Llegó la vigésima edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), que inició el 11 y seguirá hasta el 22 de abril. ¿Cómo planificar una agenda entre tanta oferta? La programación es amplia y diversa, con secciones, películas y actividades para todos los gustos y bolsillos. La Primera Piedra te da un pantallazo y propone algunas opciones lideradas por mujeres para armar un plan antes de que las entradas vuelen.
El tradicional BAFICI presenta una opulenta programación, con secciones muy diversas dedicadas a la música, la arquitectura, artistas en acción, derechos humanos, vanguardia y género, gastronomía, documentales, cortos, largos, noches especiales, óperas primas, trayectorias, rescates, el célebre BAFICITO y las competencias argentina, latinoamericana e internacional, más las retrospectivas dedicadas a algunos cineastas como Philippe Garrel o John Waters. Acá proponemos cinco opciones de películas dirigidas por mujeres, en un territorio donde buena parte de los seleccionados y galardonados suelen ser los hombres.
1. Los rubios y Las hijas del fuego (Albertina Carri)
Los rubios se trata de un ensayo audiovisual elaborado por Carri a partir de una experiencia personal que la ha marcado para toda su vida: nada más y nada menos que la desaparición de sus padres en plena dictadura cívico-militar argentina. Con excelentes recursos que exponen desde la primera escena el sentido y valor del artificio, la cineasta explora un género poco transitado en nuestro país para buscar la verdad sobre el paradero de sus progenitores, identificados en el barrio como «los rubios». Magnífico trabajo sobre el rescate de la memoria colectiva (y personal) a través de una obra cinematográfica que reúne múltiples estrategias narrativas y cuenta con la actuación de la gran actriz Analía Couceyro.
Miércoles 18 (18.40 hs. – Recoleta 4) // Jueves 19 (15.50 hs. – Recoleta 4)
Las hijas del fuego está catalogada en el programa de mano como una de las películas más provocativas del festival: quizás porque Carri presenta la historia de una pareja lésbica, porque se narra el plan de rodar una porno, o porque hay sexo explícito y hasta una masturbación. El film de Carri escapa de cualquier intento de etiqueta, y desafía a los espectadores con una búsqueda explícita y tangible del erotismo de las protagonistas en un mundo donde el placer de los sentidos parece depreciarse cada vez más. Hacer este tipo de planteos desde una disciplina como el cine es ya un manifiesto ético-político, porque reaviva la discusión en torno a los sentidos y los cuerpos (que en el audiovisual tienen un papel protagónico y, tal como dice la voz en off, «se vuelven territorio y paisaje ante la cámara»). La obra de Albertina Carri siempre es sugerente, urgente e indispensable.
Miércoles 18 (22 hs. – Caballito 7)
2. Miró. Las huellas del olvido (Franca González)
Este documental se presenta enmarcado en la sección Lugares y es el quinto largometraje de esta realizadora (creadora de Liniers. El trazo simple de las cosas, aquel hermoso retrato del historietista argentino durante una estadía en Montreal a partir de una beca que reunió a estos artistas en medio de la nieve). Aquí González viaja hacia el norte de La Pampa, donde existió un pueblo que hoy yace tapado por la soja. Su vida se cortó abruptamente en 1911, y casi nada sobrevivió de él en la memoria de los pobladores de la zona.
Hace 4 años, un grupo de alumnos que realizaba un picnic frente a una estación de tren abandonada descubrió que algo brillaba en la llanura. Eran miles de fragmentos removidos por el arado. Muchos pueblos pampeanos fueron desapareciendo a lo largo del siglo XX por motivos diferentes. Casi todos tienen algo en común: ya casi nadie los recuerda. Sobre las historias que sobrevuelan este documental subyace una duda incómoda: tal vez sea falsa la idea de que siempre algo perdura en la memoria.
Viernes 20 (20.40 hs. – Recoleta 7) // Domingo 22 (18.30 hs. – Recoleta 9)
3. The asthenic syndrome (Kira Muratova)
El film de la directora ucraniana se presenta como parte de la retrospectiva dedicada a su obra. La historia se enfoca, por un lado, en la vida de una doctora que acaba de perder a su marido y embiste furiosa contra la apatía del mundo; por otro, en la experiencia de un profesor de literatura incapaz de consagrarse a la escritura, que finalmente sucumbe ante la rutina en un sopor infinito. Murotava erige en dos partes un fresco desolador de la sociedad rusa en los años de la perestroika.
Sábado 21 (18.10 hs. – Recoleta 1)
4. Rabot (Christina Vandekerckhove)
El film de la directora belga se encuadra en la sección Arquitectura y parte del conflicto que supone una torre de viviendas sociales a punto de ser demolida. Su ópera prima sigue de cerca a varios de los ocupantes en sus últimos meses de vida en esas instalaciones; allí descubre desgarradores relatos de amor, soledad y pobreza en el corazón opulento de la sociedad occidental.
5. Teatro de guerra (Lola Arias)
En 1982, Argentina y Gran Bretaña pelearon la Guerra de Malvinas/Falklands. La guerra terminó con la victoria del ejército británico y alrededor de mil bajas en ambos bandos. Aunque el conflicto sucedió hace mucho tiempo, la soberanía sobre las islas aún sigue en disputa. Teatro de guerra narra el encuentro de seis veteranos de la Guerra de Malvinas/Falklands para hacer una película. Casi treinta y cinco después del conflicto, tres veteranos ingleses y tres argentinos pasaron meses reconstruyendo sus memorias de guerra.
Esta película documenta el experimento social que significa realizar un proyecto artístico con antiguos enemigos de guerra: las audiciones para encontrar a los protagonistas, los primeros encuentros y conversaciones con ellos, las reconstrucciones escénicas de sus memorias en diferentes espacios: una pileta de natación, una obra en construcción, un regimiento militar. Todas estas escenas de la película son, a la vez, auténticas y artificiales. A veces parece que están sucediendo por primera vez; otras, que se trata de una situación largamente ensayada.