Sabemos desde hace mucho tiempo que alrededor de nuestro planeta y de la Vía Láctea hay otros millones de astros. Al hombre ese descubrimiento lo ha llevado a pensar a lo largo de la historia sobre la existencia de vida fuera de la Tierra.
La NASA tiene en este momento múltiples misiones espaciales con diferentes objetivos. Pero si hablamos de la posibilidad de vida de civilizaciones en otros planetas, en marzo del año 2009 fue lanzado el observatorio espacial Kepler. Fue la primera misión de la NASA para encontrar planetas similares a la Tierra que se encuentren cerca de las zonas habitables. Estos son planetas que se ubican a la distancia justa de una estrella para que su temperatura sea moderada pudiendo mantener de esta forma agua en estado líquido.
En febrero de 2014 se conocieron los resultados de los dos primeros años de las misiones del Kepler. Descubrió 715 planetas nuevos. Por lo tanto, podemos afirmar con certeza que poseemos muchos más vecinos de los que conocíamos hasta el momento: aproximadamente habían sido identificados 1.000 planetas. De esta forma, la misión prácticamente duplicó el conjunto.
De esos planetas, solamente cuatro se encuentran en lo que la NASA llama «zona habitable», es decir que potencialmente pueden soportar vida. «Hemos sido capaces de abrir el cuello de botella para acceder a una gran cantidad de planetas y presentarle al público más de 20 veces el número de planetas que jamás se ha encontrado y anunciado a la vez», dijo el científico planetario de la NASA en California, Jack Lissauer.
«Cuanto más exploramos encontramos más rastros familiares de nosotros mismos en las estrellas que nos recuerdan a nuestro hogar,» dijo Jason Rowe, un científico de investigación en el instituto SETI, en Mountain View, California, y también colíder del equipo de investigación.
En cuanto a las dimensiones, la NASA dice que el 95% de los planetas descubiertos por Kepler son más pequeños que Neptuno. De los cuatro planetas ubicados en zonas habitables, uno es aproximadamente dos veces el tamaño de la Tierra y su órbita alrededor de una estrella es la mitad del tamaño de la que realiza nuestro planeta alrededor del sol, en un ciclo de 30 días. Los otros tres cuerpos celestes que también están en zonas habitables, son aproximadamente el doble del tamaño de la Tierra.
Douglas Hudgins, científico de la división de astrofísica de la NASA, dijo: “Kepler realmente ha sido un gran cambio en la manera en que entendemos la increíble diversidad de planetas y sistemas planetarios en nuestra galaxia».
Con este y otros tantos proyectos activos en este momento, la NASA demuestra una vez más que posee científicos sumamente capaces y tecnología que avanza a pasos agigantados. Ahora resta esperar el análisis de los datos de los otros años de misión del Kepler: todavía pueden estar muchos más planetas por venir.