Hoy se realizará la Tercera Macha Nacional contra los travesticidios y los transfemicidios, una movilización en la que el colectivo travesti y trans sale a las calles para exigir el fin de las violencias que sufren como resultado de la discriminación y de un Estado que mira para otro lado. Como todos los años, la convocatoria será a las 18 hs. en Plaza de Mayo para dirigirse al Congreso de la Nación. (Fotos: China Díaz)
Como hace ya tres años, colectivos trans y travestis convocan a una nueva Marcha Nacional contra los Travesticidios y los Transfemicidios, para visibilizar las violencias infligidas por una sociedad y un Estado que rechazan la diversidad. El fin de los crímenes de odio, de la persecución policial, el acceso al trabajo, la efectiva implementación del cupo laboral trans, el respeto a la ley de identidad de género, la entrega de medicación a quienes viven con VIH-SIDA, y una ley de reparación histórica para víctimas de violencia institucional son algunas de las consignas que se verán en Plaza de Mayo, para la concentración que está convocada a las 18 hs. Además, se conmemorará a Lohana Berkins, histórica referente de la comunidad, así como también a otras reconocidas activistas como Diana Sacayán, Pía Baudracco y Maite Amaya.
Este año, la marcha adquiere también un significado especial luego del histórico juicio por el travesticidio de Diana Sacayán, que terminó el pasado 18 de junio con la condena a prisión perpetua de Gabriel Marino, uno de los culpables del asesinato
Este año, la marcha adquiere también un significado especial luego del histórico juicio por el travesticidio de Diana Sacayán, que terminó el pasado 18 de junio con la condena a prisión perpetua de Gabriel Marino, uno de los culpables del asesinato. Los constantes pedidos de justicia y la activa movilización hicieron posible que, por primera vez en Argentina, se juzgara un crimen de odio por identidad de género bajo la figura de travesticidio, y se escucharan durante el proceso a las voces del colectivo. Esto implicó reconocer la violencia específica y la estigmatización que afecta a la comunidad travesti y trans.
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Tal como relata la activista Florencia Guimaraes para Agencia Presentes, la marcha nació gracias al impulso de Lohana Berkins, activista trans y referente de la comunidad LGBTTIQ. Uno de los objetivos era instalar el término travesticidio cuando aún no se encontraba difundido, para dar cuenta de la particularidad de la violencia sufrida no solo a partir de los crímenes de odio, sino también por la exclusión social que implica la diversidad de género: la expulsión de los hogares, del sistema educativo, sanitario, la falta de acceso a la justicia, la vivienda y el trabajo. De acuerdo a lo registrado por distintas investigaciones, el promedio de vida de personas trans y travestis es de alrededor de 35 años, aunque las estadísticas más recientes marcan un descenso.
De acuerdo a lo registrado por distintas investigaciones, entre ellas las que llevó adelante Berkins, el promedio de vida de personas trans y travestis es de alrededor de 35 años, edad a la que muchas llegan en condiciones de precariedad y aislamiento que las convierte en víctimas de toda clase de violencias.
Según las cifras registradas por la Asociación Civil Casa del Encuentro, en lo que va del 2018 se cometieron al menos cuatro travesticidios, aunque se calcula que el número puede ser mayor, dada la invisibilización por parte de la Justicia y de los medios de comunicación de estos crímenes. Pero además, organizaciones como Archivo de la Memoria Trans que hubo al menos 41 muertes que pueden encuadrarse bajo la figura de «travesticidio social», es decir las que se producen por falta de condiciones de vida dignas dada la ausencia estatal y la falta de políticas públicas para garantizar los derechos del colectivo. «Lo que nos preocupa es que la expectativa de vida bajó, el 90% de las víctimas de los dos últimos dos años, eran menores de 30 años, cuando el promedio de vida que teníamos era de 35”, contó Guimaraes a Agencia Presentes.
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Además, tal como informamos anteriormente en La Primera Piedra, para las personas trans y travestis, la violencia institucional es la segunda causa principal de muerte, luego del VIH o enfermedades asociadas. De acuerdo al informe “Situación de los derechos humanos de las travestis y trans en la Argentina”, publicado en octubre de 2016 por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, “el 33,4% de los crímenes de odio contra la comunidad es cometido por personal de las fuerzas de seguridad en ejercicio de su función estatal”.
“El 33,4% de los crímenes de odio contra la comunidad es cometido por personal de las fuerzas de seguridad en ejercicio de su función estatal”.
Esta nueva marcha contra los travesticidios y los transfemicidios es así otro grito para reclamar la libertad sobre el cuerpo y la sexualidad sin que esto comporte una condena de parte de la sociedad y el Estado. Es un llamado necesario para frenar las violencias que continúan siendo invisibilizadas y para revindicar la lucha travesti y trans que está cobrando cada vez más fuerza en el espacio público.
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