El sábado 17 de marzo se llevó adelante un escrache contra Jorge Luis Magnacco, quien fuera médico de la Armada argentina durante la dictadura cívico-militar. Un segundo escrache contra el médico obstetra del Centro Clandestino de Detención, Tortura y Extermino ESMA. El primero, en el año 1997, fue la primera implementación de esta herramienta generada por HIJOS frente al olvido, el silencio y la impunidad. «Si no hay justicia hay escrache popular», fue el canto que se multiplicó por las calles para señalar que en el barrio de Recoleta vive un asesino. (Fotos: Fran Rodriguez)
Alerta a los vecinos, al lado de su casa está viviendo un asesino
Jorge Luis Magnacco fue parte del genocidio. Por sus manos pasaron las mujeres que se encontraban embarazadas durante su secuestro y cautiverio en la ESMA. Él atendía sus partos y fue parte de la apropiación de niños y niñas que allí nacían. Muchos de ellos, gracias a la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo fueron recuperados como Guillermo Pérez Roisinblit, Juan Cabandié, Jorge Castro Rubel, Victoria Donda. Sin embargo, todavía continúa la búsqueda de más de 20 jóvenes que debieron haber nacido en cautiverio en dicho centro clandestino. Magnacco sabe quiénes son y dónde están.
Sus delitos son de lesa humanidad y así fue condenado por participar en el Plan Sistemático de Robo de Bebés, mediante el proceso judicial que juzga el genocidio. Sin embargo, luego de pedir el beneficio del 2×1 y la unificación de los años en prisión, en el año 2017, el Tribunal Oral Federal N°5 le otorgó la libertad condicional al haber cumplido los dos tercios de su condena. Jorge Luis Magnacco sigue manteniendo el pacto de silencio. Hoy goza del beneficio de estar en su casa y pasear por su barrio. Sin embargo, frente a la impunidad siempre se llenarán las calles de condena social.