El libro Para pintar (Ronda editorial, 2017) de Xul Solar es un claro convite a introducirse dentro del mundo artístico sin tabúes ni prejuicios, dejando que sea el lector quien haga su propio camino. Con datos biográficos sin caer en tonos enciclopédicos y explicaciones sobre el mundo de la pintura y el arte lejos de snobismos, este libro objeto es una obra de arte en sí mismo. Con las pinturas sin su color original, será la imaginación quien deberá completar los cuadros.
Sobre el autor
Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari, o simplemente Xul Solar, nació el 14 de diciembre de 1887. en San Fernando, provincia de Buenos Aires. Es uno de los grandes pintores del siglo XX. Genio incomparable por lo singular de su vida y obra: astrólogo, músico, lingüista, místico y poeta al mismo tiempo. Falleció el 9 de abril de 1963 en Tigre.
Una invitación al goce estético
Invitar a conocer un artista, más cuando se trata de un caso tan peculiar como Xul Solar y, nunca es tarea fácil. Muchos son los que cayeron en el campo minado del snobismo y la falta de creatividad, haciéndole poco honor a la vida y obra del pintor argentino nacido en 1887. El libro objeto Para pintar (Ronda editorial, 2017) asume ese desafío más que satisfactoriamente, donde los detalles están cuidados al máximo, logrando que cualquier persona que se atreva, pueda adentrarse en el universo de Xul Solar.
Con una delicada combinación de datos artísticos, información biográfica y la aparición de la obra del artista argentino, Para pintar es una propuesta moderna que hace honor a los conceptos que Xul Solar manejaba como estandarte: querer volverse experto en algo que todavía no se inventó, apostar por lo nuevo, explorar más allá de lo que otros se animaron. Lejos del ambiente frío y hostil del enciclopedismo, este libro es lúdico y amable, algo que para nada es poca cosa dentro del mundo del arte.
En ese sentido, los aspectos mínimos están tan cuidados en esta edición que hasta los silencios -el espacio en blanco en el caso de un libro- también comunican. Evitando la saturación, Para pintar tiene el aire necesario para que la obra se sienta cómoda y libre en un formato tan acotado como la edición en papel. Así, muchas veces los límites son difusos y los distintos cuadros salen a golpear de lleno en la mirada curiosa del lector, que en ningún momento se siente agobiado.
Para pintar, además, muestra a un Xul Solar sin el color que lo caracterizaba, permitiendo observar otros detalles con mayor detenimiento en su obra. Lejos de ser una ausencia, esta decisión estética apuesta a que sea la imaginación del lector el que complete con sus propios colores la obra del pintor argentino. Evitando dar todo digerido, este libro permite jugar y moldear con las manos la obra de arte, logrando rememorar los libros álbum que tanto fascinan en la infancia.
En resumen, Ronda editorial logra con este primer libro mostrar una intensión seria de correr el velo elitista del arte para que cualquiera que se anime pueda apreciarlo con sus propias armas. Sin guías turísticas ni recorridos prefijados, Xul Solar habla por sí mismo, rodeado gentilmente de datos biográficos que lejos de entorpecer la tarea, la enaltecen. Después de todo, ¿qué mejor para una obra de arte que ser reflejada en un libro que está a su misma altura?
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