Precipitación es teatro físico, y ese será el primer desafío para cualquier espectador. Ni una palabra en boca de los actores; ningún parlamento, diálogo o monólogo por parte de los personajes. Sin embargo, hay aquí múltiples discursos articulados a partir de una experimentación con el lenguaje teatral, el tiempo, la duración, el espacio y la velocidad. Cinco personajes que pululan por un páramo y la Tierra como gran protagonista. Puede verse los domingos a las 18.30 hs. en Espacio Urbano (Acevedo 460).
Precipitación está inspirada en los personajes de la obra televisiva Quad de Samuel Beckett y se sustenta netamente en el teatro físico. Este será el primer desafío, sobre todo para aquellos que no estén habituados a este tipo de experiencias teatrales. La idea está bien pensada, aunque la concreción no es cien por ciento efectiva. Los elementos escenográficos y el vestuario de los personajes han sido un gran acierto: en el centro del escenario hay una lona con un círculo de tierra sobre el cual se revuelcan estos cinco seres alienados, perdidos, sin memoria. Alrededor de ese cuadrilátero asfixiante un par de televisores viejos rodean el espacio-tiempo muerto, y cada tanto se proyectan sobre sus pantallas los rostros de los protagonistas.
El comienzo de Precipitación constituye un verdadero riesgo porque puede conducir al espectador hacia el rechazo y la repulsión total, o bien hacia la necesidad imperiosa de seguir mirando esos cuerpos en movimiento frenético, presos de una eterna repetición que trabaja sobre los márgenes de la percepción sensorial. Después de ese segmento inicial, la música, la iluminación, los desplazamientos, los movimientos corporales y la gestualidad de los actores construyen una atmósfera muy atractiva que invita a repensar el propio cuerpo adormecido sobre la butaca. Aquí no hay pasividad posible.
Con Precipitación algo sucede: odio, amor, exasperación, tensión, incomodidad. La pieza descompone con agudeza las acciones físicas más ordinarias: los personajes corren, saltan, caminan, gatean o se arrastran por el suelo; se enciman unos a otros, se acechan, se abstraen, se sorprenden, intentan imponerse sobre el resto o al menos dominar su propio instinto.
Sin embargo, este clima no logra envolver la sala por completo, y la fuerza de esta experiencia que resulta tan atrapante en los primeros minutos, por momentos decae y no logra construir nuevos sentidos. Hacer teatro físico constituye todo un desafío desde la actuación y también desde la dirección, porque no puede sustentarse tan sólo en los elementos coreográficos contemplados para la puesta, sino que debe apostar a una genuina conexión con el cuerpo del espectador. En Precipitación esa conexión es poderosa por momentos, pero en otros se ve debilitada o simplemente queda extinta.
Aún así, la obra dirigida por Ximena Romero logra interpelar al público desde un lugar creativo, y la indiferencia ante esa interpelación es prácticamente imposible. Con Precipitación algo sucede: odio, amor, exasperación, tensión, incomodidad. La pieza descompone con agudeza las acciones físicas más ordinarias: los personajes corren, saltan, caminan, gatean o se arrastran por el suelo; se enciman unos a otros, se acechan, se abstraen, se sorprenden, intentan imponerse sobre el resto o al menos dominar su propio instinto.
¿Cómo representar aquello que no puede ser nombrado? Romero y equipo se sumergen en la búsqueda, y más de una vez la Tierra entre los dedos es la que habla por ellos. Tal como anuncia la gacetilla de prensa: «Un teatro en el que el cuerpo del espectador está creativamente tan comprometido en la captación como el de los actores».
FUNCIONES:
Domingos a las 18.30 hs. en Espacio Urbano (Acevedo 460, CABA)
Localidades a la venta en Espacio Urbano
FICHA TÉCNICA:
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Intérpretes: Carla Porroni, Vanesa Aloi, Norma Bianco, Priscila Velasques, Rubén Carmona.
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Diseño Sonoro: Alejandro Taliano
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Video: Carla Porroni
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Fotografía: Alejandro Taliano, Jorge Besteiro
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Prensa y comunicación: Más Prensa, Analia Cobas y Cecilia Dellatorre
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Escenografía y vestuario: Arazzo
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Diseño de luces: Lamberto Arévalo
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Diseño Gráfico: Alejandro Taliano
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Asistencia de dirección: Vanesa Aloi
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Producción: Gilda Sosa
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Dirección y coreografía: Ximena Romero
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Duración: 50 minutos.