La relación con una mascota puede ser poderosa y construirse desde la profundidad de pequeños momentos de compañía y cariño. Captarlos es una tarea que Gustavo Yuste realiza con precisión en La fidelidad de los gatos, poemario editado por mágicas naranjas e ilustrado por Inés Insaurralde. Un libro que articula imágenes, silencios y reflexiones potentes para recorrer una amistad con la que todas las edades pueden identificarse.
¿Qué es lo que hay detrás del vínculo con una mascota? ¿Cómo se construye esa complicidad? Quizás sea difícil encontrar una respuesta: los momentos que fortalecen esa relación pueden ser muy sutiles y quedar diluidos en los recuerdos. Es necesario una mirada atenta para recuperarlos y, sobre todo, transmitirlos. Esto es lo que logra La fidelidad de los gatos (mágicas naranjas, 2021), escrito por Gustavo Yuste e ilustrado por Inés Insaurralde, libro en el que se cuenta, a través de una serie de poemas, el primer contacto entre un chico y un gato y, a partir de ahí, una historia de descubrimientos y aprendizajes. Un encuentro que empieza con cautela e incertidumbre hasta ir transformándose en una alianza que parece trazar una línea entre estos personajes y el resto del mundo.
Estos poemas, estructurados a partir de una versión libre del haiku, captan escenas y sensaciones bisagras a través de imágenes sobre las que el autor hace foco, como una cámara que registra aquello que nadie parece estar mirando.
Estos poemas, estructurados a partir de una versión libre del haiku, captan escenas y sensaciones bisagras a través de imágenes sobre las que el autor hace foco, como una cámara que registra aquello que nadie parece estar mirando. Y es esa observación un punto de contacto clave con las infancias que están mucho más atentas a los detalles olvidados por el ruido del mundo adulto. “Animal diminuto: / en sus ojos negros/ cabe un mundo”, se lee en los primeros versos. La brevedad condensa sentidos, logra un impacto que puede comprobarse no solo dentro de un mismo poema, sino también a lo largo de las páginas. Como puntos clave en la historia, los versos van articulando un hilo conductor que une los instantes poéticos con aquello que no está dicho, pero que puede imaginarse durante la lectura. Podemos evocar perfectamente el entorno de ese chico que encuentra a un gato bebé entre los árboles y la forma en que se descubren mutuamente cuando regresan a su casa.
La fidelidad de los gatos (mágicas naranjas, 2021), de Gustavo Yuste, con ilustraciones de Inés Insaurralde
En la construcción de ese mundo tienen un papel esencial las ilustraciones de Inés Insaurralde, que con la técnica de pintura al óleo le otorga a este libro una dimensión particular. Resalta la vivacidad de los colores, pero también la combinación entre los diferentes ángulos desde los que se muestran las pinturas: se alternan las imágenes completas con el acercamiento a distintas partes de las mismas, como una lupa que busca atraer la mirada. Este juego de aproximarse y alejarse – trabajo de la diseñadora gráfica María Valeria Chinnici – es armónico con el estilo de los poemas que, además de posarse en los detalles, dan por momentos un paso hacia atrás para posicionarse desde otra perspectiva y movilizar reflexiones profundas. Por ejemplo, puede leerse: “Mi mamá dice/ que hay muchas cosas/ que comprende solo.// Recibo una lección:/ no se puede compartir/ cada breve momento”.
Este juego de aproximarse y alejarse es armónico con el estilo de los poemas que, además de posarse en los detalles, dan por momentos un paso hacia atrás para posicionarse desde otra perspectiva y movilizar reflexiones profundas
La fidelidad de los gatos es, sin dudas, un libro que no distingue edades, que concentra en clave poética la inocencia y la ternura de un vínculo que se va tejiendo al descubrir algo tan poderoso como la amistad. La aventura de un encuentro dinámico en el que todos los días se forma algo nuevo desde los gestos, la compañía y el cariño. Tres dimensiones que reflejan cómo un equipo entre una infancia y su mascota puede crecer al interior del hogar incluso desde los silencios. Y qué mejor manera de expresarlo que a través de un poemario ilustrado que abre nuevos sentidos en cada relectura.
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