El Mecanismo, la producción de Netflix que narra la trama de corrupción en Brasil, se estrenó el mes pasado en medio de un clima de tensión política y generó una inmediata polémica. La ficción muestra al personaje inspirado en el ex-presidente Lula da Silva, consciente de la red de lavado de dinero alrededor de la empresa Petrobras, aunque aún no fue probado por la Justicia. Antes de ser detenido, el líder del Partido de los Trabajadores anunció que denunciará a Netflix por estar de tras de lo que calificó como «una mentira más».
La industria mediática brasileña tiene como enemigo declarado al ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Es de público conocimiento que el principal grupo de medios de Brasil (que es a su vez el segundo mayor conglomerado de medios del mundo), la red Globo, tiene una visión crítica del Partido de los Trabajadores y sus coberturas se alinean con esa idea. Pero una sorpresa llegó el mes pasado de la mano de Netflix, con el estreno de la serie El Mecanismo: una ficción de 8 capítulos donde se narra a investigación alrededor del escándalo de corrupción conocido como Lava Jato y tiene como personaje al ex-presidente Lula da Silva.
Una sorpresa llegó el mes pasado de la mano de Netflix, con el estreno de la serie El Mecanismo: una ficción de 8 capítulos donde se narra a investigación alrededor del escándalo de corrupción conocido como Lava Jato y tiene como personaje al ex-presidente Lula da Silva.
El Mecanismo cuenta la historia de los investigadores de la Policía Federal de Curitiba que, al meterse con una trama de lavado de dinero local, descubren una red de corrupción que alcanza a políticos y empresarios a nivel nacional, incluyendo al presidente de Petrobras, la empresa estatal más importante de Brasil. El productor de la serie Joao Padilha, también fue el creador de la serie Narcos y de la popular película Tropa de Elite, que narra la intervención de la policía en las favelas de Río de Janeiro. De principio a fin es una producción de alto presupuesto apuntada a atraer a un público masivo.
La serie está planteada como ficción inspirada en hechos reales, como anuncia el mensaje al comienzo de cada capítulo. Los nombres de los involucrados fueron levemente modificados, pero no es difícil descifrar quiénes son las personalidades referidas en cada caso. Entre sus personajes se encuentran los ex-mandatarios Lula da Silva y Dilma Rousseff. La polémica se desató porque en el desarrollo de los acontecimientos se da a entender que Lula era consciente de la red de lavado de dinero, aunque esa situación aún no ha sido probada por la Justicia. En la historia incluso se le adjudica al personaje del ex-presidente una frase («hay que parar la hemorragia») que en realidad fue declarada por el senador Romero Jucá, según las escuchas policiales.
La polémica se desató porque en el desarrollo de los acontecimientos se da a entender que Lula era consciente de la red de lavado de dinero, aunque esa situación aún no ha sido probada por la Justicia.
Lula da Silva, antes de ser detenido por una sospecha relacionada al caso tratado en la serie, anunció que desde el Partido de los Trabajadores denunciarán a Netflix por colaborar en la campaña de difamación de la izquierda brasileña frente a las elecciones que se desarrollarán en Octubre. Según Dilma Rousseff, Netflix está apoyando la creación de «noticias falsas» que quedan en el imaginario de los votantes. Del lado de la producción de la serie, se escudan en el hecho de que la serie es una adaptación ficcional para argumentar que no hay razón para hacer caso a las denuncias. Pero en medio de la tormenta política que atraviesa Brasil, la industria cultural puede ser un arma poderosa para evitar una re-elección indeseada.
