A casi 60 años de la revolución que marcó un horizonte socialista en latinoamerica, murió Fidel Castro, dejando una demostración concreta de que un sistema menos desigual es posible, algo bastante alejado de las evidencias que puede mostrar cualquier otro país capitalista. Con sus contradicciones, conflictos y problemas, la revolución cubana logró sobrevivir tras un brutal bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, extendiendo a toda la población un acceso igualitario a la educación, salud y alimentos. ¿Cuáles son los ejemplos que Cuba expone en la cara del capitalismo más salvaje?
Tras vivir años bajo la sombra de Estados Unidos, donde la pobreza y hambre eran moneda corriente para la mayor parte de la población campesina de Cuba, la guerrilla luchó dos años para lograr la ansiada revolución que apoyó el propio pueblo. Mucho tiempo ya ha pasado de aquel hito latinoamericano en 1959 y Cuba es un ejemplo concreto que demuestra la posibilidad de enfrentar al capitalismo y a las potencias más duras en su cara.
Mucho tiempo ya ha pasado de aquel hito latinoamericano en 1959 y Cuba es un ejemplo concreto que demuestra la posibilidad de enfrentar al capitalismo y a las potencias más duras en su cara.
A pesar de los vanos intentos de deslegitimar la revolución, la instalación de mentiras y hasta los atentados constantes contra la vida de Fidel Castro, Estados Unidos nunca pudo superar que la experiencia del socialismo se consolidara tan cerca de su territorio. Si bien el régimen cubano expone varias contradicciones, es necesario mencionar algunos hechos que consolidan a Cuba como un país ejemplar en términos de salud y educación.
En la cara del capitalismo
La revolución en Cuba lo primero que se planteó luego de ingresar victoriosos en la ciudad de La Habana fue ampliar la educación y la salud a toda su población. En estos más de 60 años, ha sido capaz de eliminar el analfabetismo en toda la población, obtener los mejores estándares mundiales de salud, desarrollar investigaciones científicas que se han entregado a todo el mundo y garantizar vivienda y trabajo a todo un pueblo.
En estos más de 60 años, ha sido capaz de eliminar el analfabetismo en toda la población, obtener los mejores estándares mundiales de salud, desarrollar investigaciones científicas que se han entregado a todo el mundo y garantizar vivienda y trabajo a todo un pueblo.
Cuba es el único país latinoamericano sin desnutrición infantil, tiene la esperanza de vida más alta de América Latina y cuenta con una escolarización del cien por ciento. No en vano rezan los famosos carteles: «Cada año, 80 mil niños mueren víctimas de enfermedades evitables. Ninguno es cubano». «Esta noche, 200 millones de niños dormirán en las calles del mundo. Ninguno es cubano». Todos estos datos se respaldan en las estadísticas de organismos internacionales como la UNESCO y UNICEF, entre otros. Mientras que sus detractores sólo se enfocan en comparar ambos sistemas desde el mismo punto de vista, no destacan los logros que Cuba escupe en la cara del mundo entero.
El capitalismo es necesariamente desigual
Para cuestionar el sistema cubano, lo primero que hay que hacer es entender que se trata de otro sistema. Es decir, no se puede analizar de la misma forma y desde los mismos ejes que cualquier otro país que esté bajo el sistema del capitalismo. Por otro lado, es un ejemplo único de supervivencia del socialismo en el poder en el siglo XXI y sigue siendo el desvelo de sus mayores enemigos.
El régimen cubano es constantemente atacado desde los medios globales de comunicación, desde las mayores potencias y desde los líderes más cuestionables, sin embargo, teniendo en cuenta sus logros resulta, por lo menos, llamativo el ensañamiento contra el país latinoamericano.
Lo cierto es que las prioridades de cada sistema son bastante evidentes. El régimen cubano es constantemente atacado desde los medios globales de comunicación, desde las mayores potencias y desde los líderes más cuestionables, sin embargo, teniendo en cuenta sus logros resulta, por lo menos, llamativo el ensañamiento contra el país latinoamericano. Los mayoría de los países «desarrollados» que adoptan el capitalismo están bastante lejos de lograr menor pobreza, exclusión y hambre, por no decir, que en un contexto de neoliberalismo mundial sus objetivos parecerían ser opuestos.
En este sentido, las prioridades de cada sistema son claves para entender quiénes y porqué defienden a cada uno de estos. Mientras que buscan imprimir la agenda que más les conviene e intentan formar su opinión pública, los medios tienen sus intereses bastante acomodados de un lado de las cosas. Si Cuba expone tanto a los países del primer mundo, es bastante notoria la razón para cuestionar lo que los medios imponen como la verdad sobre cada sistema.
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