En esta ocasión, Philippe Sands propone la historia de un jerarca nazi que muere en Roma en 1949 mientras intentaba escapar de la justicia. Autor de la célebre Calle Este-Oeste, el autor holandés es uno de los narradores del momento en lo que al trabajo con la historia europea reciente se refiere. En un momento en donde los regímenes de derecha avanzan, Ruta de escape es un ejercicio de memoria y belleza literaria.
En un momento en donde muchas ciudades y países del mundo dan un peligroso giro a la derecha y a posturas xenófobas y racistas, el trabajo literario de Philippe Sands cobra aún más importancia. En Ruta de escape (Anagrama, 2021), el autor profundiza y amplía lo ya realizado en el célebre Calle Este-Oeste (Anagrama, 2017), en donde a partir de la investigación histórica y personal reconstruye una historia sorprendente, en donde la realidad supera cualquier imaginación ficcional. Ruta de escape se centra en el caso de Otto von Wächter, oficial de las SS, jerarca nazi y criminal de guerra prófugo, quien murió en Roma en 1949 casi como un incógnito mientras huía de la justicia.
Como suele hacer en sus trabajos, Sands se mueve con mucha sutileza y maestría entre los planos históricos y sociológicos con la vida intima de sus protagonistas, logrando que un secreto familiar revelado al tiempo pueda cambiar la manera en la que pensamos los grandes hitos de la historia. En ese sentido, y retomando la noción de la banalidad del mal de Ana Harendt, el autor muestra un enfoque complejo e interesante al respecto: “Nunca los describo como monstruos pero hicieron cosas monstruosas. También fueron capaces de decencia, amor, generosidad y amistad. Son complejos, como todo ser humano. Hay que entender cómo gente común cruza la línea roja y acaba matando a miles de personas”, señaló a la prensa durante la salida de este libro.
Como suele hacer en sus trabajos, en Ruta de Escape, Philippe Sands se mueve con mucha sutileza y maestría entre los planos históricos y sociológicos con la vida intima de sus protagonistas
El caso de Otto Wächter, quien también fuera una de las personas más cercanas a Hans Frank (apodado como «el carnicero de Cracovia» y juzgado y ahorcado en Núremberg), es paradigmático en ese sentido. Sands logra encontrar y dialogar con Horst Wächter, hijo menor del jerarca nazi, para poder reconstruir un caso enrevesado de traiciones, escapes y un legado familiar oscuro. En ese sentido, Horst se niega a aceptar la figura de su padre, creyendo que fue inocente de todo crimen de guerra. Para él, la causa de muerte, además, fue envenenamiento y no infección hepática. Es por eso que le confía a Sands una enorme cantidad de documentos para defender el honor de su padre, sin darse cuenta que abre una nueva puerta para conocer más sobre el vínculo entre el régimen nazi y el Vaticano.
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Un detalle no menor es que el título original de este libro es ‘Ratline’, que se traduce literalmente como línea de las ratas y que era el nombre con el que se conocía a la travesía de los nazis a través del Vaticano para llegar a Sudamérica, como lograron hacer Mengele o Eichmann, por ejemplo. Incluso los propios estadounidenses propiciaban estas huidas si los criminales de guerra espiaban a Rusia durante la Guerra Fría. Wächter se encontraba en pleno plan de escape hacia la Argentina cuando falleció en Roma en 1949.
Con la respiración de una novela policial, la profundidad de un libro histórico y la sensibilidad de una prosa poética, Sands logra en Ruta de escape hipnotizar al lector en una historia que siempre tiene un nuevo detalle para ofrecer y que pone de manifiesto el enorme trabajo de memoria que se debe la sociedad en el frenético traspaso del siglo XX al siglo XXI. Así, fiel a su estilo, en el libro conviven la investigación en torno al rol del Vaticano en la desbandada nazi, así como una historia de amor por parte de la viuda de Wächter para limpiar su apellido.
Con la respiración de una novela policial, la profundidad de un libro histórico y la sensibilidad de una prosa poética, Sands logra en Ruta de escape hipnotizar al lector en una historia que siempre tiene un nuevo detalle para ofrecer
En la conferencia de prensa en la que Ruta de escape fue presentado, Sands destacaba: “Al final he contado una historia de amor para entender cómo una mujer apoya a su marido. Él le escribía ‘ha sido una semana terrible, hemos tenido que matar a muchos judíos’… Ella lo sabía todo y ¡lo alentaba! Le animó a elegir el puesto que Hitler le ofreció en vez de seguir con su carrera de abogado en Viena», dejando en claro el carácter intrincado de esta historia. Mientras Horst, el hijo protagonista del libro, niega lo sucedido, una de sus hijas no niega en afirmar que «su abuelo fue un genocida», marcando un quiebre familiar que bien podría ser una representación a escala de una herida que no puede cerrarse sin justicia ni memoria. Dos palabras que, viendo cómo surgen algunos movimientos políticos en Europa, nunca pueden ser redundantes.
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