La entrega de los premios Martín Fierro de radio del sábado fue atravesada por los reclamos contra la preocupante situación laboral de periodistas y medios de comunicación en el país. La semana pasada fue anunciado el cierre de la agencia de noticias DyN, la quiebra de Radio Rivadavia y la falta de pago a los periodistas del Grupo Indalo. Tras la fuerte oposición a la Ley de Medios y al reparto de pauta oficial del gobierno kirchnerista, el actual gobierno no ha logrado mantener un equilibrado mapa de medios en Argentina.
«TN puede desaparecer» fue un polémico spot publicitario de la señal de noticias del Grupo Clarín antes de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. A través de un juego de palabras («Todos Nosotros, ¿Tendremos Noticias?»), el canal se preguntaba si luego de las decisiones tomadas por el gobierno nacional de entonces para limitar los multimedios, sería posible mantener el derecho a la libertad de expresión. TN no desapareció, sino que junto a su grupo se hicieron más y más poderosos, mientras el interrogante sobre el futuro de los medios de comunicación y la seguridad laboral de los periodistas se posiciona nuevamente en el centro de la escena.
TN no desapareció, sino que junto a su grupo se hicieron más y más poderosos, mientras el interrogante sobre el futuro de los medios de comunicación y la seguridad laboral de los periodistas se posiciona nuevamente en el centro de la escena.
El miércoles pasado fue publicado en el Boletín Oficial el anuncio del cierre de la agencia de noticia DyN (Diarios y Noticias), luego de 35 años de trabajo. La agencia emplea a casi 100 trabajadores y sus accionistas principales son los diarios Clarín, La Nación, La Gaceta y Río Negro. El delegado gremial de la agencia, Santiago Magrone, argumentó que las «motivaciones y decisiones son de carácter político», poniendo el foco en la fuerte presencia a nivel nacional de la información difundida por DyN.
El caso de la agencia DyN no es aislado, y se enmarca en una situación de inseguridad laboral que viven los periodistas en los últimos dos años. Según el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), se han perdido 1500 puestos de trabajo en medios de comunicación desde el 2015 hasta la fecha, solo en la Ciudad de Buenos Aires. Además de los despidos y los cierres de medios, se han dispuesto otros métodos de reducción de personal como las jubilaciones anticipadas y los retiros voluntarios, que se han aplicado en los grandes medios.
La semana pasada se conoció también la noticia de la quiebra de Radio Rivadavia y la desvinculación de sus principales referentes, Oscar González Oro, Germán Paoloski y Rosario Lufrano. El empresario Guillermo Whpei anunció que ya no es más el dueño de la emisora y que ahora está al mando el síndico judicial. Aún debe ser resuelto quién pagará los sueldos de los 100 empleados de la radio, y el futuro al aire de la histórica AM.
Según el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), se han perdido 1500 puestos de trabajo en medios de comunicación desde el 2015 hasta la fecha, solo en la Ciudad de Buenos Aires.
A su vez, los periodistas del Grupo Indalo (agrupados en C5N, Radio 10, Mega 98.3, One 103.7, Vale 97.5 entre otras) denunciaron la falta de pago de sueldos y la propuesta de pagos en cuotas tras el anuncio de que el grupo dejará de ser propiedad de Cristóbal López para ser vendido al grupo inversor OP Investments, radicado en Estados Unidos. El conflicto en Grupo Indalo fue el reclamo central en la entrega de los premios Martín Fierro. Varios ganadores mencionaron la importancia de cuidar los puestos de trabajo de los periodistas en este contexto preocupante.
Reynaldo Sietecase fue quien expresó una opinión más fuerte, ya que a través de la voz de su equipo, pidió al gobierno «que no mire para otro lado, que se hagan cargo porque menos medios implica menos voces y menos voces implica menos libertad de expresión, hay algunos que se pasan echándole la culpa al Gobierno anterior o a los empresarios que se fueron». Quien le respondió duramente fue Alfredo Leuco, quien al subir a recibir su premio ubicó la principal responsabilidad en los dueños de los medios. «Lamento mucho los compañeros que quedaron sin trabajo, pero hay que saber elegir bien quién es el tipo que tiene que estar en los medios de comunicación«, argumentó.
Reynaldo Sietecase pidió al gobierno «que no mire para otro lado, que se hagan cargo porque menos medios implica menos voces y menos voces implica menos libertad de expresión, hay algunos que se pasan echándole la culpa al Gobierno anterior o a los empresarios que se fueron».
Aquella responsabilidad que en la época del debate por la Ley de Medios era propiedad de un Estado que venía a destruir la libertad de expresión, ahora es puesta únicamente sobre las cabezas de los empresarios a cargo. Sin embargo, el Estado debe garantizar la pluralidad de voces en los medios de comunicación, ya que tener la posibilidad de recibir información de múltiples fuentes y perspectivas ayuda al fortalecimiento de la democracia.