Mientras la legalización del aborto en Argentina se instala en la agenda política y mediática como uno de los más fuertes reclamos de derechos, la literatura se hace eco. En El aborto – una novela ilegal, Ariel Magnus acompaña a Lara y Tom en un viaje a Uruguay, a donde se dirigen desde Buenos Aires para realizar la interrupción del embarazo de forma legal. La protagonista, en diálogo con su pareja, reflexiona sobre las implicaciones de la clandestinidad y la ventaja con la que corre por pertenecer a una clase media acomodada e intelectual, y cae en cuenta sobre su propia desinformación acerca del procedimiento.
*Por Tamara Grosso
Sobre el autor
Foto: Maximiliano Luna/Télam/cl
Ariel Magnus nació en Buenos Aires en 1975. Estudió literatura española y filosofía en Alemania, gracias a una beca. Publicó las novelas Sandra (Emecé, 2005), La abuela (Planeta, 2006, traducida al alemán), Un chino en bicicleta (Norma, 2007, Premio “La otra orilla” y traducida a varios idiomas), Muñecas (Emecé, 2008, Premio “Juan de Castellanos”), Cartas a mi vecina de arriba (Norma, 2009), Ganar es de perdedores (2010), Doble crimen (2010), El hombre sentado (2010), La risa de las bandurrias (2016), La cuadratura de la redondez (interZona, 2011), La 31, una novela precaria (interZona, 2012) A Luján, una novela peregrina (interZona, 2013) Cazaviejas (interZona, 2014); y el libro de cuentos Seré Breve (cien cuentos escuetos) (interZona, 2016). Colabora ocasionalmente con diversos medios latinoamericanos y alemanes y trabaja como traductor literario del alemán y el inglés.
Escribir sobre el tema del momento
El aborto es, sin dudas, uno de los temas de agenda más vigentes en argentina, tanto en el terreno político como en los medios de comunicación. La literatura, por su parte, también se hace eco de este reclamo. En lo que va de 2018 se publicaron libros que hacen referencia al tema, se organizaron lecturas temáticas, e incluso el colectivo de escritoras argentinas firmó una petición para que se apruebe el proyecto de ley que legalizaría la práctica. En este contexto, una novela como El aborto – una novela ilegal de Ariel Magnus (Tren en movimiento, 2018) no puede leerse por fuera de su inserción política.
Con una extensa trayectoria como novelista, Ariel Magnus decide poner el aborto como motor principal de su última novela. Lara, una mujer de 40 años que queda embarazada sin buscarlo, y junto a Tom, su pareja, un alemán radicado en Argentina, viajan a Uruguay para practicar un aborto legal, ya que decidieron no seguir con el embarazo de Lara, y en Argentina la práctica aún no está legalizada. La trama gira alrededor de ese viaje, y sobre las reflexiones de los personajes sobre la decisión que tienen clara desde el principio.
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A lo largo de la trama, Magnus trae a escena diferentes argumentos a favor y en contra del aborto que encarnan diferentes personajes: Por un lado están Lara, profesora de filosofía, que desde hace tiempo tiene tomada su posición a favor, Tom, que la apoya en su decisión y además viene de un país en el que el aborto es legal, y los padres de ambos. Pero también aparecen personajes con convicciones religiosas que intentan hacerlos cambiar de parecer. Sin embargo, lo más interesante de la novela son las reflexiones de Lara y Tom dentro de esa posición a favor del aborto sobre la que nunca dudan: con la decisión tomada, surgen nuevas preguntas, como si elegir un aborto clandestino en Argentina o viajar; y las dudas sobre los diferentes tipos de abortos disponibles.
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Más allá de la temática, hay que destacar que El Aborto es una novela ágil y entretenida, interesante desde el punto de vista de sus personajes -graciosos y complejos-, y con momentos de intriga y tensión que la vuelven muy atrapante. Un punto a resaltar es que los personajes principales, pertenecientes a una clase media intelectual, no son representados como sabelotodos, sino que van descubriendo, mientras avanza la trama, que también ignoran muchos aspectos sobre el procedimiento de interrupción del embarazo, sobre las leyes del país al que se dirigen a realizarlo, e incluso sobre los métodos anticonceptivos que utilizaban para evitar un embarazo. Posiblemente, esa habilidad de Magnus para crear personajes creíbles e inteligentes es lo que más puede disfrutar el lector en la novela.
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