El Tercer Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Tavestis y Trans terminó con una concentración masiva que llenó las calles porteñas en un grito común contra las violencias cotidianas que están lejos de cesar ante el ajuste y la precarización llevada adelante por el Gobierno. Así, cada año se comprueba el poder de movilización de los movimientos feministas que multiplican la convocatoria exigiendo que los reclamos sean vistos por un Estado que sigue dando la espalda a la necesidad de una política integral.