Una jornada cargada de emociones. Una movilización que se vivió con profunda tristeza por una nueva desaparición forzada en democracia frente a la insistente negación del gobierno sobre su responsabilidad, pero con la alegría de la convocatoria unificada en múltiples espacios políticos, sociales y de derechos humanos. Pacífica, multitudinaria y conmovida se sintió la Plaza de Mayo. Sin embargo, la única respuesta del gobierno frente al reclamo por la aparición urgente de Santiago Maldonado fueron los gases, los golpes y las balas. Como ha venido demostrando en dos años, el modelo del macrismo no cierra sin represión y las marchas no terminan sin una cacería policial. (Fotos: Emergentes)
Frente al reclamo multitudinario para exigir una respuesta urgente al gobierno sobre la desaparición de Santiago Maldonado que ya lleva un mes, la respuesta fue la represión. Ante la exigencia a la renuncia de Patricia Bullrich, el resultado fue la razzia policial. Al igual que en la marcha del 8 de marzo por el Paro Internacional de Mujeres, a las pocas horas de iniciar la desconcentración de la movilización, la institución policial tomó las calles del microcentro de la ciudad porteña como si se tratara de un estado de sitio.
Frente al reclamo multitudinario para exigir una respuesta urgente al gobierno sobre la desaparición de Santiago Maldonado que ya lleva un mes, la respuesta fue la represión. Como consecuencia de la exigencia a la renuncia de Patricia Bullrich, el resultado fue la razzia policial.
Una jornada que condensó múltiples emociones en los manifestantes, que rondaban entre la tristeza del motivo de la convocatoria y la alegría de tomar, una vez más, las calles. Una convocatoria que fue unificada entre diferentes partidos políticos, organizaciones sociales y sindicales, familiares de víctimas por la represión estatal en democracia y organismos de derechos humanos, que rara vez se encuentran en un mismo escenario o sus banderas se cruzan en un mismo acto. Pero la pregunta era una sola: «¿Dónde está Santiago Maldonado?».
La única voz que se escuchó por los micrófonos fue la de la familia de Santiago Maldonado. Exigieron al Estado una respuesta urgente, pidieron que la justicia avance en investigar la desaparición y que el gobierno se haga responsable de las fuerzas a su cargo. También, le manifestaron a Patricia Bullrich que dé un paso al costado y que deje el cargo a alguien que le interese investigar el rol que cumplió la Gendarmería Nacional en la represión a la comunidad mapuche y en la posterior desaparición forzada. A su vez, reclamaron a los funcionarios y los distintos medios hegemónicos que dejen de ningunearlos, instalar pistas falsas y tratar mal a la familia, dado que su único pedido es encontrar a Santiago.
La familia exigió al Estado una respuesta urgente, pidieron que la justicia avance en investigar la desaparición y que el gobierno se haga responsable de las fuerzas a su cargo. También, le pidieron a Patricia Bullrich que de un paso al costado y que deje el cargo a alguien que le interese investigar el rol que cumplió la Gendarmeria Nacional en la represión a la comunidad mapuche y en la posterior desaparición forzada.
Santiago Maldonado fue víctima de una represión comandada desde el mismo Poder Ejecutivo, con el jefe de gabinete de Patricia Bullrich, Pablo Noceti, presente en el operativo. El 1 de agosto fue la última vez que se lo vió con vida siendo cargado en una camioneta de Gendarmeria. Una Plaza de Mayo colmada exigió su aparición inmediata con vida. La respuesta al reclamo fue una represión brutal: gases, palos, corridas, golpes y 31 detenciones arbitrarias.
En el intento de cubrir el operativo represivo en las calles aledañas a la Plaza, fueron golpeados y detenidos arbitrariamente periodistas de la Red Nacional de Medios Alternativos y un fotógrafo de ARGRA, entre el resto de los manifestantes. La organización de los militantes que observaron toda la represión permitió recopilar los nombres de quienes fueron detenidos por luchar y por comunicar bajo los cargos de «Intimidación pública», «Atentado» y «Resistencia a la autoridad». Figuras penales que vienen utilizando cada vez con mayor frecuencia.
(Leer nota: Intimidación pública: criminalización y persecución a los presos por luchar)
(Leer nota: Aumento de las detenciones por “resistencia a la autoridad”: violencia policial a la orden del día)
En la comisaría de la comuna 12 (Ramallo 4398) se encuentran: Maximiliano Pier Angeli, Cristian Vazquez, Pablo Ferranoti, Daniel Lara, Patricio Salasaro, Micael Magi, Carlos Guerra, Victor Basterclek, Sofia Gamboa, Maria Pastran y Noemí Pianetti. En la comisaría de la comuna 15 (Av. Guzmán 396): Medone Ezequiel Hugo, Mourenza Juan Pablo, Carrizo Daniel Alfredo, Marin Castro Daniel, Morales José Domingo, Solís Brian y Meza Boris. En la comisaría de California 1800, CABA: Sanchez Gabriela Gisel, Barriga Paola, Ramirez Federico, Iriart Lucas, Barrios Gianella, Palavino Ivan, Spuches Joaquín y Sánchez Geraldine. En la comisaría de la comuna 4 (Pedro Chutro y Zabaleta): Bastarechea Lara, Luz Ada, Gambarotto Melissa, Najabian Sebastián Ezequiel y Tutaglia Demian.*
* El 4 de septiembre a las 5 de la mañana fueron liberados 30 de los 31 detenidos.