Una noticia entre tantas que resonaron sobre la Copa Mundial de Fútbol Masculino: por primera vez hay seis árbitras mujeres que fueron seleccionadas para dirigir partidos en Qatar. En este nuevo episodio de Detrás de lo invisible, nos preguntamos por la presencia de mujeres e identidades feminizadas en el mundo del arbitraje y por los obstáculos que han atravesado a lo largo de la historia (Foto de portada: Anahí Aguilera)
En 2018, la FIFA escribió una carta que marcaría un cambio clave en el mundo del fútbol. En ella reconoció por primera vez a una mujer árbitra. Drahșan Arda es de Turquía y en ese momento tenía 73 años. Arbitró su primer partido el 26 de junio de 1968 y, desde entonces, abrió el camino para muchas mujeres que siguieron sus pasos. En un deporte tan masculinizado como es el fútbol, no solo son las jugadoras las que atraviesan múltiples obstáculos para tener el reconocimiento que corresponde como profesionales del deporte, sino también muchas mujeres que buscan ocupar otros lugares como es el del arbitraje
En un deporte tan masculinizado como es el fútbol, no solo son las jugadoras las que atraviesan múltiples obstáculos para tener el reconocimiento que corresponde como profesionales del deporte, sino también muchas mujeres que buscan ocupar otros lugares como es el del arbitraje.
De acuerdo a la FIFA, solo un 10% del arbitraje en el mundo está en manos de mujeres, siendo un total de 80.545 árbitras. Este año, son seis las que fueron seleccionadas para participar en el Mundial de Qatar, un hito histórico dentro del fútbol. La francesa Stephanie Frappart fue la primera en salir a la cancha con este rol, como cuarta árbitro del partido entre México y Polonia la semana pasada, aunque previamente ya había participado en las rondas de eliminatorias. A ella se le suman Salima Mukansanga de Ruanda, y Yoshimi Yamashita de Japón y las árbitros asistentes Neuza Back, de Brasil, Karen Díaz Medina, de México, y Kathryn Nesbitt, de Estados Unidos
El rol del arbitraje en el fútbol fue, en sus inicios difícil de definir. Cuando comenzó a pensarse en esta figura en el siglo XIX, se la planteó fuera de la cancha. No fue fácil darle poder a una persona externa a los equipos para que decidiera el destino del juego: tuvieron que pasar muchos años para que tenga la autonomía que se le conoce hoy en día. Por eso, pensar en mujeres y personas del LGBTIQ en el mundo del arbitraje es pensar no solo en el lugar que logran ocupar en un ámbito masculinizado como el fútbol, sino también dentro de un sistema que históricamente les impidió acceder a espacios donde pudieran tomar sus propias decisiones.
En Argentina, son muchas las mujeres que se han profesionalizado y forman parte de ese porcentaje de árbitras que abrió su camino a pesar de los obstáculos. En esta edición de Detrás de lo invisible hablamos con Anahí Aguilera, de 38 años, árbitra de fútbol de Rosario, Santa Fe desde el año 2018. «Los cambios del arbitraje femenino son paulatinos, con avances y retrocesos, con muchas palabras y gestos para el afuera pero que en el seno siguen costando y generan muchas veces regresiones», cuenta para La Primera Piedra. La entrevista completa, se puede encontrar en el nuevo episodio del podcast disponible en Spotify.