Jefa por accidente (Second Act en su idioma original) es la nueva película de Peter Segal (La pistola desnuda 33 1/3, Locos de ira, El Superagente 86) protagonizada por Jennifer Lopez, en su regreso a la gran pantalla luego de Lila & Eve. La propuesta consiste en una comedia de fórmula que expone las desigualdades de género en el campo laboral y registra momentos cómicos muy logrados, aunque hacia el final decae un poco a raíz de uno de los puntos de giro que une a las dos protagonistas.
Maya (Jennifer Lopez) es una empleada ejemplar en una importante cadena de supermercados; a fuerza de responsabilidad, ideas ingeniosas para mejorar los servicios y mucho tesón, ella espera conseguir un ascenso a gerente. Sin embargo, uno de sus compañeros (hombre) se queda con el puesto gracias a una educación universitaria de la cual esta chica de los márgenes carece. La injusticia y la falta de reconocimiento la hunden en un pozo y la conduce a replantearse algunas de sus decisiones.
Este es el escenario que detona el primer punto de giro: su sobrino se propone levantar el autoestima de su tía inventando un currículum deslumbrante con formación académica, doctorados y experiencia laboral que Maya jamás ha tenido, e incluso genera un usuario de Facebook para mostrar públicamente una vida que no se corresponde para nada con a realidad. «Por accidente» (aunque en el metraje iremos descubriendo qué tan accidental ha sido todo esto), el CV de fantasía llega a una prestigiosa empresa de cosméticos donde Maya obtendrá un puesto de consultora y, además, deberá competir con la mismísima hija del dueño (Vanessa Hudgens) para desarrollar un producto enteramente natural.
Hasta es momento, la película de Segal apuesta a la fórmula del género comedia y se estructura a partir de un funcionamiento muy atinado para la historia que se pretnede contar. Lopez logra apropiarse de su papel e interactúa muy bien con el resto del elenco: el grupo de amigas del supermercado que la apoya incondicionalmente, su sobrino irreverente, el esposo que ama pero que no resulta ser el indicado en esta etapa de su vida, y los jefes del supermercado que nunca reconocen su trabajo como deberían.
A partir del ingreso al imperio de los cosméticos Maya cambia su look y algunos comportamientos, aunque la esencia sigue intacta. Pero los guionistas deciden cambiar la dinámica que hasta aquí presenta el film y apuestan a una combinación con el melodrama más clásico. La mixtura es despareja y no resulta del todo. El viraje involucra a los dos personajes femeninos que protagonizan el relato: maternidad, abandono, adopción y reencuentro serán algunos de los tópicos que interpelan a las figuras femeninas, además de las desigualdades en el mundo laboral.
Sin escapar del todo de algunos estereotipos, la potencia de la película de Segal está sin dudas en el tono de comedia de los primeros minutos, que luego decae y vira hacia un drama algo forzado, con vueltas un tanto inverosímiles que pretenden cerrar todo con un moño. El trabajo de Lopez y compañía está muy bien y alcanza para Jefa por accidente.