El 22 de abril se conmemorará el “Día de la Tierra”, lo que representa una buena oportunidad para preguntarse cómo se originó el planeta, qué tan dañadas están hoy en día las condiciones ecológicas y cómo se pueden revertir los problemas que la humanidad ha ocasionado sobre el medio ambiente en los últimos años. El futuro de la vida en la Tierra (Capital intelectual, 2017), de Hubert Reeves, puede darnos algunas respuestas y, sobre todo, abrirnos más interrogantes.
Por Julieta Escat
Cada 22 de abril se celebra internacionalmente el “Día de la Tierra”. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió una resolución en 2009 que dio origen a esta conmemoración, pero el verdadero germen de esta efeméride se remonta al 22 de abril de 1970, cuando Gaylord Anton Nelson, un político y activista estadounidense, promovió una gran manifestación en la que se reclamaba la creación de una agencia de protección ambiental. Se trata de un día que, por un lado, rinde homenaje a la Tierra por su capacidad de albergar vida y, al mismo tiempo, representa una toma de conciencia sobre los problemas que amenazan con destruir esa capacidad, como por ejemplo la sobrepoblación humana y la contaminación.
En línea con esta celebración, nos encontramos con El futuro de la vida en la Tierra (Capital intelectual, 2017), un libro escrito por Hubert Reeves. El astrofísico y divulgador científico canadiense plantea en esta obra, al menos, dos grandes interrogantes: ¿cómo se originó la Tierra y la vida que existe en ella? y ¿cómo permanecer en el planeta en buenas condiciones socioambientales?
El astrofísico y divulgador científico canadiense plantea en este libro, al menos, dos grandes interrogantes: ¿cómo se originó la Tierra y la vida que existe en ella? y ¿cómo permanecer en el planeta en buenas condiciones socioambientales?
En cuanto a la pregunta acerca de dónde viene la vida terrestre, Reeves responde con los conocimientos aportados histórica y recientemente por la Astronomía. El autor explica, mediante una escritura amena y entretenida, la constitución del sistema solar, las galaxias y el universo. Pero, al mismo tiempo, reconoce que todavía hay mucho por descubrir, y deja abierta la pregunta sobre si existe vida en otros planetas y si es posible que haya más de un universo.
Aunque afirma que no hay, al momento, pruebas contundentes que confirmen o refuten una y otra hipótesis, Hubert Reeves no se priva de expresar su parecer. “Mi opinión es que existen muchos planetas habitados, muchas personas que han construido telescopios o que se topan con problemas ecológicos similares a los nuestros, en su desarrollo, y que quizás algún día logremos entrar en comunicación con ellos”, asegura el autor.
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El futuro de la vida en la Tierra (Capital intelectual, 2017), un libro escrito por Hubert Reeves
Uno de los puntos más interesantes del libro es que hace notar a los lectores la interrelación que hay entre el universo y la humanidad. “Gracias a las ciencias, hemos descubierto que las estrellas fabricaron los átomos con los cuales estamos constituidos. Cuando palpamos nuestro cuerpo, tocamos tejidos hechos de moléculas, y esas moléculas están hechas de átomos, y esos átomos son sobre todo oxígeno, hidrógeno, carbono, nitrógeno”, afirma Reeves en una de las páginas del libro.
Además, el autor pone en evidencia lo maravillosa y, al mismo tiempo, efímera que es la vida en la Tierra al explicar que toda estrella, como el sol del que depende el planeta, nace, se desarrolla y muere cuando ha agotado su reserva de energía. “El sol, por ejemplo, está hecho de hidrógeno y lo quema en el sentido nuclear del término, eso le da energía y luego, después de un tiempo, en cinco mil millones de años sus reservas se agotarán y morirá. He aquí una estrella que ya es vieja: el sol está en la mitad de su vida”, asevera el astrofísico.
El autor pone en evidencia lo maravillosa y, al mismo tiempo, efímera que es la vida en la Tierra al explicar que toda estrella, como el sol del que depende el planeta, nace, se desarrolla y muere cuando ha agotado su reserva de energía.
Pero mientras el sol siga activo y la Tierra continúe albergando vida, la humanidad debe preguntarse, según Reeves, cómo mejorar las condiciones ecológicas que ella misma ha deteriorado en los últimos años. “Somos la especie que puede construir grandes máquinas, que más bosques puede cortar, que más peces puede pescar, que puede, que puede… Tenemos impacto planetario y la amenaza entonces es de carácter planetaria”, escribe el autor.
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Para tomar medidas en favor del cuidado del planeta, primero la humanidad debe conocer cuáles son exactamente los problemas que está ocasionando, y es entonces cuando Reeves enumera una gran cantidad de actividades dañinas para la Tierra, como la deforestación, el uso de pesticidas en la agricultura productivista y las emisiones de dióxido de carbono producidas, por ejemplo, por los autos y la calefacción de los edificios, que generan un “efecto invernadero”.
El autor explica este último fenómeno de la siguiente manera: “La temperatura sube progresivamente. Como la Tierra se calienta, esto hace derretir los glaciares, en Groenlandia, por ejemplo, o en Alaska. El hielo que se derrite es menos denso que el agua y el agua fundida hace subir el nivel del mar”. Y unas páginas más adelante, agrega que el calentamiento climático provoca que las tormentas sean más numerosas y potentes, y que las temperaturas sean cada vez más extremas.
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Existe, además, otro problema causado por los humanos que perjudica al planeta, y es el de la pesca ilimitada, cuya consecuencia es el vaciamiento de los océanos. Reeves lo plantea así: “Hoy pescamos dos veces más peces que los que se reproducen. Cuando digo que la Tierra no es infinita, quiero decir precisamente eso. Podemos aumentar la potencia de los barcos de pesca, pero hay un límite que no podemos superar: la cantidad de peces en el mar”.
Según el autor, la sobrepoblación humana es un gran inconveniente, porque acarrea otra dificultad aún más grave: la escasez de alimentos. “Hoy hemos superado las 7000 millones de personas, prevemos que la población va a llegar a 9000 millones en 2050″.
Según el autor, la sobrepoblación humana es un gran inconveniente, porque acarrea otra dificultad aún más grave: la escasez de alimentos. “Hoy hemos superado las 7000 millones de personas, prevemos que la población va a llegar a 9000 millones en 2050. Pensamos que después la población disminuirá, pero nada está más lejos de ser seguro. Es uno de los problemas del futuro: cómo dar de comer a toda la gente”, asegura Reeves.
En suma, El futuro de la vida en la Tierra, de Hubert Reeves, es un libro profundamente recomendable, porque plantea, en pocas páginas y de forma muy clara, grandes interrogantes acerca del origen, el estado actual y el porvenir del planeta.
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