El jueves pasado se estrenó «Crímenes de familia», un thriller nacional que trabaja problemáticas relacionadas a la violencia de género, la desigualdad de clases, la maternidad y los límites de la justicia. Su estreno simultáneo en las plataformas de Netflix y CineAr le abrió las puertas a altos niveles de audiencia a nivel nacional e internacional. A continuación, cinco razones por las que vale la pena dedicarle una noche de esta cuarentena a la nueva película protagonizada por Cecilia Roth.
1. Temáticas con peso propio: violencia de género y de clase
Sin ahondar mucho en la trama de la película (es recomendable evitarse los spoilers antes de verla), se puede adelantar que «Crímenes de familia» trata problemáticas relacionadas a la desigualdad de género y de clase en la sociedad actual. La historia se centra en el personaje de Alicia (interpretado por Cecilia Roth), una mujer de clase alta que vive con su empleada doméstica y el pequeño hijo de ella (a quien se dedica a criar como si fuera suyo), mientras lucha por defender a su propio hijo de las denuncias de violencia por parte de su ex-pareja. La película recibió el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de ONU Mujeres por abordar y visibilizar casos de abuso de poder, maltrato laboral y violencia de género dentro y fuera de la pareja.
2. Inspirada en hechos (y desigualdades) reales
La historia que muestra la película es pura ficción, pero el guionista y director Sebastián Schindel confirmó que para la construcción de «Crímenes de familia» se basó en dos casos judiciales reales que, aunque no tienen conexión entre sí, le permitieron dar forma y una capa de realidad a la trama. Además de los casos particulares, la idea de que la Justicia no obra igual entre quienes tienen dinero y quienes no lo tienen está basado en una injusta realidad que no se reduce a lo que sucede en Argentina, y quizás por eso explica su buena recepción a nivel internacional.
3. Elenco y dirección para destacar
Los actores y actrices están a la altura de las circunstancias y ofrecen un tinte de calidad a la película. Protagonizada por Cecilia Roth en el rol de Alicia y Miguel Ángel Solá como su marido, «Crímenes de familia» también cuenta con actuaciones muy bien logradas de Benjamín Amadeo, quien interpreta a Daniel (el hijo de la pareja), y Sofía Gala Castiglione, quien encarna a la ex-pareja de Daniel. Ambos se enfrentan en un juicio donde reinan el enigma y el suspenso y que se vuelve parte central del film. El director, Sebastián Schindel, ya había demostrado su capacidad de contar historias sobre desigualdad social en «El patrón, radiografía de un crimen», estrenada en 2013.
4. Ecos de «La historia oficial»: el despertar de una mujer como motor de cambio
Además de llevar el mismo nombre, las Alicias de Norma Aleandro en «La historia oficial» y de Cecilia Roth en «Crímenes de familia» se hermanan por ser mujeres que desconocen una realidad, se enfrentan a ella y, como resultado, terminan convirtiéndose en motores de cambio para romper con un círculo de violencia y silencios que las oprime aún sin ser completamente conscientes de ello. Ambas mujeres deben abandonar sus espacios de comodidad para enfrentarse a sorpresas dolorosas: la vida que llevaban no era tan simple como parecía y nunca más volverá a ser igual.
5. Tres madres para hablar de la maternidad
Un acierto de «Crímenes de familia» es centrarse en la vida de tres madres con contextos y realidades muy diferentes, que atraviesan la experiencia de la maternidad a su manera: Alicia (Roth), una madre de clase alta que busca salvar a su hijo de una condena que cree injusta, Marcela (Sofía Gala), escapa de una ex-pareja violenta en pos de encontrar un espacio seguro para vivir con su hijo y Gladys (Yanina Ávila) trabaja para que su pequeño hijo pueda tener la mejor calidad de vida posible. Con sus limitaciones y sus prejuicios, con lo que dicen y lo que callan, van tejiendo una historia que, al fin y al cabo, habla más de sororidad que de violencia.