Empiezan las vacaciones de invierno y con ellas se presenta también una gran variedad de opciones para que los más chicos puedan disfrutar de la literatura. Aunque las posibilidades son más que amplias, en La Primera Piedra recomendamos una selección de cinco libros de sellos editoriales independientes que ofrecen propuestas novedosas, para repensar lo cotidiano desde la narrativa, la poesía y la ilustración. (Foto: Infobae)
1- Abrazo de gol, de Enrique Bogni (Chirimbote – Las Juanas Editoras, 2018)
En Abrazo de gol (Chirimbote – Las Juanas editoras, 2018) el fútbol es el elemento central que aglutina un conjunto de trece historias, y que funciona como el punto de partida para recorrer un amplio abanico de temas que permiten pensar lo colectivo. El barrio es el escenario principal, donde los personaje que lo habitan tejen alrededor del encuentro experiencias significativas que se cruzan con temas como el amor, la memoria, la violencia, la soledad, la política y la marginalidad. Atravesando distintas clases sociales, los personajes de Enrique Bogni poseen voces y perspectivas diferenciadas, que logran transmitir emociones vívidas y reflexionar sobre lo que forma parte de nuestra cotidianeidad.
Sin distinciones de edades, ni géneros, el partido de fútbol conforma en estos cuentos un espacio de socialización capaz de integrar y formar identidades, en el que se habla un mismo lenguaje y se crean lazos que pueden transformar el entorno. Además, cabe destacar que esta edición es el resultado de un trabajo colaborativo en el que participaron ilustradores, fotógrafos y diseñadores para acompañar los textos de Bogni y hacer de Abrazo de gol un libro especialmente valioso que puede ser disfrutado por el público juvenil para pensar mucho más allá de la superficie de las cosas.
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2 – Los poemas de amor que el Coyote le escribió al Correcaminos, de Osvaldo Bossi (mágicas naranjas, 2018)
El amor puede tomar múltiples formas al interior de la poesía y, cuando se trata de literatura para chicos, relatarlo sin caer en los lugares comunes puede resultar todo un desafío. Los poemas de amor que el Coyote le escribió al Correcaminos (mágicas naranjas, 2018), de Osvaldo Bossi, sortean ese obstáculo con éxito, para acercar al público infantil una historia fresca, que esquiva convencionalismos aún abundantes a la hora de representar el amor por fuera de relaciones y familias tradicionales.
Recuperando los personajes de una serie animada que se mantuvo en el imaginario popular durante generaciones, Bossi recrea una voz oculta detrás de la imagen televisiva, para mostrar un fuerte componente emotivo que, casi en secreto, se desenvuelve con la trama. “Esta historia comenzó/ hace mucho tiempo./He perdido/ la cuenta de los años,/ y el Correcaminos/ sigue delante de mí,/lejos de mí…“, dice el autor en los primeros versos, introduciéndose en la piel de un Coyote que se vuelve cada vez más humano a medida que avanzan las páginas, y que muestra al lector una imagen cargada de ternura. Una forma ingeniosa de representar el amor en clave poética, sin distinción de géneros, reescribiendo, desde el reverso de los personajes, un episodio clave de la infancia.
(Leer nota relacionada: Reseñas Caprichosas – «Los poemas de amor que el Coyote le escribió al Correcaminos» de Osvaldo Bossi: descubrir la voz oculta)
3 – Yael y la casa violeta, de María Ibarra y Julia Mamone (Femimutante Editorial, 2018)
¿Cómo hablar de una experiencia tan dolorosa como el abuso sexual infantil desde la mirada de los más chicos, sin caer en revictimizaciones, con una perspectiva de género que permita deconstruir el discurso? Yael y la casa violeta, el primer título de Femimutante editorial sigue este camino, gracias al trabajo innovador y al intercambio de experiencias de sus autoras, ambas sobrevivientes de violencias sexuales en la infancia. La narración de María Ibarra y las ilustraciones de Julia Inés Mamone ponen en palabras y dibujos aquello que se encuentra silenciado por las complicidades tejidas al interior de una sociedad machista, que atraviesan múltiples ámbitos.
Lejos de cualquier clase de estereotipo, el libro resalta la importancia de la comunicación y el valor de los testimonios de niños y mujeres, que de forma cotidiana son desestimados por la palabra patriarcal. Escrita como una herramienta de empoderamiento, la historia no solo fomenta el diálogo entre adultos y chicos para quitar de raíz toda clase de estigma, sino que además destaca el lugar de las redes de contención y acompañamiento construidas por el feminismo. Dando voz a identidades disidentes, como las infancias trans, Yael y la casa violeta se presenta así como una forma de desarmar convenciones a la vez que marca el poder de la palabra.
(Leer nota relacionada: La literatura argentina y 5 libros para deconstruir el patriarcado)
4 – Cuentos cansados, de Mario Levrero y Diego Bianki (Pequeño editor, 2018)
En los libros-álbum las ilustraciones son un componente esencial que requieren de una planificación minucioso para expandir el sentido. Esto se puede encontrar en Cuentos cansados (Pequeño editor, 2018) un libro que reúne textos inéditos que el reconocido escritor uruguayo, Mario Levrero, escribió originalmente para su hijo. El ilustrador y co fundador de la editorial, Digo Bianki, tomó este material y lo transformó en algo completamente nuevo, al reinterpretar el universo de Levrero y construir un relato visual en el que lo fantástico y lo realista se entrecruzan de forma divertida e innovadora.
Su cuidada edición lleva la marca de un trabajo artístico y artesanal en el que Bianki diseñó un imaginario propio que pudiera complementarse con las historias, donde un personaje le cuenta a su hijo cuentos protagonizado por alguien cuyo cansancio lo conduce a situaciones sorpresivas y desopilantes. El libro refleja así los vínculos entre chicos y adultos y el valor de los relatos orales, al tiempo que escapa a lo tradicional: en las ilustraciones, padre e hijo no son dos personas humanas, sino animales que pueden identificarse como teros, el ave nacional de Uruguay. De esta forma, Cuentos cansados mantiene un equilibrio entre lo ilustrado y lo escrito creando un juego conceptual que se puede disfrutar desde múltiples perspectivas.
5 – El vestido de mamá, de Dani Umpi y Rodrigo Moares (Criatura editora, 2011)
Editado originalmente por Criatura Editora en 2011 y reeditado por tercera vez en 2018, El vestido de mamá, escrito e ilustrado por los uruguayos Daniel Umpiérrez – Dani Umpi – y Rodrigo Moares cuestiona prácticas tradicionalmente asociadas al género. Rompiendo con elecciones binarias que condicionan a los más chicos desde la infancia, desafía los estereotipos para mostrar lo lúdico como un espacio de aprendizaje en la diversidad. La historia cuenta la fascinación del protagonista por el vestido de fiestas de su mamá, que usa para jugar tanto dentro como fuera de su casa, y las reacciones con las que se enfrenta al relacionarse con otros.
Las ilustraciones funcionan como un complemento justo para el texto, enriqueciendo la lectura al observar las expresiones de un personaje que despliega su mundo anímico. Con inocencia, la voz principal muestra una mirada libre de prejuicios que quiebra los límites desde los que se construye las identidades y se forman los vínculos en la sociedad. Así, abriendo un espacio de intercambio, este libro pone de manifiesto la importancia del juego como una forma de interpretación del mundo y la necesidad de desdibujar roles para vivir en libertad