Belén Tenaglia es directora de FM En Tránsito (Castelar), primera radio cooperativa de Argentina que el año pasado cumplió sus 30 años. La Primera Piedra charló con esta referente de la comunicación social a propósito del lanzamiento del segundo volumen del disco Ya me estoy volviendo canción, un proyecto que reúne a artistas de diversos estilos musicales y diferentes espacios geográficos: 10 del oeste del conurbano bonaerense, 10 nacionales y 10 latinoamericanos para festejar las tres décadas de trabajo cooperativo.
Ya me estoy volviendo canción: una tradición de la radio
— ¿Cómo surgió el proyecto del disco?
— Ya Me Estoy Volviendo Canción tiene dos años de trabajo previo. A partir de la iniciativa y el impulso de Martín Messutti y Agustín Pisano —ex socios de la cooperativa— comenzamos a trabajar en este material que consistió en reunir a 30 artistas (10 del oeste, 10 nacionales y 10 latinoamericanos) que interpreten 30 clásicos del rock nacional, obras que, a su vez, representen los 30 años de FM En Tránsito, la primera radio cooperativa del país.
— ¿Qué resultados obtuvieron en la primera edición y qué objetivos buscaron con el nuevo volumen?
— Hacer un disco por el aniversario de la radio ya casi se volvió tradición. Cuando cumplimos 20 años produjimos Planeta Oeste, en el que artistas locales reversionaron entre sí sus propios temas. Esta vez decidimos homenajear a clásicos del rock nacional que marcaron también la historia de la radio a lo largo de 30 años. Elegimos la música, uno de los elementos del lenguaje radiofónico, que nos permite decir de una manera creativa.
— ¿Qué representa el proyecto para la radio?
— Ya Me Estoy Volviendo Canción es la esencia de la radio. El intercambio y la construcción colectiva es el paradigma que guía nuestra práctica cotidiana. Poner a disposición los saberes, los conocimientos, las agendas, las creaciones para dar lugar a algo nuevo. A su vez, cuenta la historia de nuestro medio, del Oeste, lxs músicos, lxs artistas, las organizaciones sociales, los medios populares y el encuentro de todas las luchas. Y también es el desafío y el futuro. En este contexto de permanente ajuste hacia el campo popular, seguimos apostando a una construcción colectiva de transformación social.
El escenario para los proyectos de comunicación popular y para las organizaciones en general es adverso. Atravesamos una situación de ajuste sistemático y eso repercute, inevitablemente, al interior de los colectivos. El campo de la comunicación está tendiendo cada vez más a la concentración y hay una clara decisión política de favorecer a los grandes grupos económicos de medios.
— Considerando la diversidad de sonoridades que uno encuentra allí, ¿cómo fue el proceso de selección de temas, artistas y géneros?
— El armado de las listas fue cronológico. Queríamos que cada tema correspondiera a la historia de la radio, pero no que fuera una mera coincidencia de fecha, sino que nos representara y dijese algo de nosotrxs. Ponerse de acuerdo fue una de las etapas más complejas. Había años donde se concentraban los mejores álbumes y lxs artistas que queríamos incluir, y en otros en los que no se había editado material o el que estaba no nos gustaba cien por ciento. El siguiente paso fue convocar a lxs músicxs, contarles del proyecto y ofrecerles dos o tres canciones que nos parecían las más adecuadas para ellxs.
— ¿Cómo fue la interacción con los músicos una vez que lanzaron la propuesta?
— Bueno, sucedió que la propuesta vino desde el otro lado también, y resultaron versiones buenísimas que ni siquiera habíamos imaginado. En el disco encontrás de todo, la libertad y la creatividad de lxs músicos que se animaron a jugar. Y luego, combinar agendas para el proceso de grabado. También atravesamos el momento del arte de tapa, realización de Matías de Brasi, artista plástico del Oeste. Fue un enorme trabajo. Y, de más está decir, que estamos agradecidos con lxs artistas y con todos los que —de una u otra manera— colaboraron con este disco, porque lo hicieron solidariamente, con profesionalismo y responsabilidad.
Ya Me Estoy Volviendo Canción es la esencia de la radio. El intercambio y la construcción colectiva es el paradigma que guía nuestra práctica cotidiana. Poner a disposición los saberes, los conocimientos, las agendas, las creaciones para dar lugar a algo nuevo (…) En este contexto de permanente ajuste hacia el campo popular, seguimos apostando a una construcción colectiva de transformación social
Un poco de historia
— ¿Podrías contar brevemente cómo surge la cooperativa de FM En Tránsito?
— En Tránsito forma parte de un proyecto mayor que es la Cooperativa de Trabajo para la Comunicación Social que, a su vez, gestiona la revista Güarnin!, el portal de noticias www.comunicacionsocial.org.ar, la productora cultural Planeta Oeste y la marca cooperativa Liquidámbar. La Cooperativa en 1986 y la radio en 1987 nacen a partir del deseo de un grupo de estudiantes de periodismo, muy jóvenes ellos, de gestionar sus propios medios, de hacer de ellos su fuente de vida pero, sobre todo, de construir medios que relaten lo que estaba sucediendo en ese momento en el Oeste del Gran Buenos Aires.
— Y optaron por el modo de trabajo cooperativo, que no es un dato menor.
— Lxs socixs de ese entonces eligieron la gestión cooperativa porque no querían dueñxs, patronxs ni jefxs, y optaron por la comunicación comunitaria, esto es, articular con la comunidad, con los protagonistas y hacer circular las voces de lxs vecinxs, lxs artistas, las organizaciones sociales, los organismos de derechos humanos, lxs trabajadorxs, los referentes políticos y de la economía social. Todo eso en un contexto reciente de recuperación de la democracia y en un marco legal de la dictadura cívico militar que nos prohibía como actores válidos en el sistema de comunicación.
— ¿Cómo llegaste vos a FM En Tránsito?
— En el 2008 me acerqué a la organización para realizar una serie de entrevistas para una investigación de la facultad. Pregunté si “necesitaban gente” y me quedé. Comencé a participar de la revista Güarnin! y luego me sumé al trabajo de la radio. Durante todos estos años me fui formando y deformando. Un poco ese es el proceso que se da con muchxs que decidimos sumarnos a un proyecto colectivo como este. Luego, me incorporé a trabajar en la Dirección de los Medios. Además de eso formo parte del área de Proyectos de la Coop.
Desde hace muchos años las mujeres ocupamos lugares estratégicos de gestión en la Cooperativa. En mi caso, soy la primera directora mujer y dirijo los medios desde hace siete años (…) En este marco, el desafío también para nosotras es no reproducir las lógicas patriarcales y verticalistas de ejercicio de poder. Debemos elaborar formas solidarias e inclusivas de gestión en organizaciones como estas.
Liderazgo femenino y panorama político
— Siempre es interesante ver a mujeres liderando espacios. ¿Qué análisis podrías hacer al respecto? ¿Cómo es percibida una mujer que ejerce algún tipo de poder o incidencia en el ámbito de los medios?
— Este tema es una discusión que nos atraviesa desde hace muchísimos años, y permanentemente estamos en un proceso de deconstrucción y de revisión de nuestras propias prácticas. Obviamente el contexto y las discusiones políticas en materia de género nos interpelan, y esta organización que se pretende horizontal, equitativa, diversa y en la búsqueda de una sociedad inclusiva no puede quedar al margen. Entendemos y así lo decidimos políticamente, que es un trabajo transversal a la organización, que atraviesa a varones y mujeres, y quedarnos únicamente en el discurso, en cómo y qué decimos al aire o escribimos en la revista no alcanza.
— ¿De qué se trata esa profundización en la apuesta?
— Desde hace muchos años las mujeres ocupamos lugares estratégicos de gestión en la Cooperativa. En mi caso, soy la primera directora mujer y dirijo los medios desde hace siete años. Pero también hay compañeras que administran recursos y toman decisiones sobre la economía de la organización, que dirigieron por años la revista, que tuvieron la gestión legal e institucional, que tuvieron la presidencia de la cooperativa. En este marco, el desafío también para nosotras es no reproducir las lógicas patriarcales y verticalistas de ejercicio de poder. Debemos elaborar formas solidarias e inclusivas de gestión en organizaciones como estas.
— ¿Cómo viven el actual escenario político y social en calidad de cooperativa y medio alternativo?
— El escenario para los proyectos de comunicación popular y para las organizaciones en general es adverso. Atravesamos una situación de ajuste sistemático y eso repercute, inevitablemente, al interior de los colectivos. El campo de la comunicación está tendiendo cada vez más a la concentración y hay una clara decisión política de favorecer a los grandes grupos económicos de medios. La muestra está en el Decreto de Necesidad y Urgencia que firmó el presidente Macri ni bien asumió y que dio por tierra con aspectos esenciales de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, una de las normas más discutidas en la historia de nuestro país.
— ¿Qué creés que está en juego con la implementación de este tipo de medidas?
— Asistimos a un momento donde peligra el derecho a la comunicación, y cuando esto sucede se afecta la vida democrática. Por eso desde la cooperativa —con el patrocinio del Centro de Estudios Legales y Sociales— presentamos un recurso de amparo para declarar inconstitucionales los decretos 13, 236 y 267, y ampliamos la denuncia contra la Ley 26.122 que regula los DNU. Después de muchas instancias esta causa llegó a la Corte Suprema y estamos a la espera del dictamen. La decisión de la Coop es ir hasta las últimas consecuencias porque acá se juega la historia de la radio, la militancia de proyectos de comunicación popular, referentes de la comunicación, universidades, artistas, pueblos originarios por alcanzar una ley de la Democracia; y el mundo que perseguimos.
— Como directora de la radio, ¿qué lugar creés que deben tener este tipo de espacios que muchas veces le dan la palabra a aquellos que no tienen voz en los medios hegemónicos?
— Si bien es adverso, este escenario nos vuelve a poner ante un nuevo desafío que es cómo articular con la comunidad para resistir, contener y transformar la realidad. Los sectores populares tienen voz. El problema es que se legitima como único espacio a los medios hegemónicos que, ya sabemos, tienden a estigmatizar o a anular los conflictos. Por eso debemos seguir sosteniendo espacios como este, como las organizaciones de la sociedad civil que sabemos que existen, hacen un trabajo enorme y con los que articulamos en el territorio cotidianamente. Legitimarnos como espacios válidos para el aporte a la vida democrática. Visibilizar las desigualdades y contribuir al diálogo ciudadano. Nuestra historia y nuestro recorrido nos permiten decir que es posible.