Llevar un registro actualizado de femicidios es fundamental para visibilizar la violencia de género y la falta de políticas públicas destinadas a garantizar la protección y los derechos de las mujeres. Con este fin, organizaciones de la sociedad civil y dependencias estatales han publicado en los últimos años diversas estadísticas que tienden a superponerse a la hora de informar sobre el tema. ¿Cuál es la diferencia entre ellas? ¿Qué cifras se encuentran vigentes? (Foto de portada: Gustavo Yuste)
En Argentina, al menos una mujer es asesinada todos los días como producto de una cultura patriarcal que la considera propiedad del hombre y que ve su cuerpo como un objeto sobre el que no tiene poder de decisión. Si bien aún queda un largo camino para concientizar a la sociedad sobre el tema, la denuncia activa de la militancia feminista logró que las agresiones contra las mujeres comenzara a ser visibilizada en la escena pública. En el último tiempo, los femicidios dejaron de ser considerados “crímenes pasionales” o actos aislados, para ser entendidos como parte de una cadena de violencias.
La incorporación de la figura del femicidio al Código Penal implicó tomar un término que contemple el hecho de que las mujeres son asesinadas por su condición de género y, por lo tanto, el reconocimiento estatal de patrones culturales que las colocan en un rol de subordinación respecto de los varones.
A nivel legislativo, los avances más importantes se dieron con la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, sancionada en 2009 y promulgada en 2010, y con la incorporación de la figura del femicidio al Código Penal en 2012. Esto último implicó tomar un término que contemple el hecho de que las mujeres son asesinadas por su condición de género y, por lo tanto, el reconocimiento estatal de patrones culturales que las colocan en un rol de subordinación respecto de los varones. Fue un primer paso para sentar las condiciones que permitieran al Estado armar estadísticas que separaran los femicidios de otros asesinatos, dando un diagnóstico de la gravedad de la situación.
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Sin embargo, los registros fueron, en un principio, una iniciativa de la sociedad civil anterior a los cambios normativos: en 2008, ante la ausencia de datos oficiales, la ONG La Casa del Encuentro elaboró el primer Informe de Femicidios en Argentina. En 2009, y con el objetivo de profundizar y ampliar los monitoreos, creó el Observatorio Adriana Marisel Zambrano, con el que ha realizado nuevos informes que actualiza anualmente, y en donde genera propuestas de políticas públicas y legislativas. Los datos fueron recopilados de las agencias informativas Télam y DyN, 120 diarios de distribución nacional y/o provincial, y a partir del seguimiento individual de cada caso en varios medios de comunicación.
Es gracias a estos informes que se obtuvo el número más difundido de la violencia machista en su máxima expresión: desde el 2014, La Casa del Encuentro calcula que, en Argentina, una mujer es asesinada cada 30 horas.
Es gracias a estos informes que se obtuvo el número más difundido de la violencia machista en su máxima expresión: desde el 2014, La Casa del Encuentro calcula que, en Argentina, una mujer es asesinada cada 30 horas. De acuerdo al último informe, durante el 2016 se cometieron 290 femicidios, de los cuales solo 28 habían sido precedidos por denuncias, 102 fueron perpetrados por parejas y 157 al interior el hogar, lo que demuestra que la propia casa es el lugar más inseguro para una mujer. A su vez, las estadísticas identificaron 37 femicidios vinculados, es decir aquellos cometidos contra personas que forman parte del entorno efectivo de la víctima. En los últimos 9 años, se registró un total de 2384 femicidios.
Con el tiempo, se sumaron otros trabajos de organizaciones que también apuntan a visibilizar la problemática, como el Registro Nacional de Femicidios de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá). El primero, realizado en el período comprendido entre el 3 de junio de 2015 y el 31 de mayo de 2016, fue lanzado con motivo del aniversario de la primera movilización Ni Una Menos. Al igual que La Casa del Encuentro releva femicidios, femicidios vinculados y travesticidios a través del análisis y monitoreo de medios digitales gráficos a nivel nacional. El último registro anual, que abarca desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2016, dio como resultado un total de 274 asesinatos de mujeres, lo que también deriva en un promedio de un femicidio cada 30 horas.
Durante los primeros meses del 2017, MuMaLá sumó nuevas estadísticas que reflejan un recrudecimiento de la violencia machista, agravada por el contexto de ajuste, precarización laboral y desempleo. Entre el 1 de enero y el 28 de mayo se contabilizaron 133 femicidios – incluyendo 16 vinculados – lo que implica un promedio de una mujer asesinada cada 26 horas, disminuyendo la brecha que se mantenía hasta el momento. Cabe aclarar que este número ya había presentado una baja, si se considera un informe publicado el pasado mes de febrero por el Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei. En el mismo, se hablaba de un asesinato cada 18 horas, lo cual se corresponde con lo registrado por dicho organismo durante los primeros 43 días del 2017, en los que se contabilizaron 58 mujeres asesinadas.
Entre el 1 de enero y el 28 de mayo MuMaLá contabilizó 133 femicidios – incluyendo 16 vinculados – lo que implica un promedio de una mujer asesinada cada 26 horas, disminuyendo la brecha que se mantenía hasta el momento.
Recientemente, en el marco del Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia las mujeres, MuMaLá publicó los datos que surgieron de analizar el período que va del 1 de enero al 17 de noviembre de 2017. El resultado es de 254 femicidios – 31 vinculados – y 4 travesticidios. Al respecto, Raquel Vivanco, coordinadora nacional de la organización y presidenta del Observatorio NiUnaMenos afirmó en la publicación: «Sigue sin garantizarse el acceso a la justicia a las mujeres que decidieron denunciar y pedir ayuda, el 18% de las víctimas habían realizado denuncias previas, de las cuales el 12% tenia medidas de protección dictadas por la justicia, lo que indica que todos estos femicidios podrían haberse evitado».
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Los números de Estado
Las estadísticas oficiales llegaron recién en 2015, con el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina del año 2014, encomendado a la Oficina de la Mujer por la Corte Suprema, obligación que ya se encontraba prevista en la Ley 26.485. Hasta ese momento, los informes producidos por La Casa del Encuentro eran el marco de referencia exclusivo de los actores gubernamentales para abordar el tema. Para este registro, los datos fueron solicitados por la jueza Elena Highton de Nolasco a los Tribunales Superiores, Cortes provinciales, Cámaras Federales y la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.
Las estadísticas oficiales llegaron recién en 2015, con el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina del año 2014, encomendado a la Oficina de la Mujer por la Corte Suprema, obligación que ya se encontraba prevista en la Ley 26.485.
De acuerdo al documento publicado, el registro “comprende todas las causas por muerte violenta de mujeres perpetradas por varones por razones asociadas con su género, hayan sido o no tipificadas como femicidio”. El último informe correspondiente al 2016, publicado el pasado mes de junio, contabilizó un total de 254 mujeres asesinadas, cinco de ellas trans, siendo el primero de los tres análisis realizados por la Corte que incorporó la variable sexo/género a fin de visibilizar los travesticicios y transfemicidios. La cifra da lugar a un promedio de una mujer asesinada cada 34 horas. Por otra parte, la particularidad de estas estadísticas es que cuentan con información respecto al estado procesal de la causa: según se desprende del registro, al momento de su publicación solo había una sentencia condenatoria en el 9% del total de femicidios, mientras que un 47% seguía en etapa de investigación.
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En el año 2015, y en respuesta al masivo reclamo que se expresó con el movimiento Ni Una Menos, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos se comprometió a hacer un relevamiento de los femicidios a nivel nacional, para lo que creó la Unidad de Registro, Sistematización y Seguimiento de femicidios y crímenes agravados por el género. La presentación del portal de datos se realizó oficialmente en noviembre del 2016, aunque la información ya venía siendo recopilada desde diciembre de 2012, luego de que se tipificara el delito de femicidio en el Código Penal. En este caso, la base se nutre de diversa fuentes: artículos de prensa escrita, denuncias policiales y judiciales y denuncias realizadas ante la Secretaría de Derechos Humanos.
Si bien es destacable que la información se mantiene actualizada con mucha más asiduidad que el resto de los registros, la cifra total que surge del 2016 es comparativamente menor: la base de datos contabiliza 177 femicidios.
Si bien es destacable que la información se mantiene actualizada con mucha más asiduidad que el resto de los registros, la cifra total que surge del 2016 es comparativamente menor: la base de datos contabiliza 177 femicidios, en comparación con los informes anteriores, que en todos los casos y más allá de sus diferencias consignan números superiores a los 200. De acuerdo a una consulta realizada por el sitio web Chequeado, la coordinadora del Programa Justicia Abierta, Sandra Elena, advirtió: “La medición del Ministerio de Justicia no se puede comparar con los datos publicados por la Oficina de la Mujer de la Corte porque toma distintas fuentes. Hay datos que este registro tiene y la Corte no, y viceversa”.
Según lo expresado en dicho medio, la Secretaría de Derechos Humanos – que elabora el registro- sostuvo que tienen un subregistro en términos estadísticos respecto al de la Corte, porque muchas causas no llegan a hacerse públicas, pero que, el informe que elaboran tiene un componente cualitativo que el otro no posee. “Estamos trabajando, en articulación con ellos y con el Consejo Nacional de la Mujer, para consensuar y acordar (incluso, a través de un convenio entre las partes) un proceso de intercambio técnico e información cruzada para el análisis”, añadieron a Chequeado.
Más allá de las diferencias entre los registros, la conclusión es una: la violencia de género es una problemática urgente que asesina a cientos de mujeres todos los años. La existencia de estadísticas actualizadas resulta esencial para visibilizar asesinatos que tienen su origen en un patrón cultural que se extiende a todos los ámbitos. Es esta información la que demuestra que no se tratan de casos aislados, sino de un contexto de emergencia que debe ser atendido por el Estado mediante la implementación de políticas públicas efectivas que eduquen y prevengan, antes de que las cifras continúen aumentando.