La Educación Sexual Integral se encuentra en el centro de la escena pública gracias a una reforma urgente que busca, después de más de diez años, una implementación efectiva. Sin embargo, y tal como sucedió con el derecho al aborto legal, los sectores conservadores se oponen con estrategias que deslegitiman un derecho esencial para erradicar las violencias propias de una cultura machista. Muchas cosas se difundieron sobre la ESI en el último tiempo, pero todas pueden desmentirse con una lectura atenta de su contenido. ¿Cuáles son los ejes que la ley propone para cada etapa escolar? (Foto: Gustavo Yuste)
Desde que comenzó a discutirse la reforma de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), muchas es la información falsa que circula través de redes sociales y medios de propaganda, difundida por sectores que se oponen a una necesidad urgente. Esta campaña, impulsada principalmente por la agrupación «Con Mis Hijos No Te Metas», busca instalar en el imaginario colectivo una serie de mitos que tergiversan el espíritu de la normativa, escondiendo una fuerte resistencia a la diversidad, la igualdad de género y a la deconstrucción del sentido común machista. Bajo banderas de colores rosa y celeste, este movimiento que inició en Perú en 2016 dice defender «la familia y los valores tradicionales» de una ideología que «pervierte la inocencia» y busca destruirse las supuestas bases de la sociedad.
Luego del rechazo al proyecto de legalización del aborto en la Cámara de Senadores, la avanzada conservadora cobró fuerza y – en consonancia con los sectores de la derecha religiosa que están tomando cada vez más poder en la región latinoamericana – se propone el retroceso de conquistas esenciales en materia de derechos humanos.
Luego del rechazo al proyecto de legalización del aborto en la Cámara de Senadores, la avanzada conservadora cobró fuerza y – en consonancia con los sectores de la derecha religiosa que están tomando cada vez más poder en la región latinoamericana – se propone el retroceso de conquistas esenciales en materia de derechos humanos. No es casual que en la última convocatoria frente al Congreso para oponerse a la ESI, se hayan manifestado también en contra de la ley de identidad de género. Con este objetivo, reproducen con toda seguridad lo que no son otra cosa que falacias sobre una ley trabajada durante meses entre el Consejo Federal de Educación, la sociedad civil y el sistema educativo y que busca desarmar las relaciones de dominación y erradicar las violencias.
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Nivel Inicial
A diferencia del discurso que afirma que los chicos y chicas son iniciados en prácticas sexuales, en Nivel Inicial la ESI propone el desarrollo de los vínculos con sus pares y con el contexto, fomentando el respeto, la afectividad y el diálogo. De esta forma, se destaca la importancia de poner en conocimiento la diversidad, por ejemplo a través de las diferentes formas de organizaciones familiares, de la valorización de las opiniones propias y ajenas, del reconocimiento de las emociones y de «las diferencias físicas de las personas como aspectos inherentes del ser humano que lo hacen único e irrepetible». Además, a través del juego, se comienzan a deconstruir las bases del sentido común machista, cuestionando la idea de objetos «exclusivos» para varones y para mujeres, y problematizando también la división sexual del trabajo.
La ESI enseña a decir «no», a pedir ayuda, a alejarse de la situaciones que resulten incómodas, a comunicarse con los adultos y a establecer relaciones de confianza, de cuya falta se aprovechan los abusadores para perpetuar su impunidad.
Por otra parte, el conocimiento del propio cuerpo, la identificación de sus partes y el uso correcto del vocabulario para nombrar los órganos genitales son, en esta instancia, ejes fundamentales para la prevención de los abusos. Así, los lineamientos curriculares promueven el respeto por la intimidad, la higiene y la seguridad personal, y la adquisición de pautas que permitan el cuidado y la autoprotección. En definitiva, la ESI enseña a decir «no», a pedir ayuda, a alejarse de la situaciones que resulten incómodas, a comunicarse con los adultos y a establecer relaciones de confianza, de cuya falta se aprovechan los abusadores para perpetuar su impunidad.
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Nivel Primario
En la Primaria, se profundiza el camino iniciado en la etapa anterior de forma transversal, incorporando los contenidos de la ESI en todas las asignaturas: Ciencias Sociales, Formación Ética y Ciudadana, Ciencias Naturales, Educación Física, Lengua y Arte. La perspectiva de género atraviesa así los lineamientos curriculares, de forma que se puedan desarrollar actitudes críticas y reflexivas sobre la construcción de la autonomía y el respeto por la identidad. Mediante programas adaptados a las distintas edades, se fomenta un aprendizaje de lo que implica la igualdad de condiciones entre varones y mujeres, libre de prejuicios, desarmando en todo momento los estereotipos y «las expectativas sociales de lo masculino y lo femenino».
Mediante programas adaptados a las distintas edades, se fomenta un aprendizaje de lo que implica la igualdad de condiciones entre varones y mujeres, libre de prejuicios, desarmando en todo momento los estereotipos y «las expectativas sociales de lo masculino y lo femenino».
Este abordaje incluye múltiples aspectos sobre los roles de género culturalmente establecidos, como el estudio de la construcción social a través de la historia, el análisis del discurso mediático, la identificación de actitudes discriminatorias y de conductas que se imponen sobre los derechos de los demás, el estímulo al diálogo, la adquisición de hábitos para el cuidado mutuo y la integridad física y psíquica, la producción de trabajos que permitan explorar el vínculo entre las desigualdades y la cultura, entre muchos otros. Además, en Ciencias Naturales, se avanza en el reconocimiento del propio cuerpo y de todos los procesos «vinculados con el crecimiento, desarrollo y maduración», contemplando la salud sexual y reproductiva desde dimensiones sociales, afectivas, psicológicas.
Nivel Secundario
En este nivel, los chicos y chicas continúan indagando sobre los ejes anteriores, pero se agregan también contenidos particularmente importantes para la adolescencia. La construcción y el fortalecimiento de la autonomía, la autoestima y la relación con el propio cuerpo son claves para la prevención de las violencias y para forjar relaciones de igualdad. Los lineamientos también son transversales y destacan, por ejemplo, el estudio del marco normativo que ampara los derechos humanos, incluyendo la salud y educación sexual, así como también las responsabilidades estatales sobre los mismos. Además, se profundizan los análisis críticos sobre las construcciones sociales que perpetúan las relaciones de dominación, como el ideal hegemónico de la belleza y su vínculo con el consumo, o los conceptos de amor romántico y amor maternal.
Se profundizan los análisis críticos sobre las construcciones sociales que perpetúan las relaciones de dominación, como el ideal hegemónico de la belleza y su vínculo con el consumo, o los conceptos de amor romántico y amor maternal.
Por otra parte se continúa articulando la sexualidad desde distintos planos y se hace especial énfasis en el embarazo durante la adolescencia, las enfermedades de transmisión sexual como el VIH/Sida y el aborto como problema de salud pública. La identificación de los abusos de poder y de las violencias son también fundamentales para la ESI en esta etapa, al igual que la promoción de hábitos saludables en torno al cuidado del cuerpo propio y ajeno, abarcando temáticas que van desde desórdenes alimenticios hasta la presión de los pares para el inicio de las relaciones sexuales. En ese sentido, se fomenta también una reflexión crítica sobre las distintas formas de agresión y discriminación y sobre el respeto de la identidad de género, contemplada como un derecho humano.