La Feria de Editores (FED) volvió a confirmarse como un espacio para que quien quiera pueda acercarse y comprobar qué tipo de lector es. También puede llevarse una sorpresa y descubrirse una persona que escribe. O simplemente puede ser una prueba y error para alguien que busca su vocación.
El mundo editorial en Argentina tiene que revisar más seguido los suplementos económicos y financieros que otros. El precio del papel sigue al dólar como un hermano menor tímido y entonces todos los planes de publicación se alteran y modifican. Pero en medio de esos vaivenes también hay lugar para buenas noticias y una es la Feria de Editores (FED), que comprueba que mucho de lo que mueve a este sector no es una cuestión de fe…es más bien una cuestión de FED.
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El evento que tuvo su primera edición en 2013 cuando un puñado de editoriales independientes pusieron unas mesas en La Tribu, creció año tras año -incluyendo el 2020 en su versión virtual pandémica- y este fin de semana tuvo lugar en el C Complejo Art Media. Miles de personas volvieron a recorrer los pasillos que se agrandan de novedades a pesar de todo y se achican ante la cantidad de lectores.
Una respuesta frecuente, casi como un latiguillo irónico, ante cualquier propuesta es: «¿Con esta economía?». Esta nueva edición de la FED se dio en ese contexto
¿Qué parte del mercado justifica un evento como este? Una respuesta frecuente, casi como un latiguillo irónico, ante cualquier propuesta es: «¿Con esta economía?». Esta nueva edición de la FED se dio en ese contexto y con grandes frutos para todos los participantes: editores que pueden charlar de forma directa con el público lector, autores y autoras que ven a sus libros tratados con cariño y defendidos por quienes apostaron por ellos, lectores y lectoras que pueden saber de primera mano qué es lo que va a acompañarlos en sus mesitas de luz.
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La nueva edición tuvo lugar en el C Complejo Art Media. Foto: Gentileza FED
Existe un lugar común que es afirmar que si todo el mundo leyera más asiduamente, nuestra realidad sería mejor. Es bastante probable que sea cierto, pero me imagino que quienes practican esgrima pueden afirmar lo mismo sobre ese deporte o quienes tocan instrumentos musicales. Quizás sea más productivo pensar que existan posibilidades para que toda persona pueda desarrollar sus intereses o probar diferentes hasta encontrar ese que adquiere el poder de obsesión.
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Para el público lector, la FED se convirtió en ese espacio en donde todas las personas comparten un mismo interés, con sus matices y particularidades. En épocas de fronteras liquidez, la Feria de Editores vuelve a brindar consistencia, un refugio de apenas tres días pero que alcanza para que muchas personas armen su almanaque de lecturas. Además, no hay nada más celebratorio que un evento que reúne más de 260 editoriales que esté pensando siempre en avanzar y progresar.
En épocas de fronteras liquidez, la Feria de Editores vuelve a brindar consistencia, un refugio de apenas tres días pero que alcanza para que muchas personas armen su almanaque de lecturas.
«La gente no es peor cuando no lee. Y tiene derecho a leer lo que se le canta. Hay gente que no le gusta la ficción porque no le gusta la ficción, hay otra que lee sólo ficción, hay gente que no lee nada«, señaló Mariana Enríquez en una entrevista a Télam sobre el espíritu religioso que muchas veces se le otorga al acto de leer y también de escribir. La FED es un espacio en donde aquella persona que quiera puede acercarse y comprobar qué tipo de lector es. También puede llevarse una sorpresa y descubrirse una persona que escribe. O simplemente puede ser una prueba y error para alguien que busca su vocación. Humildemente aconsejo hacer el intento, sin importar el resultado.
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