Después de la conferencia de prensa de Actrices Argentinas para respaldar la denuncia penal realizada por Thelma Fardin contra Juan Darthés por delito de violación, algunas integrantes del colectivo se quedaron en el hall para dar notas a la prensa. La Primera Piedra charló con Emilia Claudeville y Malena Sánchez sobre este movimiento representado hoy por el hashtag #MiraComoNosPonemos.
Al finalizar la conferencia de prensa en la que Actrices Argentinas respaldó a través de un comunicado y un video la denuncia penal de la actriz Thelma Fardin contra Juan Darthés, algunas integrantes del colectivo se quedaron en el hall a disposición de la prensa para hablar sobre las condiciones hostiles en las que desarrollan sus tareas profesionales. El arte y la cultura suelen ser campos laborales idealizados, y en el sentido común aparece con frecuencia la idea errónea de «ricos y famosos sin problemas». Pero tras bambalinas hay detalles que pocas veces llegan a ojos y oídos del público.
Emilia Claudeville: «El Estado es un Estado muy hostil para hacer este tipo de denuncias»
Emilia Claudeville es una actriz y panelista que recientemente denunció a Roberto Petinatto por acoso sexual en los estudios y camarines donde compartía sus rutinas laborales con el conductor. En aquel momento —al igual que Thelma Fardin hoy— no fue la única: Bimbo Godoy, Fiorella Sargenti y Josefina Pouso fueron algunas de las mujeres que con sus testimonios avalaron aquella acusación.
— Como parte de este colectivo de actrices, ¿cuál es el mensaje que te gustaría resaltar después de la conferencia?
— Primero el #MiraComoNosPonemos, porque lo que le pasa a una nos pasa a todas y es importante mostrarnos fuertes como colectivo. Me parece que esa era una de las intenciones de hoy: dejar en claro que no nos callamos más, que no estamos solas. Hoy somos más conscientes del peso y la repercusión de nuestras voces, así que esa es una herramienta que podemos usar a nuestro favor. El objetivo principal de hoy es respaldar la denuncia de Thelma, y también mostrarnos unidas y fuertes como colectivo de actrices.
Leé nuestra cobertura de la conferencia de prensa de Actrices Argentinas
— Hace poco hiciste algunas declaraciones sobre el acoso que recibías por parte de Roberto Petinatto. ¿De qué manera te sentís representada por el colectivo y cómo te identificás con estos casos en donde también se señalan nombres propios?
— Hoy puedo decirte que hubiera sido mucho más amoroso para mí si el colectivo de Actrices Argentinas hubiese existido en el momento en el que yo hice la denuncia. La verdad es que uno no se pone a ver en qué se parece su caso al de otras compañeras, pero sin dudas es parte de lo mismo. Hablar sana y contagia, no tengo dudas.
— En su momento tampoco fuiste la única denunciante de Petinatto. Hubo otras mujeres que también fueron sus compañeras de trabajo y salieron a declarar cosas muy similares.
— Sí, fuimos muchas y hablamos en distintos momentos. Cada una habla cuando puede y cuando quiere. Entendemos y respetamos los procesos de cada una, pero alentamos a hablar. Sin apurar los tiempos, pero definitivamente alentamos a hablar, así que tenemos que agradecer a todos por venir hoy acá.
— Hay mucho apoyo a la causa y hoy puede verse con este hall repleto, pero también existe una gran parte de la sociedad que pone en duda los testimonios de las denunciantes. ¿Qué pensás sobre esto?
— Bueno, a los odiadores y descreedores seriales… ni cabida. Nuestra idea es cambiar eso, y sentimos que con esto podemos hacer temblar un poco el sistema. La idea no es señalar y expulsar, sino cuestionar algunas cosas y mejorar nuestro campo laboral. El ambiente donde trabajamos las actrices es muy hostil. Y el Estado es un Estado muy hostil para hacer este tipo de denuncias. Pero confiamos que como colectivo vamos a poder cambiar algo.
Malena Sánchez: «Son hijos sanos del patriarcado: esto es un problema social, no son enfermos»
— ¿Cuál creés que es el mensaje que deberíamos llevarnos hoy después de esta conferencia?
— Primero que la justicia empiece a responder todos los pedidos que se están haciendo, como quedó demostrado el otro día en la marcha por Lucía Pérez. Necesitamos una respuesta. Y la prensa también debe ser responsable a la hora de tratar los temas porque esto es una puerta para abrir los ojos, para que todas las mujeres se acerquen, para que todas las que necesitan destrabar algo como esto, todas las que tienen algo trabado y súper escondido en sus vidas, puedan sacarlo a la luz para curarse. Lo que me importa en este momento son las mujeres.
— En el caso de Thelma ya hay una denuncia penal ante la justicia, que es algo que muchas veces se le demanda a las declarantes, ¿no?
— Sí, me parece que una violación no es una boludez y es hora de que la gente responda. Creo que muchos no están respondiendo como tienen que responder. En su momento no se la escuchó a Calu [Rivero] ni a las otras chicas que denunciaron. Lo de Calu fue lo que se hizo más visible, pero parece que necesitan escuchar las palabras «penetración» y «violación» para dar credibilidad y eso es nefasto porque nos pone en un lugar horrible.
— ¿Cuál es el principal desafío para las actrices como colectivo en este momento?
— Me parece que hay que invitar a todas las que se quieran acercar al colectivo y también contagiar a otras áreas, porque nosotras tenemos la suerte de ser visibles y de que la prensa esté acá hoy, pero no tengo dudas de que en las guardias de los médicos o en las oficinas de los empresarios deben suceder cosas parecidas; en todos lados los varones abusan de su lugar de poder. Y no tenemos que olvidar que todos son hijos sanos del patriarcado: esto es un problema social, no son enfermos, están entre nosotros y quizás el hombre menos pensado es un violador. Hay que estar atentas y acompañarnos.