La represión a periodistas y reporteros gráficos marcó las últimas movilizaciones masivas en las que actuaron las fuerzas de seguridad: balas de goma, gases lacrimógenos e incluso detenciones arbitrarias fueron apuntadas contra trabajadores de prensa que buscaban comunicar lo que estaba sucediendo en las calles. Según el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), 48 trabajadores entre periodistas, cronistas y reporteros gráficos fueron heridos durante las marchas de las últimas dos semanas.
Los reporteros gráficos apuntan sus cámaras contra los gendarmes, mientras reprimen a la multitud. Ellos les devuelven el gesto, apuntando con sus armas. Las balas de goma que disparan van a parar directo al corazón de la libertad de expresión. Mostrar la violencia de las fuerzas de seguridad parece ser una amenaza en los tiempos que corren. Luego de la primera movilización contra la reforma previsional el pasado 14 de Diciembre, los diarios Clarín y La Nación decidieron colaborar con la misión de ocultar la represión a periodistas publicando en sus tapas imágenes de hombres tirando piedras. La solidaridad con sus colegas pesa menos que la necesidad ideológica de criminalizar la protesta.
Luego de la primera movilización popular contra la reforma previsional el pasado 14 de Diciembre,los diarios Clarín y La Nación decidieron colaborar con la misión de ocultar la represión a periodistas publicando en sus tapas imágenes de hombres tirando piedras.
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SipreBA) informó que en la última manifestación popular contra la reforma previsional hubo 36 trabajadores de prensa heridos: 23 de ellos recibieron balas de goma mientras realizaban sus tareas periodísticas, 4 fueron atacados con gases lacrimógenos y gas pimienta y 9 fueron atacados por grupos marginales. A su vez, hubo 4 periodistas detenidos arbitrariamente.
En la manifestación del jueves anterior se habían denunciado 12 fotógrafos baleados, 3 periodistas afectados por gases y uno agredido por las fuerzas de seguridad. Desde SiPreBA se exigió «la renuncia de la ministra Patricia Bullrich, la identificación, separación inmediata de la fuerza y procesamiento de todos los policías y gendarmes que en nombre del gobierno nacional responden con violencia al ejercicio de la libertad de prensa».
Desde SiPreBA se exigió «la renuncia de la ministra Patricia Bullrich, la identificación, separación inmediata de la fuerza y procesamiento de todos los policías y gendarmes que en nombre del gobierno nacional responden con violencia al ejercicio de la libertad de prensa».
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ArGRA) convocó a un «camarazo» frente al Congreso en repudio a los ataques sufridos por reporteros gráficos que trabajaban cubriendo las movilizaciones del 14 y 18 de diciembre. Mediante un comunicado denunció que «los trabajadores de prensa que cubren la protesta social son asimilados a “objetivos a reprimir” por parte de las fuerzas de seguridad, por esto exigimos el cese inmediato de la represión a los trabajadores de prensa, y responsabilizamos en forma directa al gobierno, por la seguridad de los periodistas en el ejercicio de su labor».
No disparen contra la prensa. Mañana a las 11:00 #Camarazo frente al Congreso. Convocan @aRGra_ y @SiPreBA. https://t.co/UYRphQmEAA pic.twitter.com/2QPOQhQhmU
— Colectivo de Prensa (@lasredacciones) 26 de diciembre de 2017
El ataque contra los trabajadores de prensa no es una novedad de este último mes, sino que había ocurrido antes en la marcha por el mes de la desaparición de Santiago Maldonado, donde la cacería de la policía resultó en 3 periodistas detenidos, y en 2013 cuando la Policía Metropolitana, bajo el mando de Mauricio Macri, reprimió a periodistas que cubrían el derrumbe de un taller del Hospital Borda. La mayor violencia de las fuerzas de seguridad está apuntada a quienes toman registros fotográficos o fílmicos de las manifestaciones. Como se probó en los asesinatos de Kosteki y Santillán en 2002, la cobertura periodística puede ser clave para determinar responsabilidades.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría especial para la Libertad de Expresión expresaron «preocupación por el uso inadecuado e indiscriminado de la fuerza por parte de agentes de seguridad federales de Argentina, que dejó decenas de heridos, detenidos y de periodistas lesionados». La represión a periodistas y su encubrimiento por los grandes medios de comunicación no puede ser pasada por alto, ya que en estos hechos se juega la libertad de expresión de un país.