El cierre de la fábrica de PepsiCo en el barrio de Florida se suma a la lista de plantas productoras que han cerrado sus puertas desde la asunción de Mauricio Macri como presidente. Según el Indec, cerca de 5000 fábricas cerraron durante el año 2016 y el mercado ofrece 68.314 puestos de trabajo menos que el año anterior. El impacto de las decisiones económicas y la falta de responsabilidad del Estado contribuyen a profundizar el contexto de desestabilización laboral.
La semana pasada, 600 trabajadores de la planta de PepsiCo, ubicada en el barrio de Florida, se enteraron del cierre de la fábrica a través de un cartel pegado en la puerta que encontraron al llegar a sus puestos de trabajo. La misma escena que se había presentado en el cierre de la planta de AGR-Clarín y en otras empresas unos meses antes, disparó una medida de fuerza por parte de los trabajadores que buscan una solución que el Estado no puede garantizarles.
Frente a la incertidumbre de su futuro laboral, un grupo de trabajadores despedidos decidió tomar la planta para exigir una respuesta de la empresa multinacional o algún respaldo por parte del Ministerio de Trabajo de la Nación. Los trabajadores afirman que al momento del cierre la empresa estaba en «pleno proceso productivo» y que la decisión se tomó únicamente para maximizar los ingresos de la empresa que posee otra planta productora en Mar del Plata, sin tener en cuenta los derechos de sus trabajadores. Durante el día de hoy, buscan visibilizar su reclamo al bloquear la distribución de otra planta de la empresa con el apoyo del líder de Camioneros, Pablo Moyano.
Frente a la incertidumbre de su futuro laboral, un grupo de trabajadores despedidos decidió tomar la planta para exigir una respuesta de la empresa multinacional o algún respaldo por parte del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Ayer se conoció también el cierre de la empresa gráfica FanGraf en Floresta, que dejó en la calle a 25 trabajadores sin aviso previo. Al igual que en el caso de PepsiCo, los empleados se enteraron del cierre de la fábrica cuando se presentaron el lunes en sus puestos de trabajo. Los trabajadores mencionaron que el sector gráfico enfrenta una situación difícil y que la producción y las ventas venían disminuyendo paulatinamente.
El Secretario de Emprendedores y Pymes, Mariano Mayer, confirmó que durante el año 2016 cerraron entre 5000 y 6000 Pymes en todo el país. El rol de estas pequeñas empresas en el contexto de la desestabilización laboral es muy importante, ya que, según el informe presentado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), las compañías más pequeñas son las que más se resisten a despedir empleados. El análisis basado en las estadísticas oficiales del Sistema Integrado y Previsional Argentino (SIPA) afirma que en las grandes empresas el impacto de los despidos es mucho mayor que en las de menor tamaño.
El rol de las pequeñas empresas en el contexto de la desestabilización laboral es muy importante, ya que las compañías más pequeñas son las que más se resisten a despedir empleados.
Según las Estadísticas de Registros Laborales publicadas por el Indec en Abril de este año, durante el último trimestre del 2016 el mercado ofreció 68.314 puestos de trabajo menos que en el mismo período del año 2015, registrando una baja del 1%. El número de empresas registradas muestra la desaparición de 4.462 firmas en un año. Los sectores más golpeados por la destrucción del empleo son la Construcción (-8%), la Explotación Minera (6,9%) y la Industria Manufacturera (-3,7%).
Según las Estadísticas de Registros Laborales publicadas por el Indec en Abril de este año, durante el último trimestre del 2016 el mercado ofreció 68.314 puestos de trabajo menos que en el mismo período del año 2015, registrando una baja del 1%.
Este contexto laboral es favorable para situaciones de flexibilización laboral y también impone grandes dificultades para que aquellos trabajadores despedidos puedan reinsertarse en el mercado fácilmente.