«Adentro un bebé del tamaño de un ananá o de un zapallo/ que golpea y baila como yo supe bailar alguna vez en una fiesta/ con movimientos blandos pero encendida/ cuando confiaba en los desconocidos», se lee en uno de los poemas inéditos de la autora marplatense nacida en 1990. Con una voz fresca y detallista, el movimiento y la inestabilidad son parte de su universo: ¿qué dice el tiempo de lo que hicimos? ¿Qué se le puede transmitir a un bebé que está en camino a nacer? ¿Alguna vez volveremos a ser felices e infelices de la misma manera? Esas preguntas, entre otras, quedan después de leer a Agustina Catalano.
Sobre la autora
Agustina Catalano (1990, Mar del Plata). Publicó los libros y fanzines de poesía Un lugar donde pasar el verano (Fantasma, 2019), El tamaño de mis miedos (Concreto editorial, 2018), Dos mil doscientos ochenta y uno (2014) y Correspondencia (en coautoría con Joaquín Correa, 2015), ambos por La Bola Editora. También fue guionista de dos cortometrajes: Creo que es sábado (2018) y La navidad de Griselda (2016). En 2019 fue seleccionada en la Bienal Arte Joven en la categoría Escritores (Poesía).
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1.
De repente miré mi cuerpo tatuado y me arrepentí
de haber puesto algo definitivo encima mío
hasta que me dijiste que era genial
y me enseñaste mi propia cronología a través de los dibujos.
El yin y yang malhecho en plena adolescencia
el rayo de David Bowie a los veintipico
una mujer desnuda montando
un lobo marino que anuncia la peor sudestada a los treinta
y entre medio
la carta del tarot símbolo de juventud y belleza.
Ahí está todo.
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2.
Soy una casita de azúcar y de papa
una piñata a la que le dan y le dan aire y aguanta
un budín de preocupaciones.
Adentro un bebé del tamaño de un ananá o de un zapallo
que golpea y baila como yo supe bailar alguna vez en una fiesta
con movimientos blandos pero encendida
cuando confiaba en los desconocidos
y mi transpiración brillaba hermosa con la primera luz de la mañana.
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3.
Te voy a esperar cantando una canción
mientras limpio pelos de gato adheridos a la ropa como stickers coleccionables.
Hoy es un día extrañamente tranquilo
insípido te diría, si no fuera una palabra tan pretenciosa
ideal para que vengas al mundo y sea todo tuyo.
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4.
Este verano no vamos a ir a la playa.
No voy a enseñarte cómo funcionan algunas cosas
ni decirte que las tormentas mueren en el mar
y hasta los caracoles más originales se convierten en adornos feísimos.
Tampoco vamos a meternos en casas abandonadas
o sacar malezas para montar un picnic familiar.
Este verano no vamos a ir a la playa.
Seguro el calor nos aplaste en alguna terraza
y vos aprendas el arte de la siesta
y yo vuelva a fumar de vez en cuando.
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