Los poemas que integran () (Elemento Disruptivo Editora, 2016) de Clara Inés conforman un libro que se sostiene tanto en su totalidad como en cada una de sus páginas. En un diálogo constante entre lo que se dice y lo que se da a entender, lo que se entiende y lo que se sobreentiende, lo que se ve y lo que se deja entrever, el poemario narra una historia de ausencias dolorosas, inclusos hasta en la presencia de las dos personas.
Sobre Clara Inés
Clara Inés nació la provincia de Buenos Aires en 1991. Cursó distintas carreras y actualmente se dedica a la cocina. En 2014 co-fundó la editorial Elemento Disruptivo Editora. Publicó Hora Pico, poemasparaleealasapuradas y Oda a los ’90.
Lo que se deja entrever
En el colegio se enseña, en primera instancia, que lo que se encuentra entre paréntesis no se lee (sobre todo asociado a la lectura de obras de teatro infantiles), para después ir complejizando esa cuestión. En el libro () (Elemento Disruptivo Editora, 2016) de Clara Inés, sin embargo, todo lo que se dice entre paréntesis cobra un pesos más importante que aquello que se expresa de forma directa.
En un diálogo constante -muchas veces con uno mismo- entre lo que se dice y lo que no, acompañado por ilustraciones de Agustina Smith, hay una historia que se va narrando a partir de las pequeñas cotidianidades: objetos, costumbres y rutinas que no solo delatan el dolor de una ausencia, sino también todo lo que una presencia puede disimular. Puede leerse, por ejemplo: «Deambulo por este kilométrico monoambiente/ y no puedo creer lo vacío que está»; o también: «Hasta que no nos hayamos devuelto todos los libros/ no vamos a poder/ cortar/ con todo esto».
Haciendo uso de la brevedad como un recurso más que certero, Clara Inés parece no querer ahondar en detalles a la hora de escribir, porque en definitiva todo parece estar oculto en lo que nos rodea y, al igual que cuando se juega a la mancha, solo hace falta verlo por un momento y nombrarlo para que se nos abalance encima. Escribe: «Cargamos/ de significados los objetos/ y así andamos/ acumulando días que no queremos perder».
Logrando un libro que se sostiene por la suma de sus partes y también por cada uno de sus fragmentos por separado, la lucha entre lo que se ve y lo que se deja entrever -parafraseando a Coiffeur– es la gran protagonista de (). Clara Inés no toma partido y disfruta de esa ambivalencia: «parpadeo intentando hacerte desaparecer/ pero entre el abrir y cerrar puedo verte». En el problema de las distancias, después de todo, anida todos los sentidos que introducimos en el medio. La poesía, en parte, se ocupa de entender apenas un poco algo de todo ese lío y el libro de Clara Inés es un claro ejemplo de eso.
