En las últimas semanas El Reino, la producción argentina para Netflix creada por Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro, alcanzó popularidad y fue centro de debates en medios y redes sociales. Entre sus múltiples aristas, la serie muestra al personaje de Elena, una pastora de una iglesia evangélica que concentra el poder a pesar de que su esposo es en realidad la cara visible del templo que conducen. ¿Qué posibilidades de liderazgo reales tienen las mujeres al interior de las instituciones religiosas? En este nuevo episodio del podcast Detrás de lo invisible, analizamos esta pregunta para diferentes prácticas y movimientos.
La pastora Elena es implacable: está dispuesta a hacer lo que sea para que la Iglesia de la Luz se mantenga firme bajo su guardia. El templo que conduce junto a su marido, el pastor Emilio, creció y ese es uno de los motivos por los que llegó a ser el centro de una trama de corrupción que anuda política y religión. Él es la «estrella», el vocero carismático que congrega fieles alrededor de la iglesia y del país, pero ella es quien en realidad conduce los hilos y le enseñó todo lo que sabe, quien vigila atenta e interviene desde los costados del escenario. Son muchos los aspectos que podrían analizarse sobre El Reino, la nueva producción Argentina de Netflix creada por Claudia Piñeiro y Marcela Piñeyro, pero el papel de Elena, interpretado por Mercedes Morán, nos lleva especialmente a preguntarnos: ¿pueden las mujeres aspirar a alguna clase de liderazgo en los movimientos religiosos? ¿Cuáles son sus posibilidades reales de acción?
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Son muchos los aspectos que podrían analizarse sobre El Reino, la nueva producción Argentina de Netflix creada por Claudia Piñeiro y Marcela Piñeyro, pero el papel de Elena, interpretado por Mercedes Morán, nos lleva especialmente a preguntarnos: ¿pueden las mujeres aspirar a alguna clase de liderazgo en los movimientos religiosos? ¿Cuáles son sus posibilidades reales de acción?
Esto es lo que analizamos en «Un lugar en el templo», el nuevo episodio del podcast Detrás de lo invisible, donde hablamos sobre qué espacios las mujeres pueden efectivamente ocupar al interior de aquellas instituciones. Para profundizar sobre el movimiento evangélico en toda su heterogeneidad dialogamos con la socióloga e investigadora de la Universidad Nacional de La Plata, María Pilar García Bossio, y con la antropóloga, docente e investigadora, Mónica Tarducci, quienes reflexionan sobre los lugares de las mujeres pentecostales, los roles que tienen en la vida comunitaria y religiosa y las tensiones o resistencias que pueden generarse al hablar de posiciones de poder que pueden tener en movimientos conservadores. ¿Pueden las mujeres llegar a tener una voz dentro de estas corrientes religiosas? ¿Qué implican estos liderazgos? ¿Cómo los pensamos?
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También nos preguntamos qué pasa con los lugares y posibilidades de liderazgo en otras instituciones religiosas. En el catolicismo, por ejemplo, la estructura eclesiástica, fuertemente patriarcal, no permite mujeres en posiciones de poder, ya sea dentro de las prácticas religiosas, como el oficio de una misa o incluso dentro de lo que es el sistema administrativo del Vaticano. En el judaísmo, hubo un tiempo en que las mujeres no podían estudiar textos religiosos o leer la Torá (enseñanzas y leyes que rigen el pueblo hebreo). Fue recién en la década de 1930 en que una mujer, Regina Jonas, logra alcanzar la posición de rabina, gracias a su persistencia y a su trabajo por demostrar que no era algo que estuviera prohibido en ninguna fuente judía. La primera rabina de América Latina y el Caribe la encontramos en Argentina: la alemana Magit Oelsner-Baumatz quien se ordenó en 1994. Actualmente hay cinco mujeres en el país que estudian la carrera rabínica.
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En el catolicismo, por ejemplo, la estructura eclesiástica, fuertemente patriarcal, no permite mujeres en posiciones de poder, ya sea dentro de las prácticas religiosas, como el oficio de una misa o incluso dentro de lo que es el sistema administrativo del Vaticano. En el judaísmo, hubo un tiempo en que las mujeres no podían estudiar textos religiosos o leer la Torá (enseñanzas y leyes que rigen el pueblo hebreo).
Por supuesto que esta es solo una mirada parcial sobre un tema complejo que un único episodio no permite abarcar, pero sí posibilita abrir el debate sobre los verdaderos espacios de acción que las mujeres pueden tener, aún dentro de movimientos tradicionales y conservadores. En definitiva, los liderazgos dentro y a partir de movimientos religiosos, implican, como en cualquier otro ámbito ocupar el espacio público, algo que, como venimos analizando en ediciones anteriores de este podcast, ha estado vedado históricamente para las mujeres, tensión que continúa presente en dimensiones que quizás no imaginamos.
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