El documental «Posverdad: desinformación y el costo de las fake news» estrenado recientemente por HBO busca desentrañar la génesis de la información falsa que circula en internet y las teorías conspirativas que atraen a millones de personas alrededor del mundo. En el medio de la marea de información en la que se encuentra la sociedad actual (especialmente en tiempos de pandemia y encierro) este documental se vuelve una herramienta útil para un análisis urgente.
En 2016, los foros de internet y las redes sociales en Estados Unidos comenzaron a hacerse eco de una teoría que se conoció con el nombre de Pizzagate: usuarios independientes a lo largo del país se unieron para analizar cientos de correos electrónicos filtrados por WikiLeaks y definieron terminantemente que Hillary Clinton y otros políticos demócratas lideraban una red de pedofilia que tenía como centro una pizzería en Washington. Este descubrimiento se basaba en la repetición de ciertas palabras clave en los correos, como «pollo», «pasta», «hot dog» o «queso» que, según los analistas de la red, serían códigos para hablar de trata de personas y abuso sexual. En el contexto electoral previo al triunfo de Donald Trump, esta teoría ganó muchos adeptos que llegaban a viajar hasta el lugar para buscar respuestas. Uno de ellos, convencido de que todo lo que había leído en internet era cierto, terminó irrumpiendo con un arma en la pizzería y dio vuelta el lugar buscando las puertas que daban al supuesto escondite clandestino donde, efectivamente, no había nada más que una cocina.
La historia del Pizzagate es solo uno de los ejemplos mencionados en este documental que busca analizar cómo la era de la posverdad está modificando la forma en la que nos relacionamos con las noticias. Cuando todo puede ser verdad, cualquier teoría sin fundamentos que circula en internet (sea en foros, en videos de Youtube o en redes sociales) tiene potencial de convertirse en un dogma. Así el documental repasa casos en los que se desarrollaron noticias falsas con diferentes fines (políticos, económicos o, simplemente, para sumar seguidores) y el impacto que estas tuvieron en los votantes, los ciudadanos o los mismos periodistas que se enfrentaron con ellas en sus espacios de trabajo.
A pesar de estar centrado en casos ocurridos en Estados Unidos (y, por lo tanto, volverse un tanto difícil de seguir por momentos debido a la falta de contexto), este documental plantea una problemática global que, especialmente en este contexto de pandemia y crisis global, se vuelve necesario debatir. La posverdad es la semilla que permite que crezcan todas las teorías que plantean que el COVID-19 no existe, que el aislamiento es una necesidad impuesta por los laboratorios internacionales para vender vacunas, entre muchas otras que circulan en internet (y en los grupos de Whatsapp) todos los días. Esas noticias falsas no mueren en manos de sus receptores sino que se viralizan y llevan a muchos de ellos a movilizarse en las calles contra medidas o consignas inexistentes.
El documental propone entonces una mirada crítica sobre la difusión de la información en la actualidad y se pregunta también por el rol de los periodistas tradicionales en este contexto. A lo largo del documental se escuchan las voces de periodistas de diversos medios de comunicación estadounidenses dando sus opiniones al respecto. Se llega incluso a cuestionar si no es posible combatir información falsa con teorías conspirativas inventadas por quienes buscan derribarlas, como un arma que cae en buenas manos. Un debate en constante movimiento que vale la pena retomar en estos tiempos de encierro.