Durante el día de hoy se cumplen siete años del asesinato de Mariano Ferreyra, el joven militante del Partido Obrero, en manos de las patotas sindicales de la Unión Ferroviaria del por entonces titular José Pedraza. En momentos donde el país se encuentra conmocionado por el caso Santiago Maldonado, es necesario recordar que la violencia institucional es una práctica tan corriente como alarmante en Argentina.
El asesinato de Mariano Ferreyra, ocurrido el 20 de octubre del 2010 en el barrio de Barracas, conmocionó a la Argentina. Siete años después, ya no caben dudas que el crimen del joven militante tuvo como responsables a los burócratas sindicales, a funcionarios del gobierno kirchnerista, a los empresarios que gestionaban las concesiones ferroviarias y a las fuerzas de seguridad.
En otro guiño perverso de la siempre impredecible historia argentina, hoy comienza la autopsia del cuerpo hallado en la zona donde Santiago Maldonado sufrió una desaparición forzada. En el caso de Maldonado, tal como señalamos reiteradas veces en La Primera Piedra la trama alcanza a funcionarios del gobierno de Mauricio Macri como Patricia Bullrich y Pablo Noceti, a las fuerzas de seguridad y a empresarios como Benetton y a las mineras y petroleras que buscan apropiarse de los recursos naturales de la Patagonia. Todo ese combo, además, se nutre de la complicidad de los grandes grupos de comunicación hegemónicos.
El Partido Obrero -partido político donde militaba Ferreyra- denuncia que la burocracia sindical que asesinó a Mariano se ha convertido en un pilar fundamental de la gobernabilidad macrista
Actualmente, el Partido Obrero -partido político donde militaba Ferreyra- denuncia que la burocracia sindical que asesinó a Mariano se ha convertido en un pilar fundamental de la gobernabilidad macrista. «La reforma laboral que unos y otros quieren aplicar conducirá en una primera fase a la entrega de los convenios colectivos de trabajo», afirman.
En ese sentido, un ejercicio de memoria no viene nada mal: si Mariano Ferreyra fue asesinado por los grupos dirigidos por José Pedraza por enfrentar la tercerización laboral que afectaba a un sector de los trabajadores ferroviarios, en la actualidad se asiste al intento de transformar al conjunto de los trabajadores en mano de obra flexibilizada, con muchos de sus derechos reducidos o directamente arrebatados en búsqueda de la «competencia empresarial«. El preocupante horizonte de Brasil para muchos se encuentra cada vez más cerca.
Una condena insatisfactoria y el presente
El Tribunal Oral Criminal 21 de la Capital Federal condenó a 15 años de prisión a Pedraza ex secretario de la Unión Ferroviaria, junto a su mano derecha Juan Carlos «gallego» Fernández por ser instigadores del crimen de Ferreyra. Además, Cristian Daniel Favale y Gabriel Sánchez fueron condenados a 18 años como autores materiales de la muerte.
El fallo, dictado en 2015, causó la indignación de organizaciones políticas, sociales y un sector importante de la sociedad, quienes reclamaban la condena a perpetua a Pedraza
El fallo, dictado en 2015, causó la indignación de organizaciones políticas, sociales y un sector importante de la sociedad, quienes reclamaban la condena a perpetua a Pedraza. Si bien se destacaba el hecho de haber logrado llevar al banquillo a un gremialista de peso y hacerlo cumplir una condena firma, la justicia en Argentina nuevamente dejó gusto a poco.
[AdSnse-A]
La historia argentina, experta en dar golpes de efecto inesperados,encuentra 7 años después a la sociedad a la espera del reconocimiento del cuerpo encontrado en la zona donde Santiago Maldonado escapaba de la represión a cargo de Gendarmería Nacional que sufría la comunidad mapuche en Pu Lof en Resistencia de Cushamen.
(Leer nota relacionada: ¿Qué hicieron con Santiago Maldonado?)
La violencia institucional, que también encuentra una de sus caras en la complicidad de las fuerzas de seguridad como en el asesinato de Mariano Ferreyra, se puede ver como una de las varias nefastas costumbres arraigadas en la política nacional.
Sin importar el color de los gobiernos, las burocracias y los peores vicios del aparato estatal se mantienen y, en muchos casos, se profundizan
Sin importar el color de los gobiernos, las burocracias y los peores vicios del aparato estatal se mantienen y, en muchos casos, se profundizan. De esta manera, a 7 años del asesinato de un joven militante por reclamar el fin de la tercerización laboral, nos encontramos reclamando el esclarecimiento de otro joven víctima de una desaparición forzada.