Los cuentos que integran Monstruos geométricos (17grises editora, 2016) de Denis Fernández proponen un realismo que incomoda al lector debido al continuo diálogo con elementos propios de lo fantástico y también de la ciencia ficción. Coqueteando a veces con el registro periodístico, del que toma la puntualidad y la economía de palabras, hay en estos relatos algo que seduce e intriga al mismo tiempo.
Sobre el autor
Denis Fernández nació en Buenos Aires en 1986. Es periodista y escritor. Dirige la editorial Marciana. Publicó Tucson, Arizona (Tammy Metzler, 2016) y El adiestrador de peces (2015), en el maro del programa «Leer es futuro» coordinado por el Ministerio de Cultura de la Nación.
Lo fantástico anida en la ciencia
Dentro de la narrativa argentina actual, puede reconocerse una vertiente que vuelve a introducirse en un terrero que había sido dejado de lado por un tiempo: lo fantástico. Ese es el caso de Monstruos geométricos (17grises editora, 2016) de Denis Fernández, donde los relatos dan un panorama extraño de una realidad cercana. En ese sentido, los intercambios entre la fantasía y el realismo es constante en el libro, lo que genera un factor de seducción con el lector.
Un ejemplo más que evidente de ese comercio constante entre lo extraño y lo normal es el relato «Los perros suicidad», segundo cuento del libro. Las dos historias que se van intercalando siguen el mismo juego: una realidad reconocible, donde el lector puede sentirse identificado de manera inmediata sino fuera por un factor clave: la sensación de que hay algo que no se cuenta y espera agazapado del otro lado de la página.
Otro rasgo distintivo de los cuentos que integran Monstruos geométricos es el registro periodístico que habita en ellos, ya sea por un narrador omnipresente o el protagonista de a historia que toma la voz cantante. La economía de palabras da agilidad a los relatos, al mismo tiempo que crea un verosímil aún mayor cuando algunos elementos cercanos a la ciencia ficción. Tal como dice por Francisco Bitar en la contratapa: «Hay en el centro de cada uno de estos cuentos un dato que permite edificarlos y que los pone en serie. El carácter de ese dato es extraño o extraordinario, aunque la composición del cuento que se apoye en una consignación de tipo realista».
Para concluir, se puede afirmar que la célebre teoría del iceberg de Ernest Hemingway aparece presente en los relatos de Denis Fernández, pero con un agregado que la hace más inquietante y la complejiza: ¿es más hielo lo que no podemos ver? ¿O es acaso algo que no vamos a poder calificar de manera simple? En esa línea se mueven los relatos de Monstruos geométricos y será el lector el que tenga la respuesta final con su inquietud.
