Llega el 8M, el Segundo Paro Internacional de Mujeres, una jornada de lucha histórica para gritar contra las violencias a las que somos condenadas, como resultado de un sistema machista y patriarcal. De una sociedad que nos disciplina y de un Estado que da la espalda. (Foto de portada: China Diaz)
Vivimos en un contexto de emergencia. Los últimos datos muestran que en Argentina una mujer es asesinada cada 29 horas, solo por el hecho de ser mujer. Por vivir según su propio deseo y seguir su voluntad. Por decir “no”. Pero los femicidios son solo el extremo de una cadena que nos ata desde lo más profundo de la cultura.
Las mujeres ganamos 27% menos que los hombres por iguales puestos laborales y hacemos el 76% del trabajo no remunerado. Cada 5 minutos una adolescente es madre en un país donde el derecho a decidir continúa siendo una deuda pendiente. Todos los años se practican alrededor de 500 mil abortos clandestinos. Sólo en 2017, murieron entre 150 y 300 mujeres.
Como periodistas y comunicadoras de La Primera Piedra, trabajamos desde nuestro lugar para hacer de la igualdad de género una lucha de todos y todas. Visibilizamos la cultura machista arraigada en muchos espacios, como los medios de comunicación, el fútbol y el rock que hoy, gracias a la denuncia activa, están comenzando a resquebrajarse. Nos sumamos al camino de compañeras que, con valentía, rompieron el silencio y dejaron de callar ante los abusos y acosos vividos.
Junto a periodistas de múltiples medios, formamos una red en la que articulamos nuestro trabajo para poner palabras a las acciones que nos siguen violentando. Para hablar de lo que hasta hace un tiempo no tenía voz e incluso se veía como natural. Algo cambió. Somos parte de una generación que, desde espacios alternativos y también hegemónicos, empezó a unirse en un grito común, en una fuerza política que traspasa fronteras.
Mientras los medios tradicionales siguen escapando a la agenda de género, poniendo el acento en la estigmatización, en frivolizar el acoso y minimizar las denuncias; los medios independientes y los y las periodistas que los conformamos decidimos ser actores responsables en un momento histórico del movimiento feminista en Argentina.
Hacemos periodismo, también, para que ya no haya más muertas, para que ninguna mujer deba seguir callando las violencias, ni sufrir la pobreza en su cuerpo, porque la lucha de género también es lucha de clases. Comunicamos porque queremos desterrar el sentido común que deslegitima los reclamos que llevan adelante las mujeres, lesbianas, travestis y trans.
Este 8M paramos por el derecho al aborto, por las que nunca volvieron, por el fin de la brecha salarial, contra las relaciones de poder que mantienen la desigualdad, contra el machismo en todas sus formas. Por un periodismo serio y responsable que desarme la cultura, exponga al patriarcado y lo haga caer. Este jueves, salimos a las calles, una vez más, libres y unidas.