Grandes problemas que se dan en nuestra sociedad, se deben concretamente a la falta de soluciones de fondo y a largo plazo para revertirlos. Sin embargo, la realidad es que muchas veces estos conflictos no se reconocen en su totalidad, sin permitir poder analizar las causas fundamentales que los generan.
Debemos reconocer que en algo estamos fallando. Como individuos, como sector público y como sector privado seguimos asumiendo día a día realidades que no deberían ser comunes. Naturalizamos problemáticas como el hambre, la desigualdad social, la pobreza, la exclusión, entre otras, como si éstas en verdad no fuesen hechos y problemas construidos. Queramos o no, debemos admitir que si estos problemas existen es por la desidia en muchos sectores de la sociedad.
La realidad y sus problemáticas son construcciones históricas, se dan por causas que involucran al poder, a los estados, a las clases sociales, al mercado y a la dominación como forma de vida. No se dan de manera aislada y su interrelación con el resto de los conflictos sociales no es ajena. Debemos comenzar a cuestionar temas como la distribución de la riqueza: ¿Por qué el 20% de la población mundial adquiere el 90% de las riquezas, y a la vez, más de mil millones de personas viven con menos de un dólar al día? ¿Por qué los países subdesarrollados son los que más sufren la explotación de los recursos naturales y humanos?, y otras tantas preguntas que requieren de respuestas con análisis complejos.
Es necesario entender que para poder lograr e implementar soluciones para todos estos problemas que atravesamos, debemos antes que nada poder reconocerlos. En la actualidad, hay muchas instituciones que trabajan en pos de mejorar la calidad de vida, sea a nivel ambiental, social, económico y hasta político. En este sentido, la responsabilidad social cumple un rol fundamental para poder afrontar esta situación.
Por esa razón, se necesita del compromiso de los diversos actores de la sociedad para colaborar, incentivar y fomentar la realización de políticas públicas que promuevan un cambio de paradigma para lograr una comunidad más sustentable, justa y equitativa, evitando analizar la realidad de manera aislada, y hacerla de forma profunda e interrelacionada.