El 22 de Diciembre de 2015, tan sólo 12 días después de la asunción del presidente Mauricio Macri y a través de un decreto se resolvió la intervención de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), organismo responsable de la aplicación de la Ley de Medios. Dos meses después, Oscar Aguad, ministro de Comunicaciones, afirmó que «la Ley de Medios forma parte del pasado y hay que hablar de futuro». Algunos puntos a tener en cuenta en el planteo de ese futuro mediático.
Mauricio Macri planteó tres pilares para su gobierno al ser electo presidente de la Nación el pasado 10 de diciembre: el fin de la pobreza, la lucha contra el narcotráfico y la unión de los argentinos. Sin embargo, una de sus primeras medidas como presidente fue la intervención de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y la separación del cargo de su presidente Martín Sabatella, quien había sido elegido siguiendo el procedimiento establecido en el artículo 14 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley n°26.522). Según el mismo, todas las autoridades del AFSCA debían mantenerse en función hasta el 2017, tanto los representantes del saliente gobierno kirchnerista como los de la oposición y académicos. Cualquier modificación a dicha ley debía hacerse en el Congreso, aquel mismo que la sancionó en el 2009 luego de meses de debate en foros y universidades de todo el país. Pero la urgencia pudo más, y en menos de un mes el AFSCA se disolvió y con ella toda su responsabilidad para aplicar la Ley de Medios.
Oscar Aguad, ministro de Comunicaciones del gobierno de Mauricio Macri, dijo que la insistencia de Sabatella por mantenerse en su puesto era un acto de «rebeldía» y criticó ampliamente su conocido apoyo al Frente para la Victoria. Sin embargo, nadie objetó que su reemplazante, Miguel de Godoy (anteriormente a cargo de la Secretaría de Medios de la Ciudad de Buenos Aires) sea representante del PRO. Tampoco que Oscar Aguad haya nombrado a su yerno, el abogado Rodrigo de Loreno, al frente del satélite ARSAT.
Nadie objetó que el reemplazante de Sabatella -criticado por su apoyo al kirchnerismo-, Miguel de Godoy (anteriormente a cargo de la Secretaría de Medios de la Ciudad de Buenos Aires), sea representante del PRO. Tampoco que Oscar Aguad haya nombrado a su yerno, el abogado Rodrigo de Loreno, al frente del satélite ARSAT.
Aguad afirmó en una entrevista en Rock & Pop que «la Ley de Medios forma parte del pasado y ahora hay que hablar de futuro» y planteó que se concentrarán en redactar una nueva ley y generar el correspondiente debate en el Congreso y en la comunidad. Según menciona en el resto de la entrevista, ese futuro estará enfocado en internet y las nuevas tecnologías, pero no así en el trabajo contra los monopolios de medios de comunicación. Insiste en que el usuario estará mejor comunicado a través de redes de alta tecnología, sin reparar en los contenidos que estarán a su alcance.
La Ley de Medios tuvo una pésima aplicación de parte del gobierno de Cristina Kirchner ya que su enfrentamiento con el Grupo Clarín concentró todos los esfuerzos políticos en la lucha contra el monopolio. Pero más allá de sus errores, la realidad es que luego de muchas apelaciones de un lado y del otro, finalmente la Corte Suprema de Justicia declaró que el artículo de la Ley de Medios referente a la concentración mediática era constitucional, por lo que el Grupo Clarín debía adecuarse a ella. Clarín presentó una medida cautelar que le otorgó una prórroga hasta el 16 de Enero de 2016. Pasó la fecha establecida por la justicia pero, sin el AFSCA para reclamar su adecuación, el Grupo Clarín no hizo ninguna de las modificaciones que plantea la ley y sumó la compra del 100% de la empresa Nextel a su larga lista de manejos en el área de comunicaciones.
La Ley de Medios tuvo una pésima aplicación de parte del gobierno de Cristina Kirchner ya que su enfrentamiento con el Grupo Clarín concentró todos los esfuerzos políticos en la lucha contra el monopolio. Pero más allá de sus errores, la realidad es que luego de muchas apelaciones de un lado y del otro, finalmente la Corte Suprema de Justicia declaró que el artículo de la Ley de Medios referente a la concentración mediática era constitucional, por lo que el Grupo Clarín debía adecuarse a ella.
Luego de la disolución de los organismos de comunicaciones creados por la Ley de Medios (AFSCA y AFTIC) fue creado por decreto el ENACOM: Ente Nacional de Comunicaciones. Este organismo dispuso a comienzos de este mes que se archivaran las propuestas de adecuación que habían presentado tanto el Grupo Clarín como Telefé-Telefónica, Moneta, Vila-Manzano, Cadena 3 y Prisa. En una entrevista previa, Oscar Aguad había afirmado que «Argentina no tiene medios concentrados», declaración que se suma a su convicción de que «los medios van a poder competir libremente en el mercado». Queda claro que sus intereses no apuntarán a la desconcentración mediática con la que se había comenzado durante la gestión anterior.
La Ley de Medios ha quedado en el pasado, como sentenció el ministro Aguad. Una nueva ley vendrá a reemplazarla y a marcar un nuevo paradigma en la comunicación de la Argentina. Es importante recordar la velocidad con que la Ley de Medios fue desplazada, formando parte de una de las primeras medidas efectivas del gobierno de Macri, sin esperar a su debido tratamiento en el Congreso. A pesar de que no parece haber problemas en el escenario mediático, donde según el ministro abunda la pluralidad y no la concentración, no dieron tiempo al debate de una nueva ley antes de derogar la vigente. La urgencia del cambio llama la atención y debe mantenernos atentos ante la posibilidad de perder el debate que construimos entre todos. Porque frente a los medios no debemos actuar como usuarios sino, ante todo, como ciudadanos.