Mientras la democracia atravesaba otro diciembre crucial, el presidente Mauricio Macri seguía ayer el desarrollo del debate por la polémica reforma previsional y la insólita militarización y represión en las inmediaciones del Congreso desde la Quinta de Olivos. Según revelaron algunos medios y tal como dejó entrever el propio presidente hoy, en los momentos más brutales, Macri se encontraba jugando al paddle para distraerse.
Gusto a poco y un profundo desconocimiento, quizás intencional, dejó la conferencia de prensa brindada por Mauricio Macri durante el mediodía de hoy. Cubriéndose con frases vacías de política y cargadas de marketing, el presidente afirmó que «su preocupación principal» son los jubilados y los más chicos, justamente los dos sectores en los que la actual reforma previsional realiza recortes más profundos, tal como informamos en reiteradas ocasiones en La Primera Piedra.
Tal como trascendió en distintos medios, durante el día de ayer el presidente iba siguiendo todo lo que acontecía dentro y fuera del Congreso desde la Quinta presidencial de Olivos. En ese lugar, donde durante horas de la noche se llevó una masiva manifestación contra la reforma previsional, su círculo íntimo, le iba brindando información acerca de la conformación del quórom, la multitudinaria concentración y los violentos choques entre policías y manifestantes.
Eso quedó más que en evidencia en algunos fragmentos de su conferencia durante el día de hoy, donde se manifestó vagamente sobre lo ocurrido y depositaba responsabilidades siempre a la oposición y a «los violentos de siempre», sin dar mayores presiciones sobre el contenido duro de la ley o porqué durante una semana se vivió una feroz represión en el centro porteño. Así, se basó en «fragmentos de discursos de diputados» para lanzar sentencias a una población que esperaba su mensaje.
Ahora bien, el dato más estremecedor llegó por parte de una revelación del canal América 24: cuando la represión alcanzó su mayor intensidad y violencia, los colaboradores del Presidente no lograban comunicarse con Macri. ¿Qué era lo que ocurría? Para distenderse, el presidente decidió distraerse y encarar una actividad recreativa con uno de sus pasatiempos preferidos en la residencia de Olivos: jugar al paddle.
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«El mejor equipo de los últimos 50 años» sigue haciendo agua en sus explicaciones a la prensa y, sobre todo, al conjunto de la población. Lo mismo sucedió con la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que minutos después de la conferencia de Macri realizó un anuncio vinculado a un decomiso de droga. A la hora de referirse a la represión de la que es responsable, señaló que «el presidente había descrito exactamente lo que ocurrió». Macri solo habló de la violencia contra los policía, invisibilizando la cacería, represión, abusos de poder y detenciones arbitrarias. Así, cada problema que se le presenta al gobierno, rebota en un frontón cargado de marketing y complicidad de los grandes medios. Un frontón de una cancha de paddle.