Hoy se estrena en las salas de cine de nuestro país la película No dormirás, con dirección del uruguayo Gustavo Hernández y las actuaciones de la prestigiosa actriz española Belén Rueda (El orfanato, Séptimo, El cuerpo), Eva de Dominici, Germán Palacios, Eugenia Tobal, Juan Guilera y Natalia de Molina. La Primera Piedra estuvo en la conferencia de prensa y te trae el testimonio de los protagonistas.
No dormirás es una película que tiene muchos de los condimentos del género de terror en su versión más clásica: los conflictos de los personajes se desarrollan en una vieja casona que en el pasado funcionó como hospital psiquiátrico; se mezclan los espíritus, los locos, las historias no cerradas; el insomnio desata las peores alucinaciones y aparece también la idea de la locura y la posesión. Sin embargo, el film permite hablar de otros temas como el arte, el acto creativo y el impulso destructivo que domina las mentes de los artistas más extremos (si no pensemos en las grandes estrellas de rock), el carácter sacrficial de una vocación (en este caso el arte dramático), el amor a los hijos, los límites de la locura y la definición de un trastorno (¿quiénes son los que delimitan el interior/exterior en esa clínica?).
Finalmente la película habla de un sacrificio, en este caso al arte. Los actores, los directores, la gente del cine y del arte en general constantemente estamos haciendo sacrificios para tratar de hacer una obra lo más completa posible. De alguna manera quisimos mostrar el detrás de escena de esos actores para poder alcanzar su meta (Gustavo Hernández)
Cuando le preguntan por el origen de la idea, Gustavo Hernández recuerda la obsesión de su hijo mayor por el juego del Guitar Hero y su extraña destreza para recordar la secuencia de notas musicales a la perfección después de algunas horas sin sueño. Ese fue el disparador para comenzar a investigar el efecto que genera el insomnio en las mentes humanas:
Para el director trabajar con la española Belén Rueda era un sueño prácticamente imposible, no sólo porque se trata de una gran actriz y muy requerida, sino también porque es uno de las mayores exponentes femeninos dentro del género. Pero las coproducciones tienen el poder de hacer los sueños realidad, y la ilusión se concretó. Hernández cuenta jocosamente que cuando ella lo llamó a Montevideo él no podía creerlo, y tuvo que hablar poco para que Rueda no notara los nervios en su voz.
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Lo cierto es que había pensado en ella desde el primer minuto para el papel de Alma Bohn, líder extrema de una compañía teatral, mujer dispuesta a todo con tal de lograr su obra más excelsa y arrancar otro aplauso del público. En la conferencia se le preguntó a la actriz cómo fue que tomó la decisión de participar en el film, y esto es lo que cuenta:
Con respecto al arte de la actuación, Eva de Dominici, Eugenia Tobal y Juan Guilera contaron su experiencia en el rodaje y hablaron de la permanente incertidumbre que el film genera en los espectadores al no saber si lo que está ocurriendo en pantalla sucede efectivamente o es parte de la performance. «Finalmente la película habla de un sacrificio, en este caso al arte. Los actores, los directores, la gente del cine y del arte en general constantemente estamos haciendo sacrificios para tratar de hacer una obra lo más completa posible. De alguna manera quisimos mostrar el detrás de escena de esos actores para poder alcanzar su meta», destaca Hernández.
Con respecto a la situación del género (terror/suspenso) en Latinoamérica, el uruguayo explica que su película es un caso atípico porque viene acompañado de una distribución poco usual en el género, ya que tendrá llegada a muchas salas. «Esta creciendo y se está volviendo muy interesante. Lo que tiene este género es que nos permite a los realizadores jugar muchísimo».
No dormirás es una película que permanece en el umbral: está entre el terror clásico y el suspenso más contemporáneo; entre lo real y lo fantástico; entre el sueño y la vigilia; entre la creación y la destrucción; entre la locura y la cordura; entre lo ordinario y lo extraordinario. En la constante tensión entre esos límites se juega buena parte del suspenso de su trama.