La vuelta a Silvio Rodríguez en 80 citas

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Silvio Rodríguez es uno de los músicos más importantes de la región y un artista ejemplar para entender el devenir del proceso político socialista más concreto del continente. El cantautor, guitarrista y poeta cubano, mediante sus letras como con su música, expone en el plano internacional, un mensaje de liberación que trasciende las fronteras de Cuba. En La Primera Piedra recorremos su abundante carrera con 80 citas.

Por Daniela Gonzalez y Giuliana Sordo 



Sobre Silvio Rodríguez

Silvio Rodríguez Domínguez de Troiani, conocido popularmente solo como Silvio Rodríguez nació el 29 de noviembre de 1946 en San Antonio de los Baños, Cuba, 13 años antes de la revolución que marcó un hito silvio rodriguez citas (1)fundamental en su vida. Tras una dura infancia durante el gobierno de Fulgencio Batista, colaboró desde el inicio de la experiencia revolucionaria como educador, dibujante, escritor, compositor, militar y político.

Exponente de la Nueva Trova, la música cubana surgida a partir de la Revolución, desarrolló una extensa carrera como cantautor, guitarrista y músico, que aún sigue ampliando hasta la fecha difundiendo su mensaje a los pueblos de todo el mundo. Compartió escenario y canciones con reconocidos artistas como Pablo Milanés, León Gieco, Victor Heredia y Mercedes Sosa. Con más de cuatro décadas dedicadas a la carrera musical, ha escrito más de 500 canciones y publicado más de 20 discos.


1. “¿Qué le digo a la muerte, tantas veces llamada a mi lado, que al cabo se ha vuelto mi hermana? ¿Qué le digo a la gloria vacía de estar solo haciéndome el triste, haciéndome el lobo?” – ¿Qué hago ahora?

2. “Me estremeció la mujer del poeta, el caudillo, siempre a la sombra y llenando un espacio vital (…) Me estremeció la muchacha hija de aquel feroz continente que se marchó de su casa para otra, de toda la gente. (…) Me estremecieron mujeres que la historia anotó entre laureles y otras desconocidas gigantes que no hay libro que las aguante” – Mujeres

3. “En estos días no hay absolución posible para el hombre, para el feroz, la fiera que ruge y canta ciega, ese animal remoto que devora y devora primaveras. (…) Ay! de estos días terribles, ay! del nombre que lleven, ay! de cuántos se marchen, ay! de cuántos se queden. Ay! de todas las cosas que hinchan este segundo, ay! de estos días terribles, asesinos del mundo” – Estos días

4. “Ya no te espero, ya he liberado a tu patria, hija de una espera larga y hay un primero de enero que funda a sus compañeros, con la sed de mi garganta. Ya no te espero, porque de esperarte hay odio, en una noche de novios, en los hábitos del cielo, en madre de un hijo ciego, ya soy ángel del demonio” – Ya no te espero

5. “Hoy sé que no hay nada imposible. Anoche supe la verdad, creí a mi alma inservible pero era cansancio vulgar, nada más. Tú eres un don de la brisa, un ser de la resurrección, un pájaro con una risa capaz de arrastrar a la noche hasta el sol” – Río

6. “Cómo gasto papeles recordándote, cómo me haces hablar en el silencio, cómo no te me quitas de las ganas aunque nadie me ve nunca contigo y cómo pasa el tiempo que de pronto son años sin pasar tú por mí, detenida” – Te doy una canción

7. “Te doy una canción y hago un discurso sobre mi derecho a hablar. Te doy una canción con mis dos manos con las mismas de matar. Te doy una canción y digo patria y sigo hablando para ti. Te doy una canción como un disparo, como un libro, una palabra, una guerrilla… como doy el amor” – Te doy una canción

8. “¿A dónde van las palabras que no se quedaron? ¿A dónde van las miradas que un día partieron? ¿acaso flotan eternas, como prisioneras de un ventarrón? ¿o se acurrucan, entre las rendijas, buscando calor? ¿acaso ruedan sobre los cristales, cual gotas de lluvia que quieren pasar? ¿acaso nunca vuelven a ser algo? (…) ¿A dónde va lo común, lo de todos los días? ¿el descalzarse en la puerta, la mano amiga? ¿a dónde va la sorpresa, casi cotidiana del atardecer? ¿a dónde va el mantel de la mesa, el café de ayer? ¿a dónde van los pequeños terribles encantos que tiene el hogar? ¿acaso nunca vuelven a ser algo? ¿acaso se van? ¿y a dónde van?” – ¿A dónde van?

9. “No hay nada aquí, solo unos días que se aprestan a pasar, solo una tarde en que se puede respirar, un diminuto instante inmenso en el vivir, después mirar la realidad y nada más” – Y nada más

10. “Cómo voy a cambiarle el color a una ola. Qué se puede querer si todo es horizonte. Qué le voy a enseñar a la suma del viento. Qué le puedo objetar a una noche estrellada, con mi vela amarilla y mi proa emparchada” – Hoy no quiero estar lejos de la casa y el árbol



 

11. “Tú me recuerdas el prado de los soñadores, el muro que nos separa del mar, si es de noche. Tú me recuerdas, sentada, ciertos sentimientos que nunca se sabe que traen en las alas: si vivos o muertos. (…) Suelen mis ojos tener como impresos sus sueños risueños”. – Esto no es una elegía

12. “Tú me recuerdas las calles de La Habana Vieja, la Catedral sumergida en su baño de tejas. Tú me recuerdas las cosas, no sé, las ventanas donde los cantores nocturnos cantaban amor a La Habana. (…) Tú me recuerdas el mundo de un adolescente, un semi-niño asustado mirando a la gente, un ángel interrogado, un sueño acosado, la maldición, la blasfemia de un continente y un poco de muerte” – Esto no es una elegía

13. “Hoy yo deliro, me corta tu filo hasta el límite de la ilusión. Como despacio y alargó el espacio
entre el beso inicial y el de adiós. (…) Y aquí me tienes bien aferrado a la semilla como colgando de ti” – Aceitunas

14. “¿Qué debiera decir? ¿qué fronteras debo respetar? Si alguien roba comida y después da la vida, ¿qué hacer? ¿Hasta dónde debemos practicar las verdades? ¿Hasta dónde sabemos? Qué escriban pues la historia, su historia, los hombres…del Playa Girón”. – Playa Girón

15. “Yo digo que no hay quien crezca más allá de lo que vale —y el tonto que no lo sabe es el que en zancos se arresta—; y digo que el que se presta para peón del veneno, es doble tonto y no quiero ser bailarín de su fiesta. (…) Y al que diga que me aguante debajo de una zotana le encajo una caravana de sentimientos, de sentimientos gigantes” – Yo digo que las estrellas

16. “Tengo billetes como de octava clase pero así viajo contento de ir de viaje, pues para un viaje me basta con mis piernas, viajo sin equipaje. Más de una mano en lo oscuro me conforta y más de un paso siento marchar conmigo pero si no tuviera no importa, se que hay muertos que alumbran los caminos” – La vergüenza

17. “Vivo en un país libre, cual solamente puede ser libre en esta tierra, en este instante, y soy feliz porque soy gigante. Amo a una mujer clara, que amo y me ama sin pedir nada o casi nada, que no es lo mismo pero es igual. (…) Soy feliz, soy un hombre feliz, y quiero que me perdonen, por este día, los muertos de mi felicidad” – Pequeña serenata diurna

18. “No amar en seco, con tanto dolor, es quizás la última verdad que quede en mi interior, bajo mi corazón. No se si fue que malgasté mi fe en amores sin porvenir, que no me queda ya ni un grano de sentir”. – Esta canción

19. “Sueña lo que hago y no digo, sueña en plena libertad, sueña que hay días en que vivo, sueña lo que hay que callar” – En el claro de la luna

20. “Allí entre los cerros tuve amigos que entre bombas de humo eran hermanos. Allí yo tuve más de cuatro cosas que siempre he deseado. Allí nuestra canción se hizo pequeña entre la multitud desesperada: un poderoso canto de la tierra era quien más cantaba. (…) Hasta allí me siguió, como una sombra, el rostro del que ya no se veía, y en el oído me susurró la muerte que ya aparecería. Allí yo tuve un odio, una vergüenza, niños mendigos de la madrugada, y el deseo de cambiar cada cuerda por un saco de balas” – Santiago de Chile



21. “Si luego vuelvo cargado con muchas flores (mucho color) y te las pongo en la risa, en la ternura, en la voz, es que he mojado en flor mi camisa para teñir su sudor. Pero si un día me demoro, no te impacientes, yo volveré más tarde. Será que a la más profunda alegría me habrá seguido la rabia ese día: la rabia simple del hombre silvestre, la rabia bomba —la rabia de muerte—, la rabia imperio asesino de niños, la rabia se me ha podrido el cariño, la rabia madre, por dios tengo frío, la rabia es mío —eso es mío, sólo mío—, (…) la rabia dame o te hago la guerra, (…), la rabia el oro sobre la conciencia” – Días y flores

22. “Si hay días que vuelvo cansado, sucio de tiempo, sin para amor, es que regreso del mundo, no del bosque, no del sol. En esos días, compañera, ponte alma nueva para mi más bella flor” – Días y flores

23. “No voy a hablarles de un hombre común, haré la historia de un ser de otro mundo, de un animal de galaxia (…) Fue de planeta en planeta buscando agua potable, quizás buscando la vida, o buscando la muerte, eso nunca se sabe. (…) pero las piedras son frías y le interesaban calor y alegrías, las joyas no tenían alma sólo eran espejos colores brillantes, y al fin bajo hacia la guerra, perdón quise decir a la tierra” – Canción del elegido

24. “Supo la historia de un golpe, sintió en su cabeza cristales molidos y comprendió que la guerra era la paz del futuro. Lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida. La ultima vez lo vi irse entre humo y metralla, contento y desnudo, iba matando canallas con su cañón del futuro” – Canción del elegido

25. “Qué diría Dios, si amas sin la iglesia y sin la ley. Dios, a quien ya te entregaste en comunión. Dios, que hace eternas las almas de los niños que destrozarán las bombas y el napalm” – La familia, la propiedad privada y el amor

26. “Ojalá que la aurora no de gritos que caigan en mi espalda, ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz, ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado, ojalá que el deseo se vaya tras de ti, a tu viejo gobierno de difuntos y flores” – Ojalá.

27. “La era está pariendo un corazón, no puede más, se muere de dolor. Y hay que acudir corriendo pues se cae el porvenir, en cualquier selva del mundo, en cualquier calle” – La era está pariendo un corazón

28. “Debo dejar la casa y el sillón, la madre vive hasta que muere el sol. Y hay que quemar el cielo si es preciso por vivir, por cualquier hombre del mundo, por cualquier casa” – La era está pariendo un corazón

29. “Pero, pobre de mí, no he estado con los presos de su propia cabeza acomodada. No he estado en los que ríen con sólo media risa, los delimitadores de las primaveras. (…) No he estado en los mercados grandes de la palabra, pero he dicho lo mío a tiempo y sonriente. (…) Yo he preferido hablar de cosas imposibles, porque de lo posible se sabe demasiado” – Resumen de noticias

30. “La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí. Ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar» – Óleo de una mujer con sombrero


Silvio Rodríguez y Mercedes Sosa


31. “Vivamos de corrido, sin hacer poesía, aprendamos palabras de la vida. (…) Te quiero salvar de tu desnudez en pleno centro de la soledad. Me quiero salvar haciendo revolución desde tu cuerpo de cristal. Algo nos está pasando, ayer te leí una mano y cada dibujo al verme me interrogó. Algo nos está pasando, ayer apreté el interruptor de encender la luz y encendí el sol. (…) Algo nos está pasando, desde que la gente está empeñada en quererse amar y en poder vivir” – Aunque no esté de moda

32. “Al final de este viaje en la vida quedará, una cura de tiempo y amor, una gasa que envuelva un viejo dolor. Al final de este viaje en la vida quedarán nuestros cuerpos tendidos al sol como sábanas blancas después del amor. Al final del viaje está el horizonte, al final del viaje partiremos de nuevo, al final del viaje comienza un camino, otro buen camino que seguir descalzos contando la arena. Al final del viaje estamos tú y yo intactos. Quedamos los que puedan sonreír en medio de la muerte, en plena luz» – Al final de este viaje

33. “Vamos a andar hundiendo al poderoso, alzando al perezoso, sumando a los demás. Vamos a andar con todas las banderas, trenzadas de manera que no haya soledad” – Vamos a andar

34. “Dejé pasar unas horas, pupila veladora, por si me daba igual. Tu tiempo se metió en mi tiempo, momentos y momentos que no quieren pasar. Y he aquí que la guitarra vuelve a soltar amarras, canta y gime al volar. Creo que me va a quitar el sueño un dedo aquí, un labio allá. Que te perdí, que ya no estás” – Que ya viví, que te vas

35. “Los años son, pues, mi mordaza, oh mujer; sé demasiado, me convierto en mi saber. Quisiera haberte conocido años atrás para sacar chispas del agua que me das, para empuñar la alevosía y el candor y saber olvidar mejor” – Con diez años de menos

36. “Imagínate que soy de tu calle, que siempre pasé por donde miraste. Imagínate que hasta mi perro me busca en tu puerta cuando me le pierdo” – Imagínate

37. “Le debo una canción a una bala, a un proyectil que debió esperarme en una selva: le debo una canción desesperada, desesperada por no poder llegar a verla. Le debo una canción al compañero, al compañero de riesgos, al de la victoria. Le debo una canción de canto nuevo, una bandera común que vuele con la historia” – Testamento

38. “El silencio del monte va preparando un adiós. La palabra que se dirá in memoriam será la explosión. Se perdió el hombre de este siglo allí, su nombre y su apellido son fusil contra fusil. (…) Cantarán su luto de hombre y de animal y en vez de lágrimas echar, con plomo llorarán. Alzarán al hombre de la tumba al sol y el nombre se repartirán: fusil contra fusil” – Fusil contra fusil

39. “Te convido a creerme cuando digo futuro. Si no crees mi palabra, cree en el brillo de un gesto, cree en mi cuerpo, cree en mis manos que se acaban. Te convido a creerme cuando digo futuro. Si no crees en mis ojos, cree en la angustia de un grito, cree en la tierra, cree en la lluvia, cree en la savia. Hay veinte mil nuevas semillas en el valle desde ayer” – Cuando digo futuro

40. “Los que habitamos los lugares alzados a golpes de sangre y martillo, más que vivir, juramos por los sueños, por las manos que por este edificio sin dueño se hicieron doler“ – Canción de la nueva escuela


 


41. “Quiero abrir mi voz al mundo que llegue al último confín de Norte a Sur y de Este a Oeste; y que cualquier hombre pueda gritar sus propias esperanzas sus heridas y su lucha cuando diga: Cuba va” – Cuba va

42. “¿Qué va a pagar la sangre que la tierra absorbe? ¿qué oro que no es oro de sueños pesa así? ¿qué puede valer más? ¿Qué paga este sudor del tiempo que se va? ¿qué tiempo están pagando el de su vida? ¿qué vida está sangrando por la herida de mirar esta tierra de una vez?” – De una vez

43. “Mi amor no es amor de mercado, porque un amor sangrado, no es amor de lucrar. Mi amor es todo cuanto tengo; si lo niego o lo vendo, ¿para qué respirar?” – Por quien merece amor

44. “Hoy mi deber era cantarle a la patria, alzar la bandera, sumarme a la plaza. Y creo que, acaso, al fin lo he logrado soñando tu abrazo, volando a tu lado” – Hoy mi deber era

45. “Se partió en Nicaragua otra soga con cebo, con que el águila ataba por el cuello al obrero. Se ha prendido la hierba, dentro del continente, las fronteras se besan, y se ponen ardientes. (…) El espectro es Sandino, con Bolívar y el Che porque el mismo camino, caminaron los tres. Estos tres caminantes, con idéntica suerte ya se han hecho gigantes, ya burlaron la muerte. Ahora el águila tiene su dolencia mayor, Nicaragua le duele pues le duele el amor (…) Porque de esa madera de justicia y cariño no se afila su espuela” – Canción urgente para Nicaragua

46. “Si no creyera en lo más duro, si no creyera en el deseo, si no creyera en lo que creo, si no creyera en algo puro. Si no creyera en cada herida, si no creyera en la que ronde, si no creyera en lo que esconde hacerse hermano de la vida” – La maza

47. “En la ciudad que posee la isla en el centro hay un tren descarrilado -Museo Nacional- que los amantes fecundan con savia del cuerpo, viva ese hierro vencido por la claridad, viva ese lecho de amor. Gentes que merecen el amor -pagarán, pagarán por todo- porque el que merece suele ser el que suele tener deber. (…) El tren blindado florece su estampa de hierro desde que aquella guerrilla le molió la sien” – El tren blindado

48. “Cuando acabe este verso que canto yo no sé, madre mía, si me espera la paz o el espanto, si el ahora o si el todavía. Pues las causas me andan cercando, cotidianas, invisibles. Y el azar se me viene enredando, poderoso, invencible” – Causas y azares

49. “Hoy continué tomando rumbo a mi región, tomando señas, descifrando encrucijadas. Mi cuerpo sigue practicando su cuestión, cruje mi hueso y se hace la palabra. Hoy continué domesticando la razón llena de asombro ante el día sucedido. Proyecto un rápido boceto de la acción. Trazo versiones que capturo del olvido. (…) Poco me importa donde rompa mi estación. Si cuando rompe está rompiendo lo imposible.“ – Canto arena

50. “Debes amar la arcilla que va en tus manos, debes amar su arena hasta la locura, y si no, no la emprendas que será en vano” – Sólo el amor


Silvio Rodríguez junto a Teresa Parodi

Silvio Rodríguez junto a Teresa Parodi


51. “El que tenga una canción tendrá tormenta, el que tenga compañía, soledad. El que siga buen camino tendrá sillas peligrosas que lo inviten a parar. Pero vale la canción buena tormenta, y la compañía vale soledad. Siempre vale la agonía de la prisa, aunque se llene de sillas la verdad.” – Historias de las sillas

52. “Que fácil es suspirar ante el gesto del hombre que cumple un deber y regalarle ropitas a la pobrecita hija del chófer. Que fácil de enmascarar sale la oportunidad. Que fácil es engañar al que no sabe leer. Cuántos colores, cuántas facetas tiene el pequeño burgués” – Canción en harapos

53. “Desde una mesa repleta, cualquiera decide aplaudir la caravana en harapos de todos los pobres. Desde un mantel importado y un vino añejado se lucha muy bien. Desde una casa gigante y un auto elegante se sufre también. En un amable festín se suele ver combatir. Si fácil es abusar más fácil es condenar y hacer papeles para la historia para que te haga un lugar” – Canción en harapos

54. “Yo soñé con aviones que nublaban el día, justo cuando la gente más cantaba y reía. Yo soñé con aviones que entre sí se mataban destruyendo la gracia de la clara mañana. Si pienso que fui hecho para soñar el sol y para decir cosas que despierten amor, ¿cómo es posible entonces que duerma entre saltos de angustia y horror?” – Sueño de una noche de verano

55. “Si tengo un hermano, hermano de suerte, hermano de vida, de historia y de muerte, no mido sus años, su poca fortuna, no mido su facha, ni mido su altura. Si tengo un hermano, hermano que arde, hermano mestizo, hermano de hambre, empapo mis himnos con luz de su aire, tiño mi bandera también de su sangre” – Si tengo un hermano

56. “Viví pasiones tan memorables, con los zapatos rotos y la sonrisa menos amable, tierra bajo las uñas, manos sin pena tocando mundo” – Cuando yo era un enano

57. “Eva no intenta vestir de tul. Eva no cree en un príncipe azul. Eva no inventa falso papel: el fruto es suyo, con padre o sin él. Eva se enfrenta al qué dirán, firme al timón, como buen capitán y encoge hombros Adán” – Eva

58. “Hay locuras sin nombre, sin fecha, sin cura que no vale la pena curar (…) Hay locuras que hicieron el día, hay locuras que están por venir, hay locuras tan vivas, tan sanas, tan puras que una de ellas será mi morir” – Locuras

59. “Quién hace altar de la ganancia, pierde la condición, la latitud, el puesto, y pierde amor, pues la codicia muerde. Jamás en yo y siempre allá en el resto” – Bolero y Habaneras

60. “La prisión acaba, la prisión de hierro, pero continúa la prisión del sueño” – La prisión


silvio rodriguez citas (3)


61. “Pero cuando haga daño, aunque inocente, corre hacia mí blandiendo el pecho abierto y descorre las nubes de mi mente” – Amigo mayor

62. “Por eso hoy, gentilmente, te convido a pasear por el patio, hasta el florido pabellón de aquel árbol que plantaron los abuelos. Hoy el ensueño es como el musgo en el brocal, dibujando los abismos de un amor melancólico, sutil, pálido cielo” – Oh melancolía

63. “Si tu signo es cantar, cántalo todo; tu camisa, tu patio, tu salud. Si tú debes cantar de cualquier modo, canta bien, con virtud, pero, ay amor, ay amor, canta siempre de corazón” – Verbos en juego

64. “Los años pasan, sí, la vida no: el mundo estalla hermoso alrededor. Si el corazón mortal me deja de latir, en ese instante hay quien saltó a vivir” – Hay quien precisa

65. “Los que tienen nada quieren algo, los que tienen algo quieren todavía más. Para pretender el mundo es largo, para conformarse se ha inventado el jamás. (…) ¿A quién acusaremos cuando triunfe el amor?” – Y Mariana

66. “Yo no sé, cómo hay quien malversa la vida, cómo hay quien invoca una herida, cómo pueden gastar el amor. Yo no sé, como si no faltaran cadenas; como si nos sobraran las cenas, como si diera dicha el dolor” – Abracadabra

67. “Hombre, hombre y amigo, aún queda para estar contigo. Hombre, hombre sin templo desciende a mi ciudad tu ejemplo. Supiste cabalgar contra quien odia desde su torre de odio y exterminio, pero, en mi parecer, te dio más gloria el alma que tallaste a tu dominio. La medicina escasa, la más insuficiente es la de remediar la mente” – Hombre

68. “Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacaran mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. Será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio, la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio. Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá Dios, que será divino. Yo me muero como viví.” – El necio

69. “Haciendo crítica social me perfumé de valiente, creyeron que era disidente y no era más que natural.” – Juego que me regaló un 6 de enero

70. “Se abren las flores nocturnas de quinta avenida para esos pobres señores que van al hotel. Flores que rompen en la oscuridad. Flores de guiños de complicidad. Flores silbando suicidios. Flores de aroma fatal” – Flores nocturnas


Silvio Rodríguez, Fidel Castro y Pablo Milanés


71. “Por eso canto a quien no escucha, a quien no dejan escucharme, a quien ya nunca me escuchó. Al que en su cotidiana lucha me da razones para amarle, a aquel que nadie le cantó.” – Canción de navidad

72. “Me devora esta situación, me deplora tanta incomprensión, me acalora cada imposición violenta que posterga siempre mi ilusión sedienta. No hay idioma para la verdad, no hay aroma como la amistad” – Se demoran

73. “¿Por qué será que alguien necesita ponerme velas, mandarme de viaje? ¿No se dan cuenta de que tal pasaje le va mejor a la esperanza rota, al sonido pulsado que se agota, al arlequín consumidor del herraje?” – Me quieren

74. “Hacia el porvenir partieron sombras. Cuando no alcance, sólo podré alertar. Si alguien me oye allí, no se olvide pues de iluminar.” – Hacia el porvenir

75. “Suena su versión desesperada, su versión de los misterios que lo animan, su versión del alma. Su canción de amor bate las alas; su país o su emoción llega y camina: su ilusión desarma.” – El trovador de barro negro

76. ”Tu tiempo es ahora una mariposa navecita blanca, delgada, nerviosa. Siglos atrás inundaron un segundo, debajo del cielo, encima del mundo. Así eras tú en aquella tarde, divertida. Así eras tú de furibunda compañera. Eras como esos días en que eres la vida y todo lo que tocas se hace primavera” – Mariposas

77. “No sabes cuanto de subversivo vive en una sonrisa que no quiere comprar y cuanto de muerte hacia el pasado que se incrusta en los dedos cual resto de humedad” – Tu sonrisa ha cambiado

78. “Mi país es pobre, mi piel mejunje, mi gobierno proscrito, mis huestes utópicas. Soy candidato al inventario de la omisión, por no ser globable. Fronteras que rigen, los sumos lugares, fronteras tangibles y siempre intocables.” – Fronteras

79. “Yo no reniego de lo que me toca, yo no me arrepiento pues no tengo culpa, pero hubiera querido poderme jugar toda la muerte allá, en el pasado, o toda la vida en el porvenir que no puedo alcanzar.” – Oda a mi generación

80. “Dijo Guevara, el humano, que ningún intelectual debe ser asalariado del pensamiento oficial. Debe dar tristeza y frío, ser un hombre artificial, cabeza sin albedrío, corazón condicional“ – Tonada del Albedrío



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