Andrea Paco Mariani nació en Italia en 1983. A sus 35 años arribó por primera vez a la Argentina para presentar The Harvest (La cosecha) en el marco de la 4º edición del Festival Internacional de Cine Ambiental (FINCA). Se trata de un docu-ficción que aborda la problemática de la explotación laboral de los inmigrantes hindúes en Italia. La Primera Piedra entrevistó al director durante su visita a nuestro país. La película se proyectará hoy en el Cine Gaumont a las 20.30 hs.
— ¿Cómo surgió la idea para The Harvest? ¿Ya estabas interiorizado en el tema?
— No, no estábamos muy interiorizados en el tema. Pero ya habíamos hecho otros documentales acerca de los cambios que experimentan los derechos de los trabajadores, así que teníamos cierta percepción del asunto, sobre lo que deben afrontar a diario estas comunidades. Conocimos este tema gracias a un dossier muy importante en Italia que hablaba sobre la explotación de los trabajadores y el uso de drogas para soportar las arduas jornadas laborales.
— ¿Por qué elegiste el género docu-ficción para abordar esta problemática?
— Nos parecía una buena opción porque podemos mostrar la realidad y generar cierta empatía con la audiencia. Hay un documental que hicieron unos amigos y me gustó mucho; se llama Street Life y que muestra la vida en Gaza, Palestina. Es un documental de 70 minutos que no tiene entrevistas, sino que solamente sigue a los personajes principales en su vida diaria. Hay toda una nueva corriente que sigue estos lineamientos de documentales independientes, y nos pareció que teníamos que hacer nuestra contribución en este momento de la historia.
— ¿Cómo abordás la división persona/personaje en el documental? Construís personajes que, al mismo tiempo, viven su día a día como personas en la vida real.
— Tuvimos mucha suerte porque no hubo que forzar nada: estas cosas pasan o no pasan. Durante la pre-producción fuimos varias veces a las locaciones donde íbamos a filmar, conocimos diferentes personas y seleccionamos las mejores opciones para crear estos personajes. Son personajes pero al mismo tiempo nos muestra su vida cotidiana, y me parece que ese es el punto central del proyecto: no siempre se puede explicar un problema y crear a la vez una emoción fuerte. Cuando la gente ve el documental creo que se empieza a preguntar qué similitud hay entre su historia de vida y la de los personajes.
— ¿Por qué elegiste el recurso coreográfico del videoclip para representar lo maquínico en los tiempos del trabajo rural?
— Porque estábamos buscando nuevos modos de contar una historia. Hoy en día cualquiera puede contar una historia incluso con un celular, y hay muchas historias que necesitan salir a la luz. Pero los caminos para construirlas pueden ser muy diversos. Este documental es muy experimental por muchas razones: la más importante es que con estos recursos intentamos construir una relación diferente con la audiencia respecto del problema que se aborda.
— ¿Cuál es el rol del cine documental en este tipo de problemáticas sociales?
— Hoy en día juega un rol muy importante. Tenemos la TV, Internet y los documentales como una oportunidad para conectar a la gente, sus historias y comunidades. Te doy un ejemplo: este documental puede transmitirse vía Internet y llegar a la India. Se proyectó dos veces en ese país; queríamos mostrarlo para explicar cómo puede ser la realidad de un muchacho joven que quizás quiere viajar a Italia para encontrar un futuro mejor, y probablemente no lo encuentre. En ese sentido fue complicado. Pero efectivamente se puede cambiar la realidad gracias a la conexión.
— The Harvest se lanzó a través del sistema crowdfunding. ¿Cómo funcionó eso?
— Bueno, ese es el otro punto importante. Cuando hablo de conexión no me refiero únicamente a lo que se genera durante las proyecciones, sino también a esto que pasa con el crowdfunding. Por un lado genera los recursos y provee el dinero necesario para hacer la película desde la gente y no desde las instituciones. Por otro, genera una comunidad digital en torno a la película y el problema. Estamos en un momento en el que resulta necesario reforzar la idea de comunidad, y el crowdfunding puede ayudar. El 80% de las proyecciones fue posible gracias a este sistema, así que es muy importante para nosotros.
— ¿Qué expectativas tenés con el estreno en Argentina?
— Es un placer estar acá y tener la oportunidad de proyectar mi película. Esta es la primera visita que hago, así que es una buena oportunidad para ver cuál es la percepción de la audiencia local con respecto al documental, si la entienden, las críticas que tienen para hacer y qué piensan de la problemática.
