Muchas son las opciones que surgen durante este período de cuarentena para el entretenimiento de chicos y chicas. La literatura ofrece también su propio abanico de posibilidades. En esta nota, recomendamos una selección con propuestas novedosas, que permiten acercar a las infancias a temáticas actuales para repensar lo cotidiano.
Clara y el hombre en la ventana, de María Teresa Andruetto y Martina Trach (Limonero, 2018)
“Esta es la historia de mi madre y su amigo Juan, de cómo ella descubrió los libros y él, la luz del día”. Con este epígrafe se introduce la historia de Clara y el hombre en la ventana (Limonero, 2018), de la mano de la escritora María Teresa Andruetto y la ilustradora Martina Trach. Un libro donde la ternura marca el paso, dando lugar a una narración conmovedora y potente, de la cual se desprenden temáticas esenciales como el género, la inclusión y la libertad. En una combinación armónica, la escritura y la ilustración crean escenas cinematográficas, trabajadas en distintos planos y colores dentro de la misma página, acompañando los descubrimientos del personaje principal.
La mamá de Clara le encarga llevar ropa limpia a la casa de un hombre que vive encerrado y que hace años no sale al exterior. Un personaje gris, cuyos colores contrastan con los zapatos rojos y el vestido verde de la protagonista, a quien le deja debajo de la alfombra un libro como pago en cada visita. Clara busca averiguar las causas de su soledad y, en el camino, se abre una historia que habilita dialogar con las infancias sobre temas complejos, como la afectividad y la discriminación en la sociedad. “Coraje es el valor para vivir como uno quiere, como uno cree”, se lee en una de las frases claves.
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Soy Galo (Chirimbote, 2019)
Definir la identidad y derribar estereotipos son dos de los ejes centrales de Soy Galo (Chirimbote, 2019). Este libro relata, en primera persona, la experiencia y sensaciones cotidianas de un adolescente con Síndrome de Down, presentando no solo su vida, sino también su mirada sobre las cosas y las personas que lo rodean. Galo tiene 14 años y, a lo largo del cuento, se define a sí mismo con sus propias palabras, dejando de lado las que imponen los demás. Busca entender su singularidad al tiempo que desmitifica todos los prejuicios que se posan sobre él.
El relato es conducido por la piscopedagoga Nina Ávila, con las ilustraciones del artista Galo Thorp, quien tiene Síndrome de Down. Ambos crean el mundo de este personaje desde una perspectiva inclusiva, acercando a las infancias a temáticas como la diversidad y la discriminación, para crecer una sociedad libre, sin opresiones, que acepte las diferencias. La historia conduce así, a través de analogías, la explicación de lo que es el Síndrome de Down y crea una voz necesaria. «No tengo problemas». «No tengo ninguna enfermedad». «Soy así». «No voy a ser siempre un niño, todos crecemos y yo ya tengo 14 años». «No soy un agelito, soy una persona».“No soy especial, soy Galo”.
Migrantes, de Issa Watanabe (Libros del Zorro Rojo, 2019)
Un bosque oscuro, árboles sin hojas, una noche permanente y, sobre todo, silencio. Migrantes (Libros del Zorro Rojo, 2019), acerca una realidad cruel concentrando ilustraciones impactantes que hablan por sí solas. No necesita de la palabra escrita para transmitir con fuerza sensaciones que invitan a reflexionar sobre problemáticas actuales. Issa Watanabe, hija del poeta José Watanabe y de la ilustradora Gredna Landolt, se aproxima desde la fantasía a la situación de los refugiados y al camino que atraviesan, abriendo el diálogo con las infancias y generando, con cada una de sus ilustraciones, un relato poderoso.
Los personajes del libro son un grupo de animales que se ven obligados a dejar su hogar. Buscan uno nuevo a lo largo de un camino cruel en el que enfrentan obstáculos, donde también se observa el acompañamiento muto, al estar unidos por la experiencia de abandonarlo todo sin poder mirar atrás. Las ilustraciones son expresivas desde los gestos más pequeños, llevan su propia identidad y, a la vez, se complementan unas con otras. Con Migrantes, Watanabe no busca esconder ni edulcorar la historia, sino hacerla accesible, contextualizarla para interpelar a grandes y chicos, abordar la realidad en lugar de ocultarla.
Contracorriente, María Wernicke (Calibroscopio, 2019)
Un hombre recorre las islas de un delta, vive en conexión con la naturaleza. Se entiende con los animales y las plantas más que con las personas, a quienes les pide trabajo, encontrando siempre un “no” como respuesta. Hasta que una mujer le dice que sí, dando inicio a una historia donde se intercambia mate, compañía y palabras. Contracorriente (Calibroscopio, 2019), de María Wernicke narra el encuentro de dos personas, el crecimiento de un vínculo y el aprendizaje, todo marcado con el sello de la autora y sus características ilustraciones, en las que predomina el blanco y el negro.
Las sensaciones del protagonista encuentran traducción tanto en las imágenes como en la escritura: su relación íntima con la naturaleza avanza en paralelismo con sus ansias de aprender e interpretar las palabras que la mujer le acerca. Desmonta un camino mientras le leen en voz alta y va creciendo su curiosidad por trabajar la lectura del mismo modo que trabaja la tierra. “Haga lo que haga, ella derrama palabras. Parecen abejas zumbando en el panal. ¿Dónde están?”. Contracorriente ofrece así un relato conmovedor que trabaja hábilmente ampliando los sentidos en la combinación de ilustración y escritura.