserola, Buenos Aires, 2014) y Un palito ortega por cada millón de tucumanos hambreados (Añosluz, Buenos Aires, 2014). Cura el ciclo de poesía oral Antropoético.
El costado poético del ensayo
Mezclando el ensayo, los diarios de escritor y la poesía, Fernando De Leonardis propone en Un palito ortega por cada millón de tucumanos hambreados (Añozluz, 2014) un libro extraño pero seductor. Si bien la poesía, sobre todo en los últimos tiempos, intenta definirse por la constante provocación, pocas veces lo hizo desde un costado ensayístico, coqueteando con un academicismo que no hace alarde de sí mismo, que se queda al alcance de todos.
De Leonardis invita en este libro a una visita guiada por algunas de sus obsesiones, incluyendo los autores que lee y que lo provocan a reflexionar nuevamente sobre algo que ya nos preguntamos muchas veces pero nunca va a tener respuesta: ¿cómo escribir?, ¿por qué?, ¿hasta dónde llega la influencia de otros autores? El autor en Un palito ortega por cada millón de tucumanos hambreados se sincera: «Yo abuso de ellos./Los cojo».
Sin embargo, De Leonardis no agota su buceo -como si fuera el nadador de Cheever al que hace referencia en sus versos- en el mundo literario y elige ir más allá. El mundo periodístico y cultural que suele rodear a las producciones literarias también pasa por el filtro filoso de las reflexiones de De Leonardis. Así, con un tono directo, provocador, pero fríamente calculado a la vez, el autor da su visión y versión del ambiente literario y cultural.
Ahora bien, el último gran paso que se propone el autor de Un palito ortega por cada millón de tucumanos hambreados son una serie de ensayos poéticos sobre marxismo e historia, donde muchos salieris de Marx del siglo XX son revisados y puestos bajo una lupa crítica a través de pequeños capítulos. Así, en las hojas del libro desfilan Gramsci, Fidel Castro, Guevara, Stalin y muchos más en versión miniatura para ser re pensados bajo la visión de De Leonardis.
En definitiva, si hubiera que elegir un solo adjetivo para definir a Un palito ortega por cada millón de tucumanos hambreados, ese sería el de provocador. Si pudiéramos agregar algunos más, diríamos que es ensayístico, poético y potente a pesar de su brevedad. Y si ahora tuviéramos que terminar, redondearíamos diciendo que De Leonardis agrega con este libro un poco de reflexión sobre literatura, algo que no le viene nada mal en los tiempos que corren.