Ari Paluch fue denunciado por abuso sexual por una compañera de trabajo. A pesar del descargo del conductor y las excusas de haber pedido disculpas en su momento, la denuncia generó que se sumaran nuevos testimonios y el rastreo de denuncias públicas que datan de hace más de seis años. Este nuevo caso refleja la necesidad de dejar de naturalizar los abusos que sufren las mujeres en una cultura machista y demostrar que el silencio ya no es una opción.
Aarón Fabián Paluch, conocido popularmente como Ari Paluch y autodenominado como «difusor espiritual», recibió la primera denuncia formal hace una semana por parte de una sonidista de A24, el canal donde trabaja. “Mi labor es quitarle los micrófonos y retornos a cada uno de los conductores. Me acerqué a retirar los equipos del señor Paluch, continuando con una de las panelistas. En ese instante el señor Paluch me tocó el trasero. Esta situación me resultó ingrata, sorpresiva, abusiva, ofensiva, desagradable», señaló la mujer que realizó la denuncia.
Frente a este testimonio, diversos medios levantaron las denuncias públicas de otras ex compañeras de trabajo. “Hace algunos meses tuve tres episodios trabajando juntos. Dos veces me tocó la cola dándome palmaditas y diciéndome ‘gracias’ y la tercera, yo estaba con calzas y se pasó cada corte del noticiero hablando de lo bien que me quedaban y haciendo comentarios al respecto. Eso me causó más rechazo que la palmada. Pero no sólo es acosador, sino que además tiene comentarios desagradables en general”, mencionó otra compañera de trabajo citada por La Nación.
“Es impresionante cómo a partir de un episodio involuntario, accidental e indeseado por el que ya pedí disculpas estoy atravesando esta situación que Dios sabrá por qué tengo que enfrentar pero que lo que se está diciendo no se ajusta a la realidad”, se excusó Ari Paluch. Sin embargo, las denuncias en su contra sobre sus prácticas abusivas y violentas no son nuevas
A su vez, en el portal de noticias Cosecha Roja aseguran: «En su momento, otra locutora que trabajaba con él denunció que fue despedida cuando estaba embarazada de cinco meses. “Con esa ropa sos una embarazada cualquiera, no vuelvas más”. (…) “Estaba obsesionada con rodearse de gente flaca. Si engordabas te empezaba a agredir”. Otra locutora en su momento relató una situación similar. Tuvo que irse de la radio donde trabajaba. Terminó viviendo en el exterior».
Paluch mantuvo el silencio hasta esta mañana que habló en su programa de radio: “Es impresionante cómo a partir de un episodio involuntario, accidental e indeseado por el que ya pedí disculpas estoy atravesando esta situación que Dios sabrá por qué tengo que enfrentar pero que lo que se está diciendo no se ajusta a la realidad”. Sin embargo, las denuncias en su contra sobre sus prácticas abusivas y violentas no son nuevas. Las primeras que circularon en redes sociales son, por lo menos, de 2011. A su vez, Cosecha Roja manifiesta que muchas periodistas saben que es un acosador desde hace una década.
Tal como sucedió en el mundo del rock, las denuncias de mujeres abusadas están rompiendo el silencio al que muchos ámbitos obligaban. A pesar de que las denuncias a Ari Paluch ya se habían visibilizado en otros momentos o muchas personas dentro del ámbito de los medios conocían el comportamiento del periodista, recién en este momento y gracias a la masividad que adquirió el movimiento de mujeres contra los abusos y la violencia de género, es posible dejar de naturalizar las prácticas violentas y abusivas que se consideraban comunes, cotidianas y hasta naturales.
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