El libro La canción de aire (Modesto Rimba, 2016) de Mere Echagüe le pone voz y cuerpo a todo aquello que llega sin pedir permiso y exige una respuesta. Con las pasiones como tema principal, este poemario logra señalar que cualquier acción humana es un acto sumamente complejo. Con un estilo fresco, ligero, aunque no liviano, la autora deja que el lector cargue su propia historia en cada poema.
Sobre la autora
Mere Echagüe nació en el año 1987 en Posadas, provincia de Misiones y vive en la Ciudad de Buenos Aires desde 2011. Es traductora literaria de inglés. Empezó a escribir poesía en la adolescencia y en 2013 participó por primera vez de un taller de escritura creativa, donde comenzó a gestarse silenciosamente su primer libro. Forma parte hace seis años del grupo de teatro comunitario Matemurga como vecina actriz.
Sobre lo que no pide permiso
Aunque armemos estrategias, dietas planificadas y consultemos el clima a diario, la mayoría de las cosas llegan sin pedir permiso, dejando que cada uno tenga que resolver lo inesperado por su cuenta. El libro La canción de aire (Modesto Rimba, 2016) de Mere Echagüe habla de esa complejidad cotidiana a través de poemas frescos, con un estilo descontracturado que no por eso dejan al lector con una sensación de simpleza, más bien lo contrario.
Las relaciones familiares, amorosas y con uno mismo se ven expuestos en Canción de aire lejos de los formalismos y la corrección política. En cambio, son puestos en escena bajo una luz que ilumina e incomoda. Escribe la autora: «No me vuelvas loca/ no me digas que/ es mentira./ Desarmé/ cientos/ de veces/ mi cerebro/ buscando la forma/ de demostrarte/ pero no querés/ ver/ escuchar entender». Esa elección de la segunda persona va a ser una elección recurrente a lo largo del poemario para interpelar al lector que en los versos de Echagüe ve el aire suficiente para completar con su propia experiencia.
Es precisamente en esa frescura que tiene Echagüe a la hora de escribir que da lugar a que los sentidos se llenen de nuevo en cada lectura y a medida que las imágenes -exteriores e interiores- se van pasando a lo largo de Canción de aire. Fragmentos como «no sé si es muy tarde/ o muy temprano/ cualquier opción/ me incomoda» o «Elegís:/ sentirte bella/ es también/ ejercer la libertad» proponen ligeresa y profundidad al mismo tiempo, en una interpelación camuflada que cumple con su objetivo.
Lo inesperado llega todo el tiempo y la poesía es una forma de hacerle frente. Si bien difícilmente algo vuelva a su estado original, sí se puede comprender desde otro ángulo todo lo nuevo que llega hasta ese momento en que otra cosa lo reemplace. Escribe Echagüe en esa misma dirección: «Todo eso/ que nunca fue mío/ se fue con vos/ caminando despacito/ por la vereda de enfrente».