«Cualquier cosa que remitía a sexo o a mujeres desnudas era pensado desde la mirada de la objetivización, y eso a veces nublaba la posibilidad de ir más allá y de pensar el placer femenino desde otro lado», comenta sobre la relación entre la lucha de género y un ritmo musical generalmente machista. (Foto de portada: Julián Merlo / Arte de tapa: Emanuel Nem)
Chocolate Remix nació en 2013 a partir de la publicación en redes sociales de su primer canción: «Nos hagamos cargo». El proyecto de banda comenzó como una crítica al contenido machista del reggaetón, resignificándolo desde la enunciación del placer femenino en clave queer pensado por y para la mujer.
A mediados del año pasado, la banda presentó su primer single, “Como me gusta a mí”, el cual funciona como adelanto de su disco. Actualmente, Chocolate Remix se encuentra preparando su nueva gira por Europa y esta noche presenta Sátira, en un evento que abrirán las Kumbia Queers en el Centro Cultural Matienzo.
─¿Cómo viviste estos últimos años el notorio crecimiento de Chocolate Remix?
─Creo que el envión sucedió cuando empecé a programar el disco. Sentía que ya había forjado mi identidad como cantante, porque antes había sido solo instrumentista, y recién en ese momento me sentía con algo sólido y armado, y decidí encarar un disco. Soy muy respetuosa del formato, pero en el disco quería que se reflejara mi trabajo. Cerca de mitad del año pasado comenzó una vorágine de no parar que fue cuando salió el single “Como me gusta a mí”, con un video, como adelanto de lo que se venía. En ese momento yo estaba de gira por Europa, lancé el video estando allá, y desde ahí que todo siguió en movimiento.
─Ahora que ya salió Sátira, ¿cómo ves ese proceso terminado?
─Desde la preproducción hasta hoy diría que pasó un año y medio de laburo. Producir, componer, grabar, editar, masterizar, pensar el arte junto a Emanuel Nem… Cada cosa lleva su tiempo, al igual que pensar el nombre del disco. Es mucho laburo tener que estar constantemente teniendo en cuenta el criterio, pero yo la pasé muy bien. Ahora que ya está afuera, no lo puedo creer. Para mí un disco significa un montón.
Una periodista que me entrevistó en España me dijo ‘yo escucho tus canciones y me re ponen’ (…) Esto me hizo reflexionar en el lugar en el que me paro para enunciar con respecto al reggaetón heterosexual que critico desde esa gran diferencia que entendemos como machismo en estos términos.
─El disco está compuesto por nuevas producciones pero también incluye algunos temas de Chocolate Remix más viejos. ¿Cómo fue ese reencuentro con tus primeras producciones?
─Fue como producirlas de nuevo. La primera etapa de Chocolate Remix fue como un experimento mío, en el estudio, algo más de probar, y ahora tuve que trabajarlas a nivel disco, con otro nivel de detalle y de cuidado, y con otro nivel de producción. Había quedado de ellas el espíritu, la letra, pero musicalmente tuve que reencontrarlas y las trabajé con Kevin Rivas, mi productor.
─En los comienzos de Chocolate Remix hubo cierta reticencia de algún sector del feminismo con respecto al contenido y al formato de las canciones, ¿cómo vivís eso ahora?
─Creo que lo que pasó con Chocolate Remix se fue acompañando, también, con las nuevas luchas y con nuevas corrientes que fueron apareciendo dentro del feminismo. Cuando comenzó a girar Chocolate Remix, lo que estaba en boga era el tema de la objetivización, entonces casi todo se leía con ese filtro. Cualquier cosa que remitía a sexo o a mujeres desnudas era pensado desde esa mirada, y eso a veces nublaba la posibilidad de ir más allá y de pensar el placer femenino desde otro lado. En algún punto, la idea también tenía que ver con correrse de esa postura y parte de mi laburo tenía que ver con eso. Fue un tema que estuvo en boga en el feminismo, y durante los últimos años se pudo empezar a pensar en el placer femenino desde otro lado y ya no como mujeres-sujetos-objetos-pasivos que solo pueden responder al placer masculino. Nos fuimos acompañando mutuamente, las nuevas corrientes del feminismo con lo que yo venía haciendo, hasta alcanzar otro nivel de lectura.
─¿Sentís que a medida que a medida que tu visibilidad aumenta, aumenta tu responsabilidad?
─Más que como una responsabilidad lo vivo como un compromiso con lo que hago, y eso es lo que ofrezco. Yo no creo que vengo a decir las verdades ni cómo son las cosas, mi rol es otro. Presento ficciones diversas y la gente reflexiona sobre eso. Presento una escena que completa el que lo ve, el que lo escucha, con su manera de pensar y de ver las cosas. La responsabilidad es compartida con quien lo recibe.
─En cierto modo, estás construyendo una ficción homoerótica lesbiana, ¿tuviste respuestas en relación a eso?
─Una vez me dijeron algo muy bueno. Una periodista que me entrevistó en España me dijo ‘yo escucho tus canciones y me re ponen’. Preguntó a sus amigas heterosexuales si se excitan cuando escuchan reggaetón, y le contestaron que en general no, que las letras hablan de sexo pero las enuncia un hombre y las enuncia desde una distancia del placer femenino que a la mujer no le seduce. Esto me hizo reflexionar en el lugar en el que me paro para enunciar con respecto al reggaetón heterosexual que critico desde esa gran diferencia que entendemos como machismo en estos términos.
─Estás por emprender una nueva gira por Europa, ¿cómo te preparás?
─Ahora se trata de volver y presentar el disco. Surgieron invitaciones y propuestas para participar de algunos festivales, así que la misma gente con la que hice la gira el año pasado se entusiasmó con la idea y estamos volviendo a armarla. Toqué en lugares muy variados, desde Madrid hasta pueblos pequeñísimos con gente muy grande, y en todos lados la recepción fue buenísima.
Durante los últimos años se pudo empezar a pensar en el placer femenino desde otro lado y ya no como mujeres-sujetos-objetos-pasivos que solo pueden responder al placer masculino. Nos fuimos acompañando mutuamente, las nuevas corrientes del feminismo con lo que yo venía haciendo, hasta alcanzar otro nivel de lectura.
─¿Cómo te preparás para la presentación en el Matienzo?
─Vengo un poco sin parar, pero re contenta. Estoy haciendo algo que me gusta, como me gusta y trabajando con un equipo súper profesional de gente que se re enganchó con el proyecto. Eso hace que todo se potencie un montón, ponés un brote y te crece un árbol. Es la primera vez que voy a tocar con banda, con bajo, percusión, tecladista, trompeta y trombón, y eso es totalmente nuevo. Abren las Kumbia Queers, me van a acompañar las bailarinas, va a tener mucho despliegue. Hay mucho laburo de vestuario, laburo de iluminación. Vamos a estar ahí, tirando mucho brillo.