En el día de hoy la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Paridad de Género, lo que implica que, a partir del 2019, las listas electorales deberán contar con una representación de mujeres en un 50%. Esta histórica decisión representa un gran avance, resultado de los reclamos del feminismo para lograr la posibilidad de participación igualitaria de las mujeres en la escena política y, por lo tanto, para impulsar las acciones estatales necesarias en un contexto de emergencia por violencia de género. (Foto de portada: Página/12)
En la madrugada del día de hoy, la Cámara de Diputados sancionó finalmente la Ley de Paridad de Género, con 165 votos afirmativos, dos negativos y cuatro abstenciones. Tal como relata Infobae, la norma había sido votada por el Senado hacía más de un año, luego de que los legisladores unificaran siete proyectos. La decisión fue sorpresiva: no formaba parte del plan de Labor Parlamentaria acordado para la sesión, pero su tratamiento fue propuesto durante el recinto, con el apoyo de las mujeres de todos los bloques. La diputada Victoria Donda impulsó la incorporación del dictamen al temario y fue respaldada por su par del Frente Renovador Graciela Camaño.
Con la ley se fija la obligatoriedad de intercalar candidatos varones y mujeres en las listas de legisladores nacionales. A su vez, incorpora la igualdad de género a nivel partidario, aunque en este caso no será obligatorio intercalar postulantes, sino que las listas deberán completarse con un 50 por ciento de representantes de cada sexo.
De acuerdo a Página/12, tras ser votada la incorporación en el temario como último punto, las mujeres solicitaron que se votara de forma inmediata, lo que fue aceptado por el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. La norma modifica el Código Nacional Electoral con el artículo 60 bis, la Ley 26.571 de Democratización de la Representación Política, y la Ley 23.298 Orgánica de los Partidos Políticos. Así, se fija la obligatoriedad de intercalar candidatos varones y mujeres en las listas de legisladores nacionales. A su vez, la ley incorpora la igualdad de género a nivel partidario, aunque en este caso no será obligatorio intercalar postulantes, sino que las listas deberán completarse con un 50 por ciento de representantes de cada sexo.
Según puede leerse en Cosecha Roja, si bien las mujeres son más del 50 por ciento de la población argentina, el 60 por ciento de las estudiantes y graduadas universitarias y la mitad de la fuerza de trabajo, en los lugares de toma de decisión están subrepresentadas: son el 36 por ciento en la Cámara de Diputados y el 42 en el Senado de la Nación; el 14 en la dirección de los ministerios del Poder Ejecutivo y apenas el 24 en los tribunales superiores y cortes del Poder Judicial. Entre los camaristas y jueces, el 34 y 46 por ciento respectivamente son mujeres: a medida que baja el nivel de decisión, aumenta la presencia femenina.
Las cifras dan cuenta del lugar al que la mujer aún hoy en día es relegada como consecuencia de la estructura patriarcal de la sociedad, que reserva los privilegios a los varones. La palabra de las mujeres es desestimada a costa de la opresión y de relaciones asimétricas de poder que, gracias a estas decisiones producto del trabajo activo de la denuncia y la militancia feministas, comienzan a deconstruirse.