Green Book: una amistad sin fronteras es una road movie dirigida por Peter Farrely (Loco por Mary, Irene, yo y mi otro yo, Amor ciego), y protagonizada por Viggo Mortensen y Mahershala Ali en dos roles muy logrados. La historia narra el vínculo de amistad entre un desfachatado chofer blanco descendiente de italianos y un sofisticado pianista negro durante los años ’60, en pleno conflicto por la segregación racial en los Estados Unidos.
El primer dato que conviene saber antes de abordar otras cuestiones es de dónde proviene el título de esta película. The Negro Motorist Green Book (El libro verde para el motorista negro) era una guía anual para viajeros negros de los Estados Unidos en donde se establecía con precisión cuáles eran los lugares que «toleraban» su presencia en las rutas americanas y, por ende, cuáles eran aquellos bares, hoteles y restaurantes a los que convenía no acercarse.
A partir de esta premisa, Peter Farrely construye el relato en torno al vínculo (primero hostil y luego, ya se sabe, entrañable) entre Tony «Lip» Vallelonga (Viggo Mortensen), un tipo rudo del Bronx descendiente de italianos, y Don Shirley (Mahershala Ali), un sofisticado pianista negro amante de la música clásica. Tony acaba de perder su empleo como patovica del Copacabana gracias a uno de sus exabruptos y está en verdaderos aprietos económicos; Don necesita un chofer que lo lleve por el sur de los Estados Unidos en una gira que durará algo más de un mes y que tendrá como corolario una presentación en Nochebuena frente a las elites más «selectas» (y racistas) del país.
La relación entre estos hombres es, esencialmente, de opuestos complementarios: Tony tiene toda la rudeza, extroversión y calle que al músico le faltan, y Shirley está en condiciones de compartir con su chofer buenos modales, hábitos culturales y -sobre todo- un comportamiento caracterizado por esa dignidad que lo ha impulsado a organizar una gira por los estados más conservadores e intolerantes con el único propósito de abrir camino a quienes -como él- padecen discriminación y humillaciones de todo tipo. El viaje unirá a estos hombres (en apariencia distantes), enseñándoles que las diferencias no generan abismos infranqueables sino todo lo contrario.
Los trabajos de Mortensen y Ali son honestos y sólidos, están perfectamente ajustados a las demandas del quión y logran huir de los estereotipos (algo que en esta clase de películas suele ser uno de los mayores riesgos). El minucioso trabajo con la cámara en el interior del vehículo merece ser destacado, porque logra dosificar los momentos de ambos personajes con planos precisos y adecuados. Green Book tiene varios condimentos previsibles y no faltan los elementos didácticos presentes en toda fábula bienintencionada sobre la segregación racial (algo de eso, quizás, la ha ubicado en los primeros puestos del ranking de nominaciones para los principales premios de cinematografía), pero sin dudas gana eficacia y profundidad en los momentos humorísticos que esta dupla (junto a Farrely, claro) logra recrear tan bien en la gran pantalla.
Dato: Viggo Mortensen es un actor que sigue creciendo constantemente, elige muy bien sus participaciones y logra lo que muchos desean y pocos consiguen: crear personajes que quedan en la retina de los espectadores, criaturas entrañables (o demoníacas) que seguimos recordando. Sus trabajos con David Cronenberg son, quizás, algunas de sus mejores interpretaciones. Según declaró Farrely en una entrevista, para actuar en Green Book Mortensen estableció tres condiciones: una de ellas era que en la apertura del film NO figuraran los créditos.
FICHA TÉCNICA
Título original: Green Book // Año: 2018 // País: Estados Unidos // Duración: 130 minutos //Dirección: Peter Farrely // Guión: Brian Hayes Currie, Peter Farrelly, Nick Vallelonga // Música: Kris Bowers // Fotografía: Sean Porter //Reparto: Viggo Mortensen, Mahershala Ali