¿En quiénes pensamos cuando hablamos de crianza y cuidado? ¿Cuál es la importancia de estas tareas para la sociedad y para la economía? ¿Por qué los estereotipos sobre las maternidades son la base de la desigualdad? Luego del Día de las Madres, un episodio ideal de Detrás de lo invisible, el podcast de La Primera Piedra.
En el último tiempo y gracias a que el derecho al aborto seguro, legal y gratuito llegó a instalarse en la agenda pública y mediática para dar lugar al debate y sanción de la ley a partir de las luchas de los movimientos feministas, se han desnaturalizado el rol de la maternidad como un destino predeterminado y se ha hablado de elección y deseo. En este episodio nos preguntamos qué otros estereotipos se han construido alrededor de la maternidad y también qué es necesario que se instale en la agenda, con políticas que modifiquen concretamente desigualdades.
¿Cuántas veces escuchamos que las mujeres son más “aptas” para esto? ¿Quiénes se encargan mayoritariamente de estar al día de las tareas escolares? ¿A quiénes se dirigen en primer lugar escuela o mediques, por ejemplo, para hablar sobre hijas e hijos? ¿Qué encargos se individualizan en las madres?
Tareas como la educación, la salud, el trabajo doméstico, alimentar, sanar, limpiar, realizar trámites y compras son altamente feminizadas. ¿Qué significa esto? Que históricamente recaen sobre las mujeres e identidades feminizadas. Estas tareas vienen por supuesto de la mano de la crianza y el cuidado de les hijes. ¿Cuántas veces escuchamos que las mujeres son más “aptas” para esto? ¿Quiénes se encargan mayoritariamente de estar al día de las tareas escolares? ¿A quiénes se dirigen en primer lugar escuela o mediques, por ejemplo, para hablar sobre hijas e hijos? ¿Qué encargos se individualizan en las madres?
De acuerdo a la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo de 2021, publicada recientemente por el INDEC, el 91.7 % de las mujeres realiza trabajo no remunerado, mientras que, en el caso de los varones lo hace solamente un 75,1%. Las mayores desigualdades se dan en la participación de las actividades domésticas: 63.6% de las mujeres declararon que preparan y sirven la comida, mientras que en el caso de los varones el porcentaje llega a 24,6%. Algo similar pasa con la limpieza de la vivienda: el 77.1% de mujeres realiza esta actividad, en comparación a un 44,9% de los varones. En tareas de cuidado se observa la mayor diferencia: varones le dedican casi la mitad del tiempo 3.30 en comparación con 6.07 hs. En trabajos como preparar y servir la comida, las mujeres le dedican 1 hs y 28 min más por día en promedio que los varones.
En tareas de cuidado se observa la mayor diferencia: varones le dedican casi la mitad del tiempo 3.30 en comparación con 6.07 hs. En trabajos como preparar y servir la comida, las mujeres le dedican 1 hs y 28 min más por día en promedio que los varones.
El cuidado es central para el sostenimiento de la vida y para la reproducción de la sociedad: es la base de todo el sistema económico. De hecho, en Argentina, las tareas domésticas y de cuidado representan un 15,1% del PBI y es el sector de mayor aporte en toda la economía, seguido por la industria 13,2% y el comercio 13%. Por eso es necesario hablar de “economía del cuidado”, para dar cuenta de su rol productivo y reproductivo y de cómo la sociedad entera se beneficia de esas tareas. Desplazarlas al ámbito privado, hablar de instintos naturales, llevó a invisibilizarlas y feminizarlas, de forma que no sean ni reconocidas ni remuneradas. De todo esto hablamos en este nuevo episodio, disponible en nuestro canal de Spotify.